Por: José Luis Arias Rey/ Ad portas de cumplirse dos meses de haberse iniciado el confinamiento ordenado por el gobierno nacional, en aras a prevenir y mitigar los efectos del Covid 19, la nación colombiana mantiene la estructura de la rama judicial, sin que ella garantice de manera alguna los derechos de nuestros connacionales.
Resulta incomprensible, que transcurridos 59 días del confinamiento, el Consejo Superior de la Judicatura, ni siquiera haya intentado implementar medios tecnológicos idóneos, que permitan llevar a cabo audiencias de manera virtual, sin mencionar que desde hace aproximadamente 20 años se están disponiendo recursos para tal fin, lo cual permitiría un acceso eficaz de los colombianos a su rama judicial y a nosotros lo abogados litigantes contar con un ingreso que nos permita solventar los gastos propios de la vida en sociedad.
Pero sorprende mas la actitud del gobierno nacional, pareciere con su nulo actuar, que la justicia no es un pilar fundamental del estado, y menos aún les importa la suerte de los abogados litigantes. Creo que existe la falsa creencia que nosotros somos como nos pintan en las series de Netflix, o que tenemos ingresos multimillonarios como algunos de los abogados, que hacen parte de la farándula nacional y que para nada los afecta esta situación, si, esos con quienes se nos comparan y a quienes no nos parecemos, ni en sus practicas, ni en sus patrimonios.
La gran mayoría de litigantes del país vivimos de nuestro quehacer diario, si los despachos judiciales no atienden sus deberes, muchas familias en Colombia pasan enormes necesidades.
Debemos recordarle al gobierno nacional, que los abogados somos actores de primera línea de la defensa del orden publico y de la democracia, que parar la administración de justicia de manera indolente e indefinida, desconoce la labor silente, pero necesaria de miles de colombiano, que procuramos evitar que los ciudadanos se tomen la justicia por su propia mano y servimos de catalizadores de la conflictividad social, propia de todo conglomerado humano.
El sector financiero y al parecer el Gobierno, nos mira con desprecio por que consideran que no somos empresas, para ellos, solo lo son las que producen bienes, esas que tiene inventarios de materias primas, que frente a la cesación de los pagos de sus obligaciones, pueden embargar sin reato de conciencia alguno, las ideas, el ingenio y el intelecto, no son atractivo a para esa jauría de seres que sirven a un monstruo invisible que se llama sistema financiero, al cual no les interesa nuestro bienestar, ni nuestro futuro, todo eso con la complicidad de un gobierno que es incapaz de meterlos en cintura.
El gobierno nacional no ha expedido medidas de alivio a los litigantes, que les permitan sobreaguar esta difícil situación a que nos ha expuesto con un cierre casi total del aparato judicial, prestando servicio solamente en lo relativo a la garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos, a través de la acción de tutela, lo cual es obvio, pues ni aun en los estados de excepción, no se pueden suspender esas garantías constitucionales y de derechos humanos, irónicamente se garantizan los derechos de los delincuentes con la operación de los jueces de control de garantías, en resumidas cuentas, son mas importantes para el estado, los delincuentes, que las personas de bien, que cumplen con sus deberes sociales y tributarios y que a la fecha llevan casi 60 días sin tener acceso a una justicia que garantice sus vida, bienes y honra.
Si el gobierno nacional y el Consejo superior de la Judicatura, no desenredan esta difícil situación que vive la Rama Judicial en Colombia, si no habilitan medios tecnológicos que faciliten la reactivación de la actividad judicial, seremos testigos de excepción de las peores formas de auto justicia de que tenga conocimiento nuestra historia, por que si el estado no asume la labor sustantiva de resolver los conflictos d e los colombianos, ellos encontraran los medios, así no sean legales, para hacerlo y mientras tanto nosotros los litigantes, actores importantísimos de la administración de justicia, permanecemos inactivos , viendo disolver el patrimonio que en muchos años de trabajo construimos, por la decidía y la indolencia de nuestros gobernantes y del órgano rector administrativo de la justicia en Colombia, amanecerá y veremos si tuvieron la grandeza de reconocer nuestro aporte o por el contrario nos abandonaron a nuestra suerte sin piedad alguna.
*Abogado y Magister en Derecho Público
Twitter: @asjuram