De las 13 megaobras que en la actualidad se desarrollan en Santander algunas pocas coinciden en su avance y lo programado tanto en obra como en la inversión.
Buenas noticias se reportan con la obra de la Ruta del Cacao Bucaramanga – Barrancabermeja, mientras que pésimas noticias se anuncian con las obras Autovía Bucaramanga – Pamplona y la Variante San Gil.
Aunque hay obras que no se pueden lavar las manos como la llamada Construcción terminal aérea Aeropuerto Los Pozos o la Concesión vial de La Mesa de Los Santos que está a tres años de concluirse y se especula que se extendería a diez años más. Es decir, de 20 años iniciales se llegaría a 30, y los usuarios no se muestran satisfechos con ese Contrato de Concesión, en donde ahora, por ejemplo, tardan hasta dos horas para poder pasar por el peaje y las demoras en el tránsito son descomunales, sin hablar del desgaste de la carpeta asfáltica que genera accidentes.
De esas obras y otras más se presentaron noticias alentadoras y desalentadoras este jueves 14 de octubre en el Salón Alfonso Silva, tercer piso de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, en donde el comité de veedurías expuso el informe de seguimiento y vigilancia técnica, administrativa, financiera y jurídica de los proyectos de infraestructura de mayor relevancia contratados en Santander.
Orlando Enrique Pedroza Niño, Ejecutivo Compromiso Público Empresarial, de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, en rueda de prensa hizo un balance de lo presentado.
Dijo al respecto que “presentamos el segundo informe de veedurías a megaobras de Santander. En la actualidad hay 13 obras en ejecución. El equipo está conformado por cuatro ingenieros veedores que van a campo y están en constante observación tanto administrativa, financiera, y jurídica a estos contratos”.
Dijo que vienen ejecutándose de la manera correcta como es la Ruta del Cacao, que es una obra que ha cumplido con los plazos, que viene cumpliendo con las características técnicas y lleva un tanto de atraso de no más de dos puntos porcentuales.
Mientras hay otras obras como Variante San Gil y Autovía Bucaramanga Pamplona que presentan atrasos considerables, cerca del 60% de lo programado con lo ejecutado realmente.
Respecto a Variante San Gil, informó la veedora Marcela Gualdrón, está ejecutado un 5% y debería estar en cerca del 69%. En la actualidad el contratista y la interventoría no se ponen de acuerdo con unos precios unitarios. Hay cerca de 111 precios unitarios en los cuales no se han puesto de acuerdo. Para ponerse de acuerdo en un precio unitario duran casi un mes. Acá es donde debe interceder el Invías que es el dueño de la obra y hacer una mesa de trabajo y pausar y decir quién tiene la razón o poner un precio de acuerdo a lo requerido.
Por otra parte, se presentan unos problemas prediales en algunas pilas de unos puentes. Y la parte en cuanto a adquisición de predios ya se consumió su valor y faltan muchos más predios para adquirir lo que quiere decir que la obra va a requerir más recursos.
En lo que se refiere a la Autovía Bucaramanga Pamplona, explicó Pedroza Niño, está en una situación bastante grave. Ya se han hecho varios llamados a la Agencia Nacional de Infraestructura – ANI – y al Gobierno Nacional porque esta obra está en el 65% de atraso en la C1 y C2 que llaman. Lleva ejecutado solo el box culvert (alcantarilla tipo cajón) que está en la entrada cerca de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Y las otras unidades funcionales que son desde el kilómetro ocho, Cuesta Boba, Mutiscua y Pamplona, que son las 2, 3 y 4, llevan un avance tan solo del 25% cuando ya debería estar en cerca del 99%. Esa obra ya está a punto de entregarse, según la programación.
Al parecer en esta obra se dice que el contratista no tiene liquidez, se especula que le quieren comprar el contrato, pero no se ponen de acuerdo. Aparte justificado el atraso de C1 y C2 por las entradas industriales. Pero la justificación no es tan real cuando se observa que las otras unidades funcionales no avanzan y no tienen problema por trabajar.
Esto es un balance, hay obras que van bien como la Ruta del Cacao, pero hay unas quedadas como la Variante San Gil y como la Autovía Bucaramanga Pamplona, dijo Orlando Enrique Pedroza Niño, Ejecutivo Compromiso Público Empresarial, de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
El mismo ejecutivo manifestó que en la exposición también se informó de la carta de la Fundación Participar que es muy valedera, en donde la Cámara de Comercio de Bucaramanga también participa, es pidiendo más recursos para la vía Bucaramanga – San Gil – Barbosa, porque es una de las principales troncales que requiere realmente inversión.
Dijo que se están haciendo unas mesas de trabajo, se reunieron con un grupo de gremios que se llama Alianza por Santander en donde está Prosantander, Macol, Andi, Fenalco Sur, Fenalco Santander, entre otros, se está trabajando. Hace poco la Comisión Regional de Competitividad tuvo una reunión con el Gobierno Nacional y se sigue ejerciendo presión para ver qué más recursos se pueden traer para la región.
La inversión que se traiga para las vías de Santander no solo va a beneficiar a Santander – dijo – realmente la inversión es para el país. Por Santander trascienden las vías más importantes del país y que se requiere la inversión urgente para que la movilidad y los costos de operación, así como el transporte mejoren no solo para el Departamento sino para toda Colombia.
Manifestó Pedroza Niño que el interés principal es que se trabaja para los empresarios en la Cámara de Comercio de Bucaramanga, y explicó que si desde esta entidad se le hace una correcta veeduría, si se hacen los llamados de atención necesarios y se ayudan a solucionar los problemas que se presenten en estas obras, los que se benefician son el empresariado y la comunidad. Se benefician en que los costos de operación disminuyen, tiempos de transporte disminuyen y se logra la facilidad en la movilidad, por eso desde allí trabajan para el empresariado pero también para Santander.
Como cierre explicó Pedroza Niño que el principal punto critico de las obras, entre ellas las mega obras analizadas, muchas veces es la planeación, la cual se convierte en un talón de Aquiles, planeación tanto en tiempo como financiera, nunca coinciden, se puede encontrar que casi todas las obras presentan atrasos considerables. Y esa falta de planeación impacta fuertemente en las obras y las encarece y no solo en Santander sino en todo el país.