En la madrugada de este martes, Ucrania lanzo un ataque con drones sobre Rusia. Las defensas antiaéreas rusas derribaron 337 drones ucranianos en más de 10 regiones. El ataque ha sido calificado por las autoridades ucranianas como el más grande desde el inicio de la guerra.
Este ataque masivo, que ha dejado tres muertos y varios heridos, se ha producido horas antes del inicio de unas conversaciones clave entre Ucrania y Estados Unidos en Yedá, Arabia Saudí.
La mayoría de los drones, 126, han sido derribados en la región fronteriza de Kursk, partes de la cual están controladas por las fuerzas ucranianas, y 91 más fueron derribados en la región de Moscú, explicó un comunicado del Ministerio de Defensa del Kremlin.
Con el apoyo de Francia y el Reino Unido, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, propuso la pasada semana una tregua aérea y marítima como paso previo al inicio de un proceso de paz, iniciativa que Estados Unidos no ve con malos ojos.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ya rechazó la tregua la pasada semana y la calificó de ‘respiro’ para el ejército ucraniano, al igual que el despliegue de tropas europeas en territorio ucraniano, que hoy volvió a considerar un intento de “salvar” a las autoridades de Kiev.
El Kremlin alertó que el masivo ataque puede torpedear los avances hacia el inicio de unas negociaciones de paz en Ucrania.
«Por ahora, no hay negociaciones, por lo que no hay nada que dinamitar. Pero que puede causar daños notables a la actual tendencia, eso sí», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en rueda de prensa