Por: Roberto Aponte/ Colombia es un país megadiverso debido a la presencia de varios pisos térmicos y al hecho de que se encuentra en el trópico y no tienes estaciones y sobre todo que parte de su territorio se encuentra en la selva del Amazonas. Por eso existen muchas frutas únicas con las que se puede establecer un fuerte mercado, no obstante, la pregunta es: ¿Cómo lograrlo?
Muchas de esas frutas endémicas son poco vistas incluso en el mercado local y pueden crecer en los bosques sin problemas, pero solo recolectar los frutos no es suficiente y en el caso de frutas más conocidas como la guayaba se podrían obtener mejores exportaciones de este manjar.
La mejor forma de poder aprovechar todos estos productos es no solo vender la materia prima en crudo sino transformarla. Por ejemplo, de la fruta se puede obtener jugar y postres. Pero no solo podemos quedarnos con comercializar alimentos también se puede abrir un mercado de aceites y medicamentos.
La Sacha Inchi (Plukenetia Volubilis) es una planta que crece en el Amazonas y de sus frutos secos pueden hacerse productos comestibles, suplementos dietéticos, aceites y cosméticos, a pesar de que desde la antigüedad era parte de la dieta de los indígenas incluso también es conocida por el nombre de maní inca, sus usos comerciales fueron descubiertos recientemente y por eso hasta hace unos pocos años se están exportando sus frutos y aún tiene una representación baja en el mercado nacional.
Su nombre proviene de palabras quechuas que significan maní silvestre y esta especie es una enredadera que necesita de la luz del sol para desarrollarse plenamente y posee los siguientes nutrientes: Proteínas, Ácidos grasos como el Omega 3 y el Omega 6. También tiene vitamina E la cual es fundamental para el cuidado del cabello y la piel. Debido a estos compuestos, los productos hechos con este fruto presentan beneficios como: reducir el colesterol, fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades circulatorias. Numerosas tribus indígenas usaban el ungüento obtenido de esta nuez como relajante muscular y como cosmético.
Otro de los componentes estratégicos de este alimento son los antioxidantes: Estás sustancias ayudan a retrasar el envejecimiento y están presentes en muchas frutas tropicales debido a que evitan que se pudran tan rápido ante las condiciones ambientales.
De esta forma se plantea la comercialización del aceite de Sacha Inchi para que las personas muestren una apariencia más joven y a su vez se mantengan saludables, por lo que es un producto que puede ser exitoso en personas de la tercera edad, un amplio público objetivo ya que es un tipo de población que va en un aumento, además de que poseen bastantes ingresos por lo que se prevé que ejerza una fuerte demanda.
Teniendo en cuenta esta información se están creando empresas que producen, transforman y comercializan este fruto en diferentes presentaciones y a su vez se estimula a los cultivadores a que tengan la maquinaria para que ellos mismos pueden crear el aceite. Esto es un ejemplo de cómo hacer rentable la biodiversidad de productos que ofrecen estas tierras.
Para poder aprovechar la biodiversidad de Colombia es necesario investigar cada una de sus especies y conocer sus elementos productivos, y hay mucho por conocer teniendo regiones como la selva del Darien y el Amazonas. La Sacha Inchi es un excelente ejemplo de lo que podría considerarse un tesoro selvático y puede que existan muchos más.
Con todas estas características podemos ver que Colombia es un país con una variedad de materia prima que a su vez es potencial para lograr un fortalecimiento agroindustrial del país y de esta forma crear un fuerte modelo económico de exportaciones.
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