Por: John Jairo Claro Arévalo/ ¿Será posible Caminar, contemplar, compartir y disfrutar una Bucaramanga para dislocar la rutina, trastornar el hábito, interrumpir la monotonía?, mucho de ello era alcanzable cuando el arte y la cultura, a través de la música, el teatro, la danza, la literatura, la plástica, la fotografía y otras manifestaciones artísticas hacían parte del paisaje y el entorno rural y urbano. La pandemia nos quiere acorralar, cambiar nuestros hábitos, costumbres de socialización para alejarnos de la contemplación de todas las bellas artes.
¿Será posible como antes, acariciar la historia, palpar el recuerdo y degustar el presente para redescubrir que nuestra Bucaramanga, la otrora ciudad más cordial de Colombia, la ciudad bonita y la perenne ciudad de los parques, aquella que ha dado cobijo durante años y años a propios y extraños, la que tiene en sus entrañas construcciones patrimoniales de arquitectura colonial, arquitectura republicana española, republicana francesa, republicana estilo inglés, republicano moderno y arquitectura española moderna?. Se destacan: Casa Museo Bolívar, Casa Luís Perú de la Croix, Capilla de los Dolores, Centro Cultural del Oriente, Edificio CP Clausen, (hoy notaría séptima), Plaza San Mateo, Teatro Coliseo Peralta, Teatro Santander, Club del Comercio y UIS Bucarica.
Según la ONU Hábitat, los espacios públicos bien diseñados son fundamentales para el funcionamiento y desarrollo de las ciudades y destaca ocho características que identifican a los espacios públicos efectivos:
- Incrementan la plusvalía de la propiedad pública y privada.
- Multiplican la actividad comercial.
- Refuerzan la seguridad pública.
- Incentivan la cohesión social y la igualdad.
- Mejoran la salud y el bienestar de sus habitantes.
- Reducen el impacto ambiental, sobre todo cuando incorporan áreas verdes.
- Vuelven a las ciudades más atractivas.
- Promueven métodos de transporte más eficientes y efectivos.
¿Será posible invocar de nuevo, el atrevimiento, acudir a la osadía si lo que soñamos, lo pensamos, si lo que pensamos lo queremos y cuando lo queremos lo realizamos? La vivencia que deja huella, no sólo es trasegar por las calles, pasajes y parques de nuestro terruño, al encuentro del músico, el pintor, el malabarista, el bailarín y el actor te prodigan el don de la ubicuidad al público que los ve y escucha. Sumerjámonos en el mundo de Kavafis, al de su poema Ítaca, que nos recuerda que lo más importante de un viaje no es la llegada al destino, sino recorrer el camino.
¿Será posible, conjugar tiples, adoquines, lienzos, arena, flautas, senderos, murales, jardines y entrelazarlos con las mujeres, los hombres, el sol, los niños, la lluvia, los jóvenes, las aves, los ancianos y los árboles para recuperar lo que hemos perdido: el encuentro, la charla, la espontaneidad, el intercambio, la fascinación, la candidez, el gozo?
Los habitantes de Bucaramanga todos los días le madrugamos al Sol y salimos de nuestras casas para desenmarañar las vicisitudes, los tropiezos y los obstáculos con la luz de esperanza y sueños para decirle al pasado que estamos presentes para mejorar el futuro.
¿Será posible?
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*Licenciado en música, artista, docente, compositor del himno de Bucaramanga, exconcejal de Bucaramanga.
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