Este 2023, que está pronto a llegar, tiene a más de uno con la incertidumbre, incertidumbre laboral, económica, alimenticia y de salud, más con esa dichosa reforma a la salud que piensan realizar sin que se entre a un diálogo real con la sociedad y el gremio de la salud.
Por: Andrés Martínez Olave/ “Apúrate mi burrito que ya vamos a llegar…”
Han pasado meses desde que los nuevos gobernantes subieron al poder, un poder que se está saliendo de las manos, un poder lleno de mentiras y reformas a una nación que no necesita de sus dichas «reformas», sino, de proyección, viabilidad, económica real, y soluciones de pobreza y trabajo.
Mientras el Congreso se sube los sueldos por decreto presidencial, los ciudadanos de a pie, que trabajan día a día, bajo un horario real laboral y que están al frente de un hogar, buscan que el salario mínimo suba de una manera digna, pero que la canasta familiar, el servicio de transporte y otros pequeños gastos no incrementen.
Tuqui, tuqui, tuqui, tuquiii… Nos vienen haciendo sin darnos cuenta que los pequeños burritos somos cada uno de nosotros que no conocemos la realidad de lo que sucede en aquella Casa de Nariño y su palacio alrededor, sino aquello que los medios nacionales, radiales y redes sociales nos cuentan, que luego por medio de decretos en realidad conocemos.
¿A dónde vamos a llegar? Este 2023, que está pronto a llegar, tiene a más de uno con la incertidumbre, incertidumbre laboral, económica, alimenticia y de salud, más con esa dichosa reforma a la salud que piensan realizar sin que se entre a un diálogo real con la sociedad y el gremio de la salud.
Decisiones a la ligera, decisiones al poder, es lo que hoy en día se vive, y ahora se avecinan las nuevas elecciones en nuevos cargos municipales y regionales, pero con otra reforma donde buscan no darle oportunidad de elegir al paisano, sino que el partido lo elige nos dejará mucho que pensar.
¿A dónde llegará todo esto? Por ahora, vivamos la magia de diciembre, la magia de los robos, atracos a mano armada, muertes por robos, vías obstaculizadas, la falta de la policía nacional para evitar tantas cosas y dejar de estar molestando a los que están tranquilos, la justicia dejando en libertad aquellos que hacen daño a otros y cuán otras cosas que se ve a diario.
Vivamos en armonía y paz.
«Apúrate mi burrito que ya vamos a llegar».
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