Cumpliendo con las expectativas de analistas y encuestas y sin sorpresa alguna, Alemania consolida su giro a la derecha. En una jornada electoral tranquila y sin sobresaltos, cerca del 84% de los 59,2 millones de ciudadanos llamados a las urnas este 23 de febrero emitieron su voto a lo largo del día.
El bloque conservador formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara la Unión Socialcristiana (CSU), ha obtenido el 28,5 % de los votos, según los resultados oficiales preliminares, una vez contabilizadas las papeletas de 296 de 299 distritos electorales.
El líder de la Unión Democristiana, Friedrich Merz, resaltó la “victoria” de la coalición conservadora que lidera en las elecciones legislativas alemanas, celebradas este domingo, y aseguró que va a gobernar.
“Vamos a gobernar (…). Hemos ganado las elecciones federales de 2025. Nosotros, la CDU y la CSU (Unión Social Cristiana), la Unión, ha ganado estas elecciones federales de 2025″, afirmó Merz ante los seguidores de la formación congregados en la sede de Berlín.
Ante el escenario actual, en el que ningún partido puede formar gobierno por sí mismo, el próximo liderazgo alemán será, con toda probabilidad, basado en una alianza partidista, aunque la naturaleza de la misma está por definirse.
Alemania afronta desafíos que sacuden su modelo de prosperidad e inquietan a la población.
El próximo gobierno se enfrentará a la recesión económica, las amenazas de una guerra comercial con Washington, así como la puesta en duda del “paraguas” estadounidense sobre el que contaba Alemania para garantizar su seguridad.