En la carta de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez contra el expresidente Andrés Pastrana Arango, excapos del cartel de Cali, hacen varias revelaciones sobre el famoso proceso 8.000. Dicen que en ese momento, Pastrana como presidente envió al médico Santiago Rojas a la cárcel a entregarles un mensaje.
“El presidente dice que la única solución que él ve posible es que ustedes escriban una carta contando cómo fue el apoyo de ustedes a la campaña de Samper involucrando también a Serpa”, aseguran que les dijo Rojas.
“Nos miramos Miguel y yo y casi le contestamos al mismo tiempo al doctor Rojas, no podemos hacer eso, al doctor Serpa nunca le hemos dado un peso. No, no lo vamos a hacer dijimos Miguel y yo porque no es cierto”, le contestaron ellos.
Aseguran que el médico les habría dicho: “Gilberto, piénselo bien, este hombre puede extraditarlos y lo va a hacer, piensen en sus familias, además, él me comentó que la carta es para llamar a Samper y Serpa y mostrársela para que ellos desistan de hacer declaraciones públicas sobre Dragacol y Chambacú y ahí termina todo, no saldrá a la luz publica”.
Los dos le contestaron que consideraban que eso era un chantaje.
“Tómelo como quiera, pero de lo que se trata es que todos queden bien, que nadie sufra consecuencias, especialmente ustedes que son los más vulnerables en este momento”, habría dicho Rojas.
Al final los dos se convencieron de redactar el documento que la semana pasada entregó el expresidente Pastrana a la Comisión de la Verdad. Según los Rodríguez con eso se rompió la promesa de mantener esa carta bajo reserva y por eso ellos decidieron también contar su versión de lo que pasó. En esa versión, los hermanos Rodríguez dejan claro explícitamente que Horacio Serpa, quien falleció de un agresivo cáncer hace unos meses, nunca tuvo que ver con ese escándalo.
Una navaja de doble filo
La semana pasada, la carta que reveló Andrés Pastrana ante la Comisión de la Verdad, en la que los hermanos Rodríguez Orejuela confirmaban que Samper sí sabía de su financiación en la campaña presidencial, produjo un tsunami en la política.
Pero una réplica quizá más fuerte y poderosa se dio la noche de este martes cuando los capos, ahora extraditados y presos en una cárcel en Estados Unidos, enviaron una demoledora misiva contra el expresidente conservador.
“No nos extraña, pero nos sorprende cómo, con la entrega de la carta enviada a usted con nuestro común amigo el doctor Santiago Rojas hace más de 20 años y sus declaraciones ante la Comisión de la Verdad, usted señala y al mismo tiempo pretende posar de víctima de la corrupción, sin incluirse usted mismo en dicha corrupción”, dice el escrito.
En el documento, los hermanos Rodríguez se despachan y acusan al expresidente conservador de “corrupto” y le dicen que van a “recordarle la memoria”. Aseguran que fueron víctimas de un chantaje y que Pastrana les hizo llegar a la cárcel el mensaje de que estaba dispuesto a extraditarlos si no entregaban información que involucrara a Samper en los dineros calientes, que luego se convirtieron en el escándalo del 8.000.
El médico Santiago Rojas textualmente les habría dicho: “El presidente dice que la única solución que él ve posible es que ustedes escriban una carta contando cómo fue el apoyo de ustedes a la campaña de Samper involucrando también a Serpa”.
Los hermanos aseguran que entraron en cólera y que se negaron a incluir a Serpa, pues no tenía nada que ver y que ni siquiera ante la amenaza de la extradición estaban dispuestos a mentir. Al final, decidieron hacer la carta, bajo la condición de que esta sería privada, promesa que según ellos Pastrana incumplió en la Comisión de la Verdad la semana pasada.
En la carta también dejan ver que la campaña de Pastrana pudo haber recibido dineros de ellos. O al menos insinúan que están dispuestos a hablar de eso. “Por esta última razón ayudamos en los últimos 50 años del siglo pasado tanto a liberales como a conservadores… Su campaña no podría ser una excepción y de eso (hay) un testigo de excepción”. Advierten que el testigo de esa transacción es Álvaro Pava.
Con esta nueva misiva, Pastrana pasa por primera vez en la historia de acusador a acusado, en el escándalo más fuerte de la política de finales del siglo pasado y cuyas consecuencias aún estremecen al país. Hasta ahora, nadie veía venir que la historia de los narcocasetes del 8.000 tuviera un episodio semejante.
Hace apenas ocho días el tablero estaba del otro lado. “Entrego una carta firmada por los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela donde afirman, como usted lo verá, que Samper sí sabía de los ingresos de los dineros del narcotráfico en su campaña”, dijo el exmandatario.
La frase del expresidente Pastrana ante la Comisión de la Verdad puso a Samper contra las cuerdas. Samper, sin mayores argumentos sobre el caso, apenas atinó a recordarle a Pastrana que había aparecido en la lista de viajes de un avión de Jeffrey Epstein.
La carta que Pastrana le entregó al padre Francisco de Roux estaba fechada el 12 de junio del año 2000. Allí, los entonces jefes del Cartel de Cali revelan que la narcofinanciación de la campaña de Ernesto Samper a la Presidencia “no fue a sus espaldas”, como él dijo, y lo llaman “cínico”. Aseguran que Samper construyó “un sofisma”. “Que parte no de la verdad, sino del prudente silencio que hemos guardado”, dicen.