Por: Julián Fernando Duarte Ballesteros/ Para esta época muchos cierran etapas, en la labor académica, por ejemplo, estudiantes de transición, 5° de primaria, 11° se graduarán e ingresarán a su próximo ciclo. Cada etapa con retos diferentes pero cada una supremamente importantes. De ahí que el trabajo enlazado de padres, docentes y estudiantes como actores principales de este proceso sea vital.
Lo anterior conlleva a que los padres establezcan pautas de crianza, prioridades para sus hijos, velar por el aprovechamiento del tiempo libre, que ellos practiquen un deporte y procurar que se alimenten saludablemente. Sin embargo, esto no se lleva a cabo de la mejor manera en todos los sectores.
El contraste de esta situación es notable si se compara el bajo rendimiento académico, las pocas oportunidades de ingresar a un deporte, consecución de un proyecto de vida definido, a esto se enfrentan los docentes del sector público, en comparación frente a los que trabajan en el sector privado y es que el éxito para que sus estudiantes aprendan y avancen significativamente no solo depende de ellos sino también de la voluntad, motivación intrínseca que poseen o no dichos estudiantes.
Su realidad, la del día a día, supera en ocasiones la buena voluntad que tengan padres y docentes, y esto si en últimas se cuenta con la colaboración de padres de familia que en realidad se preocupen por el rendimiento académico de sus hijos, por cómo estos a su vez afrontan la vida resolviendo conflictos, sobreviviendo a cada cosa que enfrentan cada día, para no ser aplastado por el más vivo, el más montador, o sencillamente entender los cambios que da la vida.
Es preocupante ver como niños y adolescentes de los estratos bajos se ven expuestos a no alimentarse sanamente, por ejemplo, terminan probando bebidas energizantes a tempranas horas de la mañana, según ellos porque esto les da más energía, ¿será que sus padres tienen conocimiento de ello? Es probable, que no, pues los padres de familia de estos sectores en la mayoría de los casos trabajan todo el día, guerreándola en la informalidad o como empleados subsistiendo al día a día con lo mucho o poco que puedan ganar.
Y esta realidad que viven hoy los padres, ¿sirve como espejos para que estos chicos valoren a su familia? a su padre o madre que trabaja de sol a sol, les sirve como motivación para aspirar a ser alguien más en la vida y no conformarse con la realidad que les tocó.
Por estos días vi un documental de un estudiante de un sector de Morrorico, quien encontró la motivación en su profesor de Educación Física, poco a poco fue progresando y demostrando que con empeño, esfuerzo y mucha dedicación se puede llegar a ser uno de los mejores a pesar de los obstáculos.
Considero que él es ejemplo para muchos de estos chicos que viven allá, si encuentran esa fuerza interior que los motive a ser mejores cada día, podrían cerrar etapas de la mejor manera, culminando procesos de forma exitosa, entendiendo que, en la vida todo se gana con sacrificio. Felicito a este campeón del atletismo quién es un gran embajador del barrio que lo vio crecer, de su departamento y de su país, Colombia.
Nuestro país merece que muchas más personas sean reconocidas y apoyadas por diferentes entidades que vean en ellos el potencial que tienen y que pueden desarrollar, un llamado especial a los entes gubernamentales para que inviertan en el deporte en Santander y lo hagan sembrando semilleros con estos chicos que añoran salir adelante y qué mejor que apoyados por su familia, profesores y por supuesto del gobierno.
Y usted padre de familia, ¿conoce cuáles son las aspiraciones tienen sus hijos?
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