Por: Ronald Picón Sarmiento/ El alcalde de Bucaramanga es un personaje característico y peculiar, parece el reflejo idéntico de su homóloga capitalina, se cansó de nada hacer por la ciudad que regenta y tuvo que tomar descanso según él, «merecido».
No le importo el ausentismo atroz al que nos acostumbró todo el año pasado, sino que cuál rin rin renacuajo salió muy tieso y muy majo, se fue a buscar francachela y comilona. Lo cierto de este cuento que estamos viviendo es que no le duele la ciudad.
No piensa en ella, no la conoce, se acostumbró a otras latitudes, pero como culparlo si finalmente en dichos lares fue que creció profesionalmente y de donde se vino en paracaídas a ocupar la primera dignidad de la ciudad, puesto por su extitiritero Rodolfo Hernández.
Y si lo pensamos bien a la administración de la ciudad no le hace falta el alcalde, no se ha visto nada más que abandono por la ciudad, las pocas obras que se ejecutan aún son las que se heredaron del gobierno de la lógica, ética y estética, gobierno que lo parió y ahora después de nacido quiere abortarlo y es que se habla de una supuesta revocatoria en contra del mandatario que obligue la realización de nuevas elecciones.
Para que Rodolfo pueda ponerle otro de sus ayos a la ciudad a efectos de usarlo quizá para sus pretensiones politiqueras.
Es verdad que Cárdenas ni fu ni fa, no se ha ni sentido en Bucaramanga, su paso ha sido triste, soso, paupérrimo.
Que será de nuestra ciudad que mientras agoniza en medio de esta fuerte pandemia, tenemos un gobernante indolente que piensa solo en sí mismo, que es amante de sus placeres e intereses, que solo se enfoca en sus deseos. Ojalá prospere la revocatoria y gane una persona que ame y sueñe con una mejor ciudad.
Esperemos que en las próximas elecciones la gente recuerde los brutales desaciertos de estas dos temporadas y corrija el rumbo a efectos que Bucaramanga nuevamente cual ave fénix resurja de las cenizas.
*Abogado, Especialista en Derecho Penal, Especialista en Derecho Procesal Penal y Magister en Derecho Penal y Procesal Penal.
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(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).