Kiev afirmó haber tomado el control de siete aldeas en el sur y el este del país este fin de semana, como parte de su contraofensiva. Las cuatro conquistas se suman a Blahodatne, Makarivka y Neskuchne, que ucrania aseguró haber recuperado el domingo. Por su parte, Rusia niega los avances ucranianos.
«Siete aldeas han sido liberadas», anunció en la red social Telegram la viceministra de Defensa, Hanna Malyar. Se trata de las aldeas de Lobkovo, Levadne y Novodarivka, cerca de la región de Zaporizhia, así como la aldea de Storojeve, en la región de Donetsk.
Aun así, parecen enmarcarse en la contraofensiva ucraniana, anunciada en repetidas ocasiones por el presidente Volodímir Zelenski. A pesar de que los territorios que las fuerzas ucranianas aseguran haber recuperado son localidades pequeñas, serían la primera incursión de las tropas de Kiev en la línea de defensa rusa, un evento que podría ser premonitorio de un ataque de mayor calibre.
A pesar de los recientes anuncios de Kiev sobre la supuesta contraofensiva, algunos expertos mencionan que estas solo serían las primeras fases de la operación.
«La ofensiva ha comenzado claramente, pero no creo que el ataque principal (…) Cuando veamos grandes formaciones acorazadas unirse al asalto, entonces creo que sabremos que el ataque principal ha comenzado realmente», escribió Ben Hodges, un excomandante estadounidense, en un artículo para el Centro de Análisis de Políticas Europeas.
La versión del Kremlin
Este lunes, el Ministerio de Defensa de Rusia aseveró que las tropas rusas en Ucrania habían repelido los «intentos de ofensiva» de su contraparte ucraniana en las regiones de Donetsk y Zaporizhia.
De igual manera, el Kremlin mencionó que han utilizado misiles de larga distancia para contrarrestar los ataques de las fuerzas ucranianas en las posiciones que controla el Ejército ruso. Los ataques habrían dejado un civil muerto y otro herido en la localidad de Orikhiv, según mencionó Yuri Malashko, gobernador regional de Zaporizhia.
Las tropas rusas han aumentado sus fortificaciones en los territorios que controlan en Ucrania y el Kremlin apunta a endurecer el control gubernamental sobre los grupos paramilitares que están luchando codo a codo con los soldados rusos.
Para lograrlo, el gobierno encabezado por Vladimir Putin aprobó una ley que obliga a todas las «unidades de voluntarios» que participan en la llamada «operación militar especial» en Ucrania a que firmen un contrato para estar bajo la tutela del ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu.
Una fuerza paramilitar de la región rusa de Chechenia, el grupo Akhmat, ha firmado dicho contrato para continuar con sus labores ofensivas en territorio ucraniano, específicamente en la región de Donetsk, al este del país.
El pasado domingo, el líder del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgeny Prigozhin, anunció que sus unidades «no firmarían ningún contrato con Shoigu», ya que el jefe paramilitar, crítico de la gestión de los mandos rusos, consideró que. el ministro de Defensa ruso «no puede controlar adecuadamente las formaciones militares».
Unidad en «tiempos difíciles»: Vladímir Putin en el ‘Día de Rusia’
El presidente ruso Vladímir Putin apareció ante el público este lunes para encabezar las celebraciones del ‘Día de Rusia’, festividad que conmemora la declaración de soberanía del país con la extinta Unión Soviética en 1990.
El mandatario hizo énfasis en los «sentimientos de unidad y devoción a su patria» que la festividad provoca en el pueblo ruso, además de remarcar la importancia de estos sentires en la actualidad.
«Sentimientos tan intensos, en un momento difícil para Rusia, unen a nuestra sociedad con más fuerza si cabe, sirven de apoyo fiable a nuestros héroes, los participantes en la operación militar especial», comentó Putin durante su discurso, utilizando la terminología propia del gobierno ruso para referirse a la guerra en Ucrania.
Además, Putin lanzó múltiples críticas a las fuerzas militares ucranianas, mencionando que estas atacan «áreas residenciales» llenas de civiles.
«No puedo entender de ninguna manera por qué el enemigo está atacando zonas residenciales. ¿Para qué? ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene? (Están atacando) instalaciones claramente humanitarias. ¿Qué sentido tiene esto? No hay ningún punto militar, no hay ninguno», denunció el presidente ruso.
Sus declaraciones en este momento podrían interpretarse como una muestra de fuerza y confianza ante la contraofensiva ucraniana y ante la OTAN, alianza que se percibe como la principal amenaza para el Kremlin.
La OTAN inicia el ‘Air Defender 23’
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inició este lunes en Alemania el ejercicio militar aéreo más grande en la historia de la alianza. El ‘Air Defender 23’ durará 11 días y se llevará a cabo con 250 aviones procedentes de 25 miembros de la organización, aunados a países aliados como Suecia, candidato más reciente a ser integrarse al ente militar.
El ‘Air Defender’ es un ejercicio aéreo que existe desde 2018, presuntamente como respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014. Este 2023, el Ejército alemán es el encargado de coordinar el ejercicio y según el teniente teutón Ingo Gerhartz «no se enviarán vuelos con dirección a Kaliningrado», territorio ruso en calidad de exclave que colinda con Polonia y Lituania.
«Me sorprendería si un líder mundial no toma nota de lo que esto demuestra en términos del espíritu de esta alianza, la fuerza de esta alianza, y eso incluye al señor Putin», declaró Amy Gutmann, embajadora estadounidense en Alemania, al ser cuestionada por periodistas sobre si el ejercicio tenía en la mira a Rusia.