A medida que avanza el año se empiezan a acortar los tiempos para que el Gobierno afine la propuesta de reforma pensional que, según ha dicho el Ministerio de Hacienda, llevará al Congreso en el último trimestre del año.
El Banco de la República publicó uno de sus Borradores de Economía en el que dos investigadores proponen una fórmula que sube la edad y porcentaje de cotización, pero baja las semanas de aporte, por considerar este requisito como una de las talanqueras para lograr una pensión en medio de la alta informalidad que caracteriza el mercado laboral de Colombia.
La propuesta es adoptar un sistema multipilar que integre un escalón de ahorro del régimen de prima media con otro del de ahorro individual y también involucre a Colombia Mayor y los Beps (Beneficios económicos periódicos).
Para los investigadores del Banco de la República, la fórmula permitiría que todos los colombianos que cotizan a pensión reciban por igual una tasa de reemplazo del 60 por ciento de su ingreso laboral y logren su jubilación al completar 1.150 semanas en vez de las 1.300 que exige el régimen de prima media, pero ahorrando un 18 por ciento de su sueldo en vez del actual 16 por ciento.
A criterio del Emisor, la Ley 100 de 1993 aumentó significativamente el número de trabajadores afiliados a pensiones. Por ejemplo, en 2004 eran 12 millones, y en 2018 eran más de 20 millones. Ese aumento, dicen, constituye una oportunidad que se debe aprovechar para que haya más personas pensionadas.
Parte del problema –según el reporte- es la alta demanda de recursos públicos para subsidiar las pensiones en el régimen de prima media, pues las transferencias del Gobierno alcanzan 3,4 por ciento del PIB.
La propuesta permitiría que en el régimen de prima media solamente se asegure el primer salario mínimo para los que alcancen los requisitos para pensionarse, y el resto de la pensión estaría a cargo del régimen de ahorro individual.
“Ese cambio daría margen para que los subsidios actuales financien a los no contribuyentes del programa Colombia Mayor y aumenten los beneficios de quienes cotizan menos de un salario mínimo, en los Beps”, destaca.
Los principales cambios
La fórmula propuesta incluye un aumento en la edad de pensión para los actuales trabajadores jóvenes y con mayor expectativa de vida, es decir, a aquellos que les faltan 20 años o más para pensionarse. Y, en línea con lo que ha mencionado el Gobierno, los investigadores también enfatizan en el respeto de los derechos adquiridos para los que les faltan menos de 20 años para jubilarse.
El rompecabezas se completa con el aumento en la tasa de cotización de 16 a 18 por ciento de los ingresos, con lo que se financiaría el aumento en la tasa de reemplazo.
Entre tanto, las semanas de cotización, que hoy en día en el régimen de prima media son 1.300 se podrían reducir a 1.150.
“Una decisión en ese sentido iría acompañada del incentivo al ahorro voluntario para cotizar más semanas y aumentar de esta forma la tasa de reemplazo de todos los cotizantes del sistema multipilar, con subsidios del Gobierno decrecientes hasta llegar a cero para cierto nivel de salarios”, detalla el Banco de la República.
¿Bueno o malo?
Para el emisor, uno de los grandes beneficios de esta propuesta sería la disponibilidad de recursos para aumentar el número de personas que lograría pensionarse.
Permitiría aumentar las tasas de reemplazo de todos los cotizantes del sistema multipilar –con subsidios del Gobierno decrecientes hasta llegar a cero para cierto nivel de salarios– en parte por la eliminación del Fondo de Garantía de Pensión Mínima del régimen de ahorro individual.
Hoy, en Colombia, quienes se pensionan en prima media disfrutan de tasas de remplazo de entre 65 y 80 por ciento, muy superiores a las de Chile o Estados Unidos, donde son cercanas a 55 y 45 por ciento. Pero si están en ahorro individual, la tasa de remplazo es inferior a esos países, de alrededor de 35 por ciento, si cotiza durante 25 años, y puede subir al 62 por ciento, si cotiza durante 35 años.
Los investigadores subrayan que esas diferencias de tasas de remplazo hacen que las personas que ven posible pensionarse busquen moverse al régimen público.
Además, el sistema multipilar eliminaría la idea de acabar con alguno de los dos regímenes existentes, lo que es inconveniente desde todo punto de vista.
“Eliminar el sistema público y dejar un sistema exclusivo de fondos privados generaría condiciones difíciles para las AFP, pues estas quedarían a cargo del gran monto de subsidios para la obtención de la pensión mínima”, sostiene el informe.
Y marchitar el régimen de prima media ocasionaría un costo fiscal deficitario para el Gobierno en el mediano plazo ya que Colpensiones tendría que pagar las pensiones vigentes, pero no recibiría cotizaciones por nuevos afiliados.