Muchos permanecen atentos al orden político y las relaciones exteriores, buscando una posición adecuada ante las movidas globales, además debemos acoplarnos y tomar decisiones sensatas ante el gobierno nacional actual.
Por: Roberto Aponte/ Un soplo de libertad refresca el paso del tiempo, un alivio ante las inusuales sensaciones experimentadas en los dos años anteriores y aunque el Covid resurge en menor medida, hasta cierto punto volvemos a la normalidad, sin embargo, el mundo sigue presentando retos e incertidumbre y pasamos por mucho en este periodo y ya se nos va el 2022.
Las secuelas de la pandemia dejaron su impacto en el mundo, en este caso se notaron los efectos económicos, pero si pensábamos que las cosas mejorarían en ese aspecto, las malas noticias llegan y una incipiente tensión se ha convertido en una guerra que no ha cesado y ha dejado su impacto en el mundo.
La lección como siempre es anticiparnos y adaptarnos a todos los cambios globales, aunque proponer esto es complicado, porque yo no me esperaba que hubiera una invasión como la que está haciendo Rusia a Ucrania y la cual generó bastante temor a inicios del año. La tensión se acrecentaba en ciertos momentos claves y en estos días esta calamidad no da tregua.
Muchos permanecen atentos al orden político y las relaciones exteriores, buscando una posición adecuada ante las movidas globales, además debemos acoplarnos y tomar decisiones sensatas ante el gobierno nacional actual. Para muchos representa un cambio, pero la transición tomará tiempo y aunque ya pasamos por el periodo de polarización previo a las elecciones cada bando permanece a la expectativa.
El 2022 para muchos representa un resurgimiento y muchos retomamos las actividades de las que nos habíamos abstenido por el aislamiento, además de que representó un crecimiento desde el ámbito laboral y hay que mencionar que las adversidades de la pandemia permitieron el crecimiento y mejora de los sistemas laborales y educación en conjunto con la tecnología. Se entendió mejor la virtualidad y ahora se conocen mejor sus ventajas e inconvenientes.
Otro aspecto de este año es el panorama que se vio en elecciones, debido al gran cambio que representa para el sistema político de nuestro país que Gustavo Petro sea presidente. Aunque el factor curioso con esas elecciones es que no se cruzaron con el mundial. El hecho de que Colombia no haya clasificado, no quita el interés por este evento que sigue siendo bastante notorio y la emoción de los goles llegó al final de año, lo que convierte a este en un mundial bastante atípico.
Hacer la mayor competencia deportiva en un desierto no es buena idea y menos en verano. Pero ante el negocio del espectáculo lo que se mueve es el dinero y se vieron bastantes criticas al evento antes de que empezará por varios escándalos que tuvo Qatar cuando fue escogido como sede. Aunque para el 2022 pudo aplacar la controversia de la situación hasta el inicio del evento.
Cómo siempre en estos periodos en los que pensamos en el cambio, notamos los impactos de nuestras acciones en este año y como mejorar en el siguiente, porque siempre que se tenga disposición de aprender y aceptar los cambios podemos progresar.
Aunque ya hemos superado la pandemia, muchas tecnologías de la comunicación y varios aspectos de la virtualidad han mejorado y ante los periodos de incertidumbre que vienen lo mejor es abrirnos a encontrar las mejores oportunidades para nosotros. Tanto en el trabajo presencial como el trabajo virtual hay varias alternativas para desempeñarse.
Además, la tecnología cada vez nos presenta más sorpresas en temas como la realidad aumentada y la inteligencia artificial, cada vez tenemos maneras más interesantes para interactuar con el ámbito informático.
Existen muchas maneras de lograr que el 2023 sea un año prospero para todos nosotros. El pasado nos brinda muchas lecciones de aprendizaje y tenemos anticipos que pueden prepararnos para un próspero futuro. Igualmente, el 2023 puede traer muchas sorpresas.
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*Ingeniero Ambiental y escritor
Twitter: @robustories