Por: Ronald Picón Sarmiento/ Es triste no tener muchas cosas positivas que decir actualmente de nuestra pequeña pero inspiradora ciudad bonita, salvó que pronto estará de plácemes y que gracias a la gestión y labor loable de una congresista se pudo asegurar un recurso importante para la reactivación y el desarrollo de Bucaramanga.
Se oyen pompones y jolgorios de cumpleaños pero que pésimo regalo le dimos los bumangueses a esta ciudad, que mala decisión haber escogido al que nos dijo Rodolfo, nos hundimos en un atraso y en una «dejación» sin precedentes, que incertidumbre tan cierta, la que atravesamos actualmente.
Ahora quisiera que hicieran nuestros lectores el ejercicio didáctico de preguntar a cualquier bumangués de a pie que se encuentren, interrogar sobren lo básico, algo así como que obra importante se ha hecho por la ciudad en los últimos 5 años?, que programa educativo, cultural o de salud o vivienda se ha impulsado realmente en esta ciudad?, también se puede preguntar cuál programa se está ejecutando o que programa o inversión sabe que se va a ejecutar?, la respuesta sensata, cierta y veraz no puede ser otra que ninguna, no sé si soy yo o al igual que yo, nadie más sabe que se ha hecho, que se está haciendo o que se va a hacer en Bucaramanga, o falta promoción o hay total inoperancia y desidia de la administración actual.
Lo que sí se sabe es que van a aumentar el cobro de impuestos, cuando se debería estar promoviendo una reducción porque no todos pudieron ir a sus locales, no todos pudieron movilizar sus vehículos este 2020 pasado, no todos pudieron salir de su casa, no todos pudieron irse de rumba como si campantemente lo hacen los funcionarios de la alcaldía que anunciaron supuestas renuncias, pero de quienes se rumora ya fueron reubicados en otros espacios municipales.
Está tan sola la silla municipal que precisamente se oyen escándalos como el reciente, dónde seis funcionarios en total rebeldía y desatención a la autoridad se fueron de rumba ilegal en Bucaramanga, cuando está en plena vigencia y vigor las medidas de protección por pandemia, quizá se copiaron de algún mal ejemplo, pues se comenta que al mandatario local también le gusta el bochinche, sin embargo, eso será tema de otra columna. Lo único cierto es que este barco parece haber perdido el timón y el timonel hundiéndonos en una incertidumbre cierta.
Esperemos que los bumangueses retomemos el rumbo y atraquemos finalmente en puerto seguro.
*Abogado, Especialista en Derecho Penal, Especialista en Derecho Procesal Penal y Magister en Derecho Penal y Procesal Penal.
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(Esta es una columna de opinión personal y solo encierra el pensamiento del autor).
