Colombia reporta un aumento en la violencia durante los últimos días. Solo este fin de semana, se registraron tres nuevas masacres, elevando el número a 71 en lo que va del 2022 y 10 tras la entrada del nuevo Gobierno.
Para el mismo periodo del año pasado, habían sido reportadas 68 matanzas, según informó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
El ministro del Interior, Alfonso Prada, dijo que el nuevo Gobierno está tomando distintas medidas para mejorar la seguridad y “hacer presencia en todo el territorio nacional».
«Nos hemos desplazado con el propio presidente de la República al Catatumbo, una zona muy agredida; Ituango, en el norte de Antioquia; norte y sur de Cauca y el sur de Bolívar”, agregó.
Violencia contra indígenas
La primera masacre de este fin de semana ocurrió el pasado viernes en una vía que conduce a un resguardo indígena en el departamento de Nariño, al suroeste del país.
Allí tres líderes sociales de los resguardos indígenas Panán y Chiles fueron asesinados por hombres armados, quienes los interceptaron y abrieron fuego contra ellos.
«Desde Autoridades Indígenas de Colombia (Aico) rechazamos y condenamos públicamente estos actos de barbarie miedo y zozobra por el asesinato de nuestros hermanos comuneros de los resguardos indígenas de Panán y Chiles”, expresó la Aico mediante un comunicado de prensa.
Dicha organización denunció que las vulneraciones de derechos humanos contra los indígenas en Colombia son sistemáticas y que no solo sucede en esta región, sino en todo el país.
Aún no se sabe quién estaría detrás del crimen. Las autoridades indígenas piden al Gobierno nacional investigar y capturar a los responsables. De igual manera, pidieron mayor protección de los pueblos indígenas.
También se conoció la denuncia sobre otra masacre que se habría registrado en el mismo departamento. Presuntamente cuatro hombres habrían sido asesinados, sin embargo, las autoridades no han confirmado la veracidad de la noticia.
Violencia desbordada en la frontera
La segunda masacre de los últimos días fue registrada este sábado en Cúcuta, principal paso fronterizo con Venezuela.
Indepaz reportó el asesinato de cuatro hombres. Según declaraciones de testigos, desconocidos llegaron a un taller de autos donde se encontraban las víctimas y dispararon en contra de ellos.
La Defensoría del Pueblo de Colombia emitió dos fuertes advertencias sobre los riesgos que enfrentan los habitantes de la ciudad de Cúcuta, por los constantes enfrentamientos entre grupos armados ilegales que operan en la zona.
Actualmente esta es una de las áreas más golpeadas por la violencia en Colombia, por su proximidad a la región del Catatumbo, la región donde más se cultiva la hoja de coca en el mundo.
Con 40.000 hectáreas de producción, se convierte en el espacio propicio para el enfrentamiento entre grupos ilegales por el control del narcotráfico, dígase el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el frente 33 de las disidencias de las FARC, un reducto del Ejército Popular de Liberación (EPL), entre otros.
Además, su cercanía con la frontera de Venezuela, el otrora rompimiento de las relaciones diplomáticas y la falta de articulación con las entidades de seguridad y dirección venezolanas, ha generado que sea un lugar propicio para que integrantes de estas bandas busquen refugio al otro lado de la frontera, aumentando la violencia en la zona.
Violencia también en las grandes ciudades
El domingo en la madrugada, tres personas fueron asesinadas en un barrio de la ciudad de Barranquilla, una de las más importantes del país. Las víctimas se encontraban en un establecimiento nocturno cuando fueron atacados por dos hombres desde una moto.
Dos de los hombres que fueron asesinados eran vendedores callejeros de comida y bebidas calientes y otro era un taxista, quienes murieron de forma inmediata luego del ataque.
Aún no se tiene mayor información sobre el hecho, pero según hipótesis de las autoridades, podría tratarse de un ajuste de cuentas.
Petro propone cese al fuego
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien asumió el cargo hace un poco menos de un mes, propuso este sábado un alto al fuego multilateral a todos los grupos armados ilegales que operan en el país, como parte de una estrategia para promover la paz.
Según Petro, varios grupos al margen de la ley han manifestado su intención de buscar el fin del enfrentamiento armado. Según el mandatario, esto podría atraer «el clima más apropiado para lograr la fuerza social necesaria para legitimar el fin definitivo de la violencia armada».
El jefe de Estado de 62 años pretende buscar la “paz total” en el país. Días después de su posesión, Petro envió una delegación a Cuba para intentar restablecer los diálogos con los negociadores del ELN, los que fueron suspendidos en 2018, por la administración Duque.
De igual manera, el plan de Petro busca dialogar con las disidencias de las FARC, quienes rechazaron el acuerdo de paz de 2016.
También está previsto buscar un diálogo que permita el desarme del Clan del Golfo, una de las bandas criminales del narcotráfico más violentas de Colombia.
El conflicto armado interno de Colombia dejó, tan solo entre 1985 y 2018, al menos 450.000 muertos, la mayoría civiles y aunque con la firma de los acuerdos de La Habana la seguridad mejoró considerablemente, aún queda un largo camino por recorrer.