Las fuerzas militares que componen la ‘Operación Esperanza’ en conjunto con indígenas de diferentes comunidades de la Amazonía, informaron del hallazgo de una huella en el barro de la selva que, al parecer, pertenecería a uno de los menores desaparecidos en el lugar tras un accidente aéreo el 1 de mayo.
«Esta huella es un rastro fresco que se encontraba a dos kilómetros aproximadamente de la última huella que teníamos y esto nos da pistas de que aún los niños siguen con vida», informó el coronel Fausto Avellaneda, miembro del equipo de rescate designado por el Gobierno colombiano.
La huella sería de Lesly Mukutuy, de 13 años, la mayor de los cuatro hermanos desaparecidos. Junto a ella iban Soleiny Mukutuy, de nueve años; Tien Noriel Ronoque Mukutuy, de cuatro años, y el bebé Cristin Neriman Ronoque Mukutuy, que hace unas semanas habría cumplido un año.
A pesar de que las filas de los cuerpos de rescate han disminuido en semanas recientes, la esperanza por encontrar a los menores con vida sigue latente. Según informan las autoridades encargadas, varios hallazgos de los días pasados mostrarían que los menores siguen esperando a ser rescatados.
Los esfuerzos de búsqueda no se detienen
«Se encontraron pistas de frutas como el borojó, como el mango silvestre, que son propios de la región y las tropas las han encontrado. Estamos evidenciando que al parecer los muchachos las están consumiendo», declaró Avellaneda.
La huella y los restos de frutas se suman a descubrimientos que las brigadas de rescate —compuestas de aproximadamente 300 militares e indígenas que apoyan en la búsqueda— han informado en el pasado. Entre estos, destacan dos pañales, la carcasa de un celular y un refugio improvisado que los niños habrían utilizado.
Las fuerzas de rescate han empleado reflectores de luz y grandes altavoces para intentar localizar a los menores, aunque hasta el momento, el objetivo aún no se ha cumplido.
«Con estos orientadores visuales y auditivos, los cuales fueron ubicados en puntos estratégicos, se pretende que los menores observen y escuchen en las oscuras noches esas luces y sonidos para que puedan llegar hacia las tropas o realizar algún tipo de señal que permita ubicarlos», mencionaron las Fuerzas Armadas en un comunicado el pasado lunes.
Los cuatro hermanos desaparecieron el 1 de mayo cuando el avión en el que viajaban, un Cessna 206, se desplomó en la selva del Guaviare, parte de la Amazonía colombiana. En el lugar del accidente se encontraron los cuerpos de tres adultos que viajaban con los menores, entre los fallecidos se encuentra la madre de los niños.
Aunque el pasado 17 de mayo, el presidente colombiano, Gustavo Petro, publicó en su perfil de Twitter que los menores habían sido encontrados con vida por los cuerpos de rescate, el Ejército colombiano no pudo confirmar la información y el presidente tuvo que retractarse. Desde entonces, la búsqueda ha estado en el centro de los reflectores del país.