Por: Pablo Arteaga/ Las tecnologías de la información es uno de los grandes avances que ha tenido la humanidad en esta era al igual que los desarrollos biológicos y microbiológicos, sin embargo, es común ver el mal uso de las mismas por parte de los individuos, que en el caso de las redes sociales es fácil encontrar a estos hablando y difamando unos de otros como mecanismos de subyugación, presión o simplemente como pasa tiempo.
También encontramos individuos que suelen ser excesivamente valientes, agresivos y con posiciones contundentes al afrontar temas de iteres general desde las redes sociales, tal es el caso, de la contaminación ambiental, el cobro excesivo de servicios públicos, la pésima calidad de agua en nuestros hogares, el abuso en la instalación excesiva de peajes en nuestro país.
Inclusive nos escandalizamos y sentamos fuertes posiciones cuando se presentan polémicas frente al tema del aborto y el enfoque diferencial, que para los que no conocen este último término, no es más halla que hombre con hombre, mujer con mujer y en sentido contrario; pero cuando vamos a la realidad, al día a día, a la parte física de la vida cotidiana, a la protesta real. Ahí, encontramos una sociedad totalmente indiferente, llena de miedos y vacíos que eluden estos temas que son de interés general pero que finalmente terminan sin dolientes y afectándonos a todos.
Esa doble moral nos está consumiendo poco apoco, al punto de llevarnos a perder nuestro norte y nuestra esencia. Este comportamiento social nos ha llevado incluso al borde de la ineptitud mental en donde es fácil encontrar a personas que viven más pendientes del que dirán, del cómo se ven en una selfy aplicando todos los filtros posibles buscando un reconocimiento vago y pobre del resto del mundo que cliquean sin conocer quién está realmente detrás de esa imagen, ese click de me gusta, les genera una estasis emocional que llena sus vacíos más internos, un ego moribundo generado por algún fracaso emocional o un bajo autoestima, sin dimensionar que estos click solo son el resultado del morbo que genera el reflejo de una persona desesperada, vacía emocional, espiritualmente e intelectualmente, que no tiene más allá que ofrecer al mundo de la redes sociales que una menesterosa silueta.
Estas grandes herramientas que la humanidad ha creado para cosas importantes, no les estamos dando el uso adecuado. Son muchos los sucesos que hoy nos atañen, y que a pesar que no estaríamos involucrados directamente vamos a terminar seriamente afectados gracias a ellos.
El colapso de los mercados bursátiles, el desplome de los precios del petróleo, el aumento del dólar, la aceleración de la crisis ambiental mundial, las diferentes enfermedades que hoy consumen el mundo, el coronavirus que muchos expertos lo ven como el gran detonante de ese gran conflicto mundial ya que lo consideran un ataque biológico de estados unidos a china, pero que finalmente vemos que se ha esparcido por todo el mundo y hoy la humanidad está en alerta máxima.
Hoy estamos frente a un panorama bastante lúgubre lleno de muchas cortinas de humo que toma desprevenidos a los incautos que consumen su tiempo, adsorbidos por basura cibernética y los vacíos morales, éticos e intelectuales, pero tenemos unas realidades a las cuales no podemos seguir siendo indiferente, este panorama lúgubre que vive nuestra sociedad mundial es el resultado de nuestras malas decisión, la cuales nos llevan a ser víctimas de nuestros propios inventos.
Los seres humanos en el afán de ampliar su conocimiento, pero también en su ambición de poder, encontramos la incursión experimental en la microbiología y vemos algunos referentes que han generado pánico a nivel mundial tales como, El síndrome respiratorio agudo grave (SRAG) 2002, El virus H5N1 de la gripe aviar es identificado por primera vez en la República de Corea, más conocida como gripe del pollo o de las aves, en el 2007 la gripe porcina africana también conocida como influenza porcina o gripe del cerdo SIV (por las siglas en inglés de (swine influenza viruses), El virus del Ébola que fue identificado por primera vez en 1976, pero en el 2014 se presentó el bote más fuerte, El ZIKA o llamado también ZIKAV o ZIKV en macacos (Uganda, 1947) que su brote más fuerte se presentó en el 2016 y ahora a finales del 2019 en Wuhan, China, apareció el primer brote de este virus el cual tiene en alerta máxima a todos los países del mundo.
Son muchas las alertas que a través de décadas se ha venido dando desde diferentes instancias de las consecuencias catastróficas que nuestras malas decisiones como humanidad han generado pero que la indiferencia social a estos sucesos que acontecen en nuestro entorno y en el mundo, y sobre todo esa pereza mental que nos consume como personas nos lleva a no estar lejos de una guerra mundial, ya no con balas y cañones, sino con ataques biológicos silenciosos, mientras nos entretienen con memes en redes sociales y basura cibernética.
Terminamos dándole más importancia como sociedad a las selfies del fin de semana, a los memes que personas inescrupulosas hacen en detrimento de la vida e imagen de otros, que a nuestra propia realidad como seres humanos resultado de nuestras propias creaciones y victimas de nuestros propios inventos.
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