Un juzgado de Bucaramanga suspendió el retorno a clases presenciales hasta el próximo 2 de agosto. La medida se derivó por un fallo de una acción de tutela.
Según Mauricio Martínez, secretario de Comunicaciones del Sindicato de Educadores, es la mejor decisión ante el riesgo que corren estudiantes y docentes, al no haber garantías en los protocolos de bioseguridad.
El docente indicó que, con el fallo y el aplazamiento, la Alcaldía de Bucaramanga podrá asegurar los protocolos de bioseguridad, toda vez que las UCI siguen en ocupación del 98%.
Por el momento queda suspendida la convocatoria a clases presenciales a partir del próximo 19 de julio, teniendo en cuenta el reporte del Centro Regulador de Urgencias, cuya ocupación está en el 97.7%.
Esto garantizaría la prestación del servicio en forma remota asistida, lo ideal sería que en los municipios del área metropolitana y Barrancabermeja asumieran una decisión similar, en atención a un sentido común para no generar un daño irreparable en los estudiantes, padres de familia y docentes.
Hubo un fallo anterior en donde el juez consideró improcedente la solicitud y no acogió la solicitud de los docentes, manifestó.
“Lo que está sucediendo en estos momentos en municipios como Piedecuesta, en donde se pone en riesgo la comunidad educativa al ordenar el regreso a clases es lamentable y esperamos que las autoridades reconsideren la medida”, afirmó.
El fallo fue emitido por el Juzgado 22 Civil, luego de una demanda interpuesta por los padres de familia Mauricio Rincón y Nepomuceno Ayala, quienes consideraron que no había las garantías para un retorno seguro a las aulas.
Se indicó que Bucaramanga no ha cumplido con la infraestructura, ejemplo de ello es la escuela Camacho Carreño, en donde tienen hacinados a por lo menos 800 estudiantes en una institución que solo tienen capacidad para 250, afirmó.
“Esto demuestra la desidia de la Administración Municipal, después de tres años en donde no se sabe cuando estaría lista la edificación”, puntualizó.