Por: Sergio Julián Santiesteban Herrera/ Nuestro país no puede ser paternalista, uno de los flagelos de la sociedad es precisamente el comunismo y está pandemia no puede propiciar para convertir su pueblo en mendigo, recibiendo ayudas mediante un formalismo.
En esta pandemia se debe ayudar a las familias más necesitas de estratos 0, 1, 2 en devolución del IVA, en Familias en Acción, jóvenes emprendedores, adulto mayor, madres solteras… Debe ser una tarea seria y responsable, no podemos seguir o estar en la lista de los países con más corrupción y mucho menos ocupando el 1er lugar.
Vergüenza es lo que debemos sentir, la falta de ética, de honestidad de quienes propiciaron, permitieron y se robaron las ayudas, esa inteligencia que han usado para aprovecharse de quienes realmente necesitan es la que los gobiernos nacional, departamentales y municipales desde la ÍAS debe hacer pagar, donde deben castigar a todos quienes participaron y vetar de hacer y ser parte como servidor público.
El pueblo siempre pagando los platos rotos
¿Por qué debemos de cumplir un acuerdo de un gobierno que buscó hacer una justicia paralela para la falsa paz de Farc y Santos, donde esa Justicia Especial para la Paz (JEP) nos cuesta una millonada?
Miremos este dato, “solo del arrendamiento del edificio Torre Squadra ubicado en la carrera 7 No. 63-44 de Bogotá para el uso exclusivo y funcionamiento de la JEP, por un valor total estimado de 18.650’755.200 pesos. Dividiendo esta cifra en los 12 meses del año el resultado es 1.554’229.600 pesos, apenas un poco más de los 1.550 millones mensuales mencionados por Valencia”.
Es absurdo que el sentido común basado en la ética y moral se pierda por el adoctrinamiento y por congresistas que no buscan sino desangrar el tesoro público detrás de una envestidura, afirmado y buscando desde intereses personales mantener una JEP.
“Dejar a la JEP desfinanciada en un 30 por ciento es dejarla morir de inanición. Junto a otros compañeros he presentado una proposición para aumentar el presupuesto de esta institución en 34 mil millones. No podemos dejar sin recursos a la paz”, expresó Benedetti.
Dinero que nos hace tanta falta para la inversión social no para alcahuetear parásitos, el país se construye sin tintes políticos y debe ser con madurez política una vez se adquiere el compromiso por el cual un político fue electo. Salieron hacer una réplica justificando su descaro, cuando se vieron vulnerados por el siguiente proyecto:
Este hecho se conoce justo unos días después de que el Centro Democrático radicó un proyecto de reforma constitucional que busca derogar la Jurisdicción Especial para la Paz.
Señores muy respetuosamente les digo, dejemos descansar a los hermanos difuntos que en este conflicto armado o guerra irregular por ser del mismo país, absurdamente donde se masacran, matan los hijos de nuestra misma familia o acaso que familia no la ha vivido, niños reclutados, campesinos, estudiantes, etc., del mismo modo quienes prestaron su servicio a la patria desde las fuerzas militares y la fuerza pública, han muerto, han perdido miembros por mutilaciones, acaso no somos todos compatriotas, ¿dónde está la coherencia, la sensibilidad, la solidaridad y la objetividad?
Acaso no nos duele la muerte de nuestros hermanos. Por más verdad que sea, porque revivir el dolor, el resentimiento, el rencor, ese dolor que parte el alma, por más JEP, a mi hermano menor no lo van a devolver vivo. Es fácil hablar o ver la paja, el dolor ajeno, pero lo viví y lo vivimos.
Con ese dinero que se gasta, ¿por qué no se invierte en tejido social? Deberían indemnizar a esa madre que le arrebataron su hijo, a ese hijo que dejaron huérfano, a esos hermanos que le quitaron a su compañero de crianza, su amigo del alma de la vida llamado hermano… A esa esposa que le mataron su amor, con quien emprendió su núcleo familiar, ¿por qué lucrarse de nuestra sociedad que agoniza del dolor de sus hijos bañados en sangre? Que sadismo el de la JEP.
El derecho del pueblo a expresar su inconformidad
El pueblo tiene sus deberes y sus derechos y entre ellos nombrar sus mandatarios para ser los primeros servidores públicos donde con sentido común, con sentido de pertenencia, con sentido social, solidaridad deben buscar, gestionar, impartir lineamientos acordes a nuestra realidad para salir adelante en los diferentes aspectos. A ellos debemos encaminar, si las decisiones son equivocas o apoyar en la toma de decisiones, buscando el beneficio del país y de quienes requieren soluciones.
Por ello los invito a no destruir lo que es de todos, es decir lo público, a respetar lo ajeno o lo privado y particular, siendo estos bienes de quienes, con esfuerzo, sacrificio dedicación han logrado construir su presente generando progreso, empleo, desarrollo es decir haciendo patria mediante la construcción de sus empresas, por su familia, por su país.
El pueblo no puede asumir más productos de la canasta familiar grabados con el IVA. El aplicar el IVA a nuevos productos de la canasta familiar afecta directamente a todos y cada uno de los núcleos familiares, so pena del incremento del salario mínimo legal en tiempo de pandemia, no compensa y por el contrario hace que menos capacidad de adquirir o completar el “mercado» es decir los artículos de la canasta familiar.
Afortunadamente nuestras tierras son productivas y pese a todos y cada uno de los inconvenientes que se presentan para lograr sacar las cosechas nuestros campesinos, tenemos productos agrícolas para preparar nuestros alimentos y el pueblo colombiano sabe que se debe aprovechar la cosecha de ciertos productos que al aumentar su producción baja considerablemente el precio haciendo más económico el producto a la hora de comprar, por ello la invitación es a consumir las frutas, verduras, legumbres, granos… Que están de cosecha, minimizando el consumo de los que están escasos.
La juventud, la mano de obra que le hace falta al campo
Debemos darnos cuenta de nuestra mayor riqueza y son precisamente las tierras bajo este cielo que nos vio nacer, nuestro país cuenta con una variedad de tierras, como bendición de Dios, fértiles y adornadas por diferentes cuencas híbridas, arroyos, quebrada, ríos, lagos, lagunas… que a la hora de cultivar facilitan el riego de los diferentes cultivos.
Donde se debe articular al campo esa juventud que tanta falta le hace, debemos fortalecer lo mediante programas productivos donde el emprendimiento en la agroindustria demos paso al procesamiento de nuevos productos.
Para ello debemos creer en lo nuestro y apoyar lo, pensemos que nuestros campesinos ante las inclemencias del clima, de factores que ponen en riesgo la cosecha, no les es fácil sembrar cuando a precio de “huevo” les queremos pagar, cuando pedimos rebaja por un producto extranjero, pero a lo nuestros hasta la “ñapa”, descuento, vendaje, libras largas… Nos inventamos de todo para aprovecharnos del sencillo y humilde trabajador del campo.
Otras afectaciones que hacen más difícil cultivar y son precisamente los insumos, abonos fertilizantes, pues estos deben ser amigos del medio ambiente. Por ello debemos articular la Academia, desde la técnica, de nuestros jóvenes tecnólogos y universitarios, de la mano de las empresas agrícolas, alimenticias, químicas, inyectando ese músculo económico de los inversionistas, para transformar nuestra materia prima.
Solo así lograremos más campos de acción laboral generando nuevas alternativas de empleo, ese empleo que requieren nuestros jóvenes y el progreso que anhelamos.
“Un país que exporte su materia prima sin transformar, condena a su gente al desempleo, a la miseria”. ¿Por qué no le apostamos a que Colombia sea la gran despensa mundial?
El pueblo sigue asfixiado con el 4 × 1.000
Es la hora de desmontar la ayuda a los banqueros, es absurdo que en la remuneración de nuestro trabajo tengamos que compartir nuestras ganancias con los bancos, ¿luego ellos no trabajan con nuestro dinero, cobran cuota de manejo obviamente es el precio por guardar nuestro dinero, cobran por el uso de cajeros, por transacciones? Deben entender que con los avances tecnológicos y el uso del Internet y con ello las app, estas aplicaciones han permitido que los pagos con el papel moneda o efectivo pasó a ser pagos en línea, es decir, ha incrementado el servicio de los bancos, que inclusive la ayudas solidarias las pagan mediante estos medios. No veo el por qué seguir contribuyendo a los bancos con el pago del 4×1.000, llegó el momento de contribuir al bolsillo de todos y cada uno de los colombianos ¡No más 4×1.000!
Un servidor público debe ser solidario
Nuestros gobernantes, desde las diferentes corporaciones públicas y más aún los congresistas, deben ponerse los zapatos del pueblo y más aún a aquellos que fueron elegidos por el voto popular, ¿dónde están esos valores, ese sentido común, sentido de pertenencia, de solidaridad con su gente?
Señores los invito a reflexionar, esa carga en salarios debe tener un cambio en austeridad, el pueblo no puede mantener esa carga salarial, si señores, porque del bolsillo de sus electores y de todos, es que se les paga el sueldo, ustedes son los primeros empleados o servidores del pueblo y estamos en un momento donde debemos salvar nuestra gran empresa llamada Colombia y en la administración del gobierno debemos decirles, señores no queremos reducir nuestra planta porque ustedes tienen un contrato de cuatro años, así que quizás en las próximas elecciones debamos reducir las vacantes, por ahora son conscientes, reflexionan por solidaridad con el pueblo y por ustedes mismos. A bajar substancialmente el sueldo de los congresistas porque el cinturón o correa nos lo debemos ajustar todos.
¡Colombianos el país necesita de todos! No bajemos la guardia con los protocolos de bioseguridad, es cuestión de convivir con el Covid-19 mientras lo desterrados de la faz de la tierra con la ayuda de Dios.
*Mecánico de mantenimiento de plantas industriales y docente industrial.
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