Por: Luis Carlos Heredia Ordoñez/ El desarrollo de cultivos en Colombia se ha convertido en uno de los elementos dinamizadores de la economía, debido a la apertura de los mercados que el año 2017 ha alcanzado niveles interesantes.
Como, por ejemplo, en el cultivo de limas ácidas niveles de 86.297 toneladas, según estos datos del observatorio del Ministerio de agricultura, es la evidencia de que la agricultura de exportación es un medio interesante para la generación de ingresos para el campo colombiano.
Para nadie es un secreto, que Colombia tiene una alta potencialidad en el desarrollo agrícola, el potencial para cultivar en Colombia se extiende por 39,2 millones de hectáreas.
pero según datos de diversos entes especializados, en el país solamente se aprovecha el 18% del terreno, y en uso permanente para la agricultura hay solamente 7 millones de hectáreas.
Debido a esta potencialidad en la producción agrícola, urge la necesidad de fundamentar procesos de construcción enfocados en el campo colombiano.
que logren abrir mercados y acercarlos en más de 180 países, en donde los productos cultivados en Colombia y no solamente estamos hablando de Café y de Coca, son degustados por paladares internacionales y tienen gran aprecio por su calidad.
Productos como: Frutas y verduras, ganadería, alimentos exóticos (guanábana, pitahaya, entre otros) se han convertido en principales elementos para los mercados internacionales y que se han convertido en referentes en producción de alimentos de buena calidad.
Además de esto; la potencialidad agrícola en nuestro país requiere de mucha infraestructura vial y de almacenamiento.
Haciendo necesario que el compromiso de los gobiernos locales y nacionales sea el de promover el crecimiento de esta infraestructura por medio ya sea de la inversión Estatal, la inversión de los impuestos de los colombianos y también hacer más atractivo (con reducción de impuestos) la generación de inversión empresarial de tipo privado en proyectos del agro.
En los últimos meses, no es para sorprenderse los niveles altos de corrupción que han sido evidenciados en nuestro país, en donde el dinero de la corrupción se va para hacer estatuas mesiánicas en montañas, invertir en armas para la policía nacional, invertir en programas de TV con pésima audiencia y fortalecer con cambios de uniforme de las fuerzas armadas; que están más preocupadas por un cambio de look, porque les combine el uniforme con la patrulla,
No se puede seguir permitiendo en Colombia, este derroche de los recursos públicos, mientras en el campo los productores aún siguen sacando en muchos casos sus productos como si estuviéramos en el siglo XVII a punta de mula y caballo
Siendo esto propiciado por la ignorancia y especialmente por la soberbia del estado en invertir en las realidades que tiene nuestro país y especialmente en solucionar las grandes necesidades que tiene el campo colombiano.
Estas inversiones son importantes, para lograr que el campo y el sector agropecuario en Colombia sea un ente generador de ingresos, de empleos.
Para que ojalá, ese mal llamado “estallido de emprendimiento” sea realmente una realidad y no solo verborrea fantasiosa de un presidente colombiano desconectado de su realidad y de las penurias que pasan los ciudadanos día a día.
El crecimiento el agro colombiano, según el ministro agricultura Rodolfo Zea durante el año 2020, fue un crecimiento del 2.8 %del sector, teniendo en cuenta que fue uno de los sectores con más dinámicas a nivel nacional y generador de empleo.
Estos datos hacen más que evidente la imperiosa necesidad de fortalecer y proporcionar alternativas a los productores agrícolas, que permitan generar confianza inversionista en el país; pero también desarrollo y apertura de nuevos mercados internacionales.
Una de las claves ironías es que al ser el sector del agro colombiano uno de los principales generadores de exportaciones, empleos, y generación de empresas; especialmente en Santander y en Colombia no se han hecho inversiones importantes a nivel de estado para garantizar una independencia de los insumos agrícolas.
Uno de estos casos importantes y que se debe mencionar es el desfalco a Fertilizantes de Colombia (Ferticol) una empresa estratégica que ha sido robada y desahuciada por los corruptos desde hace años, con ello acabado con una planta de producción de abonos, que es fundamental para el desarrollo del agro colombiano.
Además de que este tipo de proyectos son claves en la seguridad alimentaria nacional, la generación de empleo y la inversión de estado en proyectos productivos claves para la soberanía alimentaria
Hoy en día es mucho difícil en el país, crear una planta tecnológica para el desarrollo de insumos agrícolas, que importar algunos insumos agrícolas, siendo la importación uno de los procesos más costosos para el desarrollo del agro en Colombia.
Además de esto, la ausencia de estrategias desde la academia que permitan potencializar a los profesionales universitarios, en asuntos como el desarrollo sostenible, las buenas prácticas agrícolas, la generación de estrategias de producción más limpia.
Hace indispensable que la formación académica aterricen las realidades del agro colombiano y de muchos otros sectores, para que se pueda generar una formación real y que permita solucionar las problemáticas de producción de alimentos y seguridad alimentaria en Colombia.
Además, de que se hace necesario que los proyectos ambientales, agrícolas y de mercadeo, deben ir enfocados preferiblemente desde la universidad en la formación de profesionales que puedan dar soluciones reales tangibles y con proyección a fortalecer el campo colombiano.
Con esto hacemos un llamado importante a la necesidad de pensar el agro colombiano desde el desarrollo sostenible
De igual manera, ya no se puede seguir por un lado enfocando las ciencias y la academia en problemas utópicos, que no soluciona las realidades del país, es hora de que las universidades replanteen el papel que están haciendo en los sectores económicos, además que son los llamados a generar conocimiento real y tangible para la solución de los problemas a nivel nacional y local.
Por otro lado, la ausencia de un estado, que por medio de la corrupción sigue creyendo en ideas abstractas y absurdas, que o dan soluciones a las necesidades de desarrollo del país.
Además de esto, la falta de visión de una clase política que ni siquiera sé en su vida ha tenido un puesto de empanadas, ha cogido un azadón para cultivar y mucho menos ha tenido una empresa que administrar, hace que la formulación de políticas y de proyectos que ayuden desde el estado al sector agro en Colombia sea un fracaso y sobre todo no se considere estratégico
No se puede seguir abandonando a los productores agrícolas y hacerlos ver que el campo es solo pérdidas económicas y fracaso.
Es necesario que el estado colombiano encabezado por su ministro de agricultura, tengan el carácter y criterio para ir generado las conexiones adecuadas para fortalecer estos gremios y hacerlos competitivos a nivel internacional y sobre todo aprovechar tantas tierras sin producir en Colombia.
Haciendo necesario el fomento para el desarrollo de cultivos agrícolas que no solamente generen réditos económicos sino también una economía próspera.
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*Tecnólogo ambiental, ingeniero ambiental.
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