Por: John Jairo Claro Arévalo/ Mientras en muchos países del mundo se castiga la corrupción hasta con la pena de muerte: Singapur, China, Indonesia, Iraq, Irán, Tailandia, Laos, Vietnam, Myanmar, Marruecos y Corea del Norte, en otros países se sanciona severamente con penas privativas de la libertad, sin que medie el “fuero presidencial” como lo tiene Colombia, que quien juzga a nuestros presidentes en la comisión de delitos de responsabilidad e indignidad, es el congreso de la república, un antro corrupto hasta los tuétanos.
Hagamos un poco de historia de políticos que han tenido que renunciar a sus cargos por escándalos ligados a su quehacer político, el más sonado fue Richard Nixon, de Estados Unidos, quien en 1974 renunció a la presidencia por el escándalo Watergate, en 1992 Fernando Collor de Mello presidente de Brasil quine fue destituido y luego acusado de corrupción, en 1993 fue destituido Carlos Andrés Pérez, de Venezuela, acusado de malversación y enriquecimiento ilícito, en 1997 fue destituido Abdalá Bucaram, presidente de Ecuador por desvío de fondos públicos, en el año 2000, el entonces presidente Alberto Fujimori, fue destituido y condenado por crímenes de lesa humanidad, la lista es larga.
Esos mandatarios han sido condenados por actos contra el fisco, sin embargo, en otros países por actos que van contra la moral y la ética pública, algunos presidentes y funcionarios han sido sancionados como es el caso del presidente lituano Rolandas Paksas, quien en el año 2004 fue destituido por otorgar la nacionalidad a un ciudadano ruso, en el año 2005, Lucio Gutiérrez, presidente de Ecuador fue destituido por colocar allegados en la Corte Suprema de Justicia, en ese sentido son innumerables los políticos que han sido apartados de sus cargos por hechos que van contra los principios, la ética y la moral pública.
En Colombia tenemos unas particularidades, todos los mandatarios de turno procuran tener en su bolsillo a los entes de control, Fiscalía, Procuraduría, Contraloría, para seguir en la impunidad por sécula seculórum, recuerden el sonado proceso 8.000 de Samper y los 6.402 falsos positivos de Uribe Vélez, entre otros.
Cómo olvidar al zar anticorrupción Luís Gustavo Moreno, condenado por corrupción, a Yidis Medina condenada por cohecho, delito bilateral, mientras el otro acusado está revoloteando políticamente como si nada hubiera pasado.
Somos un país en donde se roba, se trampea, se agrede, se insulta, se violan derechos humanos, se descalifica, se calumnia, se injuria, incluso hasta se mata y se come del muerto, como se dice popularmente, y no pasa absolutamente nada.
Es cierto que estamos es un estado de derecho, pero dentro de un estado torcido, en donde ningún político asume responsabilidades políticas propias de sus actos, la ética y la moral pública valen un pepino, por ello traigo a colación al precandidato presidencial Rodolfo Hernández quien en el ejercicio de su carrera política fue destituido por la Procuraduría mediante la resolución N°1256 de 1994, cuando fue concejal de Piedecuesta por allá en los años 90 (ver imagen), además, pidió coimas de 400 millones para integrar la lista a la cámara en Santander.
También, como empresario constructor, amenaza con pegarle tiros a quien le haga un reclamo de los apartamentos que construye, ver:, actualmente, está siendo enjuiciado por el juzgado 10 penal de Bucaramanga por el delito de interés indebido en la celebración de contratos. Ver video.
El exalcalde de Bucaramanga siempre ha evadido su responsabilidad política, dio el aval con su movimiento la Liga a sus cuatro concejales electos en Bucaramanga, 2 diputados en Santander y el actual alcalde de Bucaramanga, sin embargo, meses después, salió a despotricar de ellos, tal es el caso de la concejala Marina Arévalo a quien expulsó de su movimiento, dizque por no cumplir con el mandato de no robar, no mentir, no traicionar, eso sí, sin prueba alguna.
Eso mismo ocurrió con la diputada de la Liga Anabel Tarazona, quien el exalcalde Rodolfo anunció que demandaría su curul “por incumplir los postulados de la colectividad a cambio de prebendas”. Hasta la fecha no existe ninguna prueba de ello.
En ese mismo sentido el ingeniero Rodolfo Hernández, quien le recomendó a los bumangueses votar por el también ingeniero Juan Carlos Cárdenas, actual mandatario, se ha ido lanza en ristre contra él, por la mismas razones expuestas contra la concejala Arévalo y diputada Tarazona, Rodolfo tilda a Cárdenas de bruto.
Al exalcalde Rodolfo Hernández, ante todos esos “desaciertos” de recomendar a los santandereanos que voten por candidatos que ni el mismo conoce, le cabe un juicio moral, por sus actuaciones a lo loca tolondra, díscolas, viscerales y emocionales.
¿Dónde está su responsabilidad política? ¿Será porque somos un país sinvergüenza, donde prima más el poder del dinero, donde los traquetos, mafiosos, guerrilleros, paracos y corruptos que, aunque son la gran minoría, tienen amedrentado, anestesiado a la gran mayoría?
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*Licenciado en música, artista, docente, compositor del himno de Bucaramanga, exconcejal de Bucaramanga.
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