Por: Yuli Metaute Londoño/ A propósito de la serie de vericuetos legales, y el reclamo de las víctimas que piden verdad y reparación en Colombia, finalmente alias Otoniel fue extraditado a los Estados Unidos.
El propio presidente de Colombia, en su alocución, dijo que Otoniel había asesinado policías, líderes sociales, lideró masacres, con 23 órdenes de captura por desplazamiento forzado, por delitos sexuales, con seis condenas a bordo; obviamente, estos delitos son muy graves, así como el delito del narcotráfico.
Lo que uno no entiende es por qué el Estado colombiano renuncia a su soberanía, si ya estaba capturado, ¿por qué razón no lo pone a disposición de los juzgados donde tiene las condenas, la JEP y la Comisión de la Verdad, para que se sepa qué ha pasado en Colombia? Para mí, es claro que el Gobierno, la Policía, no querían que este señor hablara y lo han extraditado de manera muy ágil, sin permitir que responda ante la justicia en Colombia.
Este delincuente debería pagar por sus delitos primero en Colombia, los cuales son más graves a la luz del Derecho Penal Internacional. Y no ser entregado a Estados Unidos hasta no contarles la verdad a las víctimas y cumplir con su deuda histórica que tiene con el país.
Con esta ágil extradición, preciso cuando estaba encendiendo el ventilador en el que estaba hablando sobre los graves hechos y su relación con la fuerza pública, no me queda más que pensar que las altas esferas del poder querían mantenerlo “callado” y que sus declaraciones no fueran escuchadas.
¿Por qué cuando Otoniel habla se le extradita? …Entre otras cosas, haciendo un flashback en la historia; cuando se hizo el proceso de paz con las Farc se abrió una ruta de diálogos informales con el Clan del Golfo y fue la Policía la que impidió que se dieran esos diálogos por las relaciones que tenían narcotraficantes que estaban protegidos por el Clan del Golfo, con generales y con miembros de la Fuerza pública. Desde ese punto de vista, el mensaje que se ha dado al país es que no se quiere que se sepa la verdad.
Por cosas como estas ratifico que el contubernio de los “capos”, no solo se dio en el bajo mundo como insisten las narrativas oficiales contemporáneas en nuestro país, sino que también se dio en las más altas esferas del poder, donde se toman las más grandes decisiones.
El narcotráfico y su poder delictivo en diferentes líneas se fue no solamente a tocar el inframundo en la ilegalidad; sino que llegó a las cúspides más altas del poder y allí se quedó…Por eso cuando un capo como Otoniel decide declarar, el bando de las “altas esferas” mueve sus fichas para que ser extraditado lo antes posible.
¡Tranquillos! que con la extradición de ‘Otoniel’ no se van a acabar los males de este país, lo dice el reciente paro armado donde los grupos ilegales se tomaron las zonas más importantes y la fuerza pública pareciera que por esos días no existiera y aunque el Estado ha logrado desactivar varios carteles importantes del país, la mafia en Colombia ha ido transformándose en unas grandes e invisibles corporaciones se nutren de las economías ilícitas y que les lavan sus dineros a los dueños, que son los nuevos capos.
Entonces toca cerrarles la boquita a estos también.
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*Comunicadora Social y Periodista, locutora, presentadora de TV. Adscrita a la Asociación Colombiana de Periodistas de Bogotá. Actualmente labora para RCN Radio, conduciendo noticiero, programa deportivo y transmisiones del Fútbol Profesional Colombiano. Directora de Cotorra Digital.
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