Por: Jhon F Mieles Rueda/ El pasado sábado la población del municipio de El Carmen de Chucurí se conmocionó en gran manera debido al asesinato de la joven Karina Pinto Oviedo de 27 años de edad, llevado a cabo de forma atroz presuntamente por su expareja sentimental, quien le causó una herida con arma blanca a la altura del cuello.
Sin embargo, este no es el primer hecho de esta naturaleza en nuestro municipio, en diciembre del año 2014 también fue asesinada en confusos hechos la joven Mery Paola Leal Naranjo y hasta la fecha este crimen ha quedado impune.
Pero el feminicidio no es la única forma de violencia contra la mujer que alarme a nuestra sociedad, las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como todo acto de violencia que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad al interior de sus hogares.
Las estimaciones más precisas sobre la prevalencia de la violencia de pareja y la violencia sexual son las obtenidas mediante encuestas poblacionales basadas en el testimonio de las supervivientes.
Según un análisis de los datos sobre la prevalencia de este problema en 161 países y zonas entre, en todo el mundo, casi una de cada tres mujeres (un 30%) ha sufrido violencia física y/o sexual por su pareja o violencia sexual por alguien que no era su pareja o ambas.
Se calcula que más de una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años que han tenido una relación de pareja, han sido objeto de violencia física y/o sexual de pareja al menos una vez en su vida (desde los 15 años).
Para prevenir que estos hechos sigan sucediendo, es necesario implementar a cabalidad las políticas públicas para la protección de los derechos de nuestras mujeres y niñas que contemplen entre otras cosas, reducir la impunidad, el empleo de medidas para endurecer las condenas de los agresores, pero sobretodo campañas de sensibilización sobre este tema.
A nivel académico, es necesario incluir en las instituciones de educativas una catedra sobre esta problemática social para que nuestros niños y jóvenes adquieran mayor conciencia y de esta manera se forme una nueva generación que catalogue la violencia de género como obsoleta y deplorable.
Así mismo las mujeres deben contribuir más decididamente a la reducción de esta problemática no permitiendo desde el principio que sus parejas sentimentales ni ningún hombre empleé contra ellas algún tipo de violencia.
Es importante que la mujer tenga el valor de denunciar estos hechos ante las diferentes autoridades e instituciones competentes o llamar directamente a Línea 155 que surgió como parte del Plan Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencias en nuestro país.
Esta es una línea de orientación nacional única y exclusivamente para atender a mujeres que sean víctimas de violencias y es importante hacer uso de ella cuando sea necesario ya que esto puede salvar vidas.
“La superioridad” del hombre debe en el aspecto físico en ningún momento debe ser para afectar a una mujer que es su ideal complemento, sino por el contrario dicha superioridad está diseñada genética y evolutivamente para el trabajo duro y para proteger a su familia ante alguna amenaza que se pueda presentar.
Hoy como pueblo carmeleño nos duele que las cifras sigan creciendo y nos duele también debido a que Karina deja totalmente huérfanos 2 niños menores de edad, ya que el presunto agresor se quitó la vida un día después.
Niños que tendrán un futuro difícil debido a lo sucedido y ante la pérdida principalmente de su madre, una joven de 27 años que se caracterizaba por su carisma, capacidad de crear, liderazgo, con ganas de salir adelante con sus hijos y enfrentando las adversidades, buscando mejorar sus condiciones de vida y las de su comunidad.
Así mismo este 27 de abril las mujeres y la población carmeleña en general, salieron a las calles del municipio para exigir garantías de protección a la vida las mujeres y de sus hijos, que la ruta sea efectiva y que los funcionarios que reciben los casos, conozcan la normatividad y asuman dicha responsabilidad con diligencia para proteger la vida de las mujeres.
Los casos de violencia intrafamiliar y violencia de género, se agudizan cada vez más sumándose a esto los aspectos sociales que surgen por la pandemia Covid-19, además la economía está en un momento crítico y esto hace que muchas mujeres dependan económicamente del agresor.
Nada justifica la muerte de una persona y por ello debemos trabajar arduamente para crear conciencia ciudadana y para formar una nueva generación fundamentada en la igualdad y el respeto de los unos a los otros a pesar de las diferencias, dejando también de lado la absurda lucha de géneros ya que tanto hombres como mujeres somos el complemento perfecto para dar vida y formar hogares.
Hogares en los que debe reinar el respeto y el amor, aun a pesar de las adversidades y diferencias que pueda haber como pareja, y así evitar que, hechos como estos, se vuelvan a repetir en el futuro.
*TG. Agroforestal, pensador y político.
Facebook: Jhon F Mieles Rueda
Twitter: @meideijhon
Instagram: jhon_f_mieles