Por: María Isabel Ballesteros/ Luego del último foro que se llevó a cabo en la Universidad de la Sabana, con los cinco precandidatos del Centro Democrático a las elecciones presidenciales del 2022, y durante los cuales los aspirantes se han dado a la tarea de convencer a los seguidores de esta colectividad, quedamos en espera de los resultados de las 4.200 encuestas que se realicen de forma presencial y telefónica en todo el país, donde el 25% está dirigido a la militancia y el 75% a la ciudadanía cercana al partido.
El nombre del candidato único del Centro Democrático se conocerá el 22 de noviembre luego de que las firmas Yanhaas y el Centro Nacional de Consultoría, encargadas de realizar este proceso, revelen al ganador quien debe vencer con un margen superior al 4% con respecto al que quede en segundo lugar; terminando el mes habrá una convención nacional para ratificar esta decisión.
Pronto tendremos noticias definitivas, pero lo más importante es que hasta ahora los aspirantes se han comprometido a respetar el resultado, aceptando la propuesta programática de quien resulte ganador y ayudándole, como expresa la directora del partido Nubia Stella Martínez, lo cual es un hecho de unidad que necesitamos ver luego de los comicios regionales que en el 2019 dejaron muchos sinsabores, por las divisiones que se produjeron al interior de la colectividad en cuanto a los avales y que ocasionó la pérdida de credenciales en lugares donde predominaba el Centro Democrático.
Por eso mismo, ante el reto que tenemos frente a las presidenciales del 2022, me parece importante enfocarnos principalmente en la percepción que nos da cada uno de los aspirantes, que a lo largo de los foros han argumentado sus propuestas las cuales representan ampliamente los valores del partido.
Josué Alirio Barrera Rodríguez o “el del sombrero” es considerado por algunos medios como el “candidato revelación del partido” pues, además de ser subcampeón mundial de coleo, llama la atención porque sin contar con mayores estudios ni experiencia en el sector público tiene como carta de presentación los resultados que alcanzó siendo gobernador del Casanare, en el periodo del 2015 al 2019. Allí logró no solo sanear la deuda del departamento, sino entregar un superávit y llevar varias universidades y sedes del Sena a su jurisdicción. Además de campesino recio, auténtico y creyente declarado, utiliza un lenguaje coloquial con el que puede llegar a identificarse buena parte de los colombianos, que también nos reconocemos mayoritariamente creyentes.
La politóloga y actual senadora de la república María Fernanda Cabal Molina ha tenido un viraje muy favorable en su percepción, pues aunque siempre ha sido muy polémica por sus declaraciones, actualmente ha logrado matizar su discurso, muy cercano a las bases uribistas, con la sobriedad que da el conocimiento de la historia del país y el buen manejo de su inteligencia emocional, actitud que incluso ha logrado atraer a quienes no caía tan bien y que en consecuencia la está llevando a tener una mayor cercanía con la gente.
El apoyo firme a la fuerza pública y la recuperación de la seguridad democrática son el adalid de esta candidata, que sigue subiendo como la espuma afuera y adentro del Centro Democrático, pues se le considera una de las figuras que emula mejor la admirada autoridad del expresidente Uribe.
Óscar Iván Zuluaga Escobar, economista y reconocido como uno de los mejores ministros de hacienda durante el segundo gobierno del Dr. Álvaro Uribe Vélez, no solo cuenta con una exitosa trayectoria dentro de la empresa privada, donde se convirtió en un gran líder gremial, sino dentro del sector público en el que ha hecho carrera política siendo concejal, alcalde, senador y ministro.
Adicionalmente, su experiencia en las justas presidenciales del 2014, cuando ganó la primera vuelta, nos hace pensar en el alto nivel del resultado electoral que en su momento tuvo el “Zorro Zuluaga” y quien sigue contando con el respaldo de la mayoría de congresistas del partido, a pesar de la polémica que generó este apoyo en medio del proceso de elección establecido por la colectividad para escoger a su candidato único.
Rafael Nieto Loaiza, abogado, docente y exviceministro del Interior y de Justicia, ha sido un prolífico columnista y uno de los aspirantes que se ha mostrado más autocrítico dentro del partido y también hacia el gobierno del presidente Duque. Desde mi punto de vista esta actitud, que ha sido criticada por parte de la militancia del Centro Democrático, es un punto a su favor pues si lo miramos objetivamente la autocrítica es un insumo para la superación, que denota la capacidad analítica y reflexiva de una persona. La autocrítica también propicia el diálogo interno, tan necesario dentro de los partidos, pues permite la retroalimentación al aprender de los errores y tomar correctivos sin los cuales no se puede crecer ni mejorar.
Aunque Rafael Nieto ha salido a recorrer el territorio, como la mayoría de los precandidatos, y sus propuestas llaman la atención pareciera que su mayor reconocimiento está en los estratos altos de la capital del país, por lo cual y conforme a sus palabras en el penúltimo foro, en Villavicencio el 30 de octubre, hay mucho por “trabajar, trabajar y trabajar para triunfar en el 2022” y en su caso, especialmente, para ser aún más visible como candidato presidencial a nivel del país.
Finalmente, la abogada, filosofa y por dos periodos senadora Paloma Valencia Laserna no solo es reconocida por su legado político familiar, sino por su papel como analista y columnista en diversos medios de comunicación, además de ser una de las más fervientes escuderas del expresidente Uribe, a quien en sus tiempos de senador siempre le “habló al oído”.
Paloma ha sido una de las voces más reconocidas contra el acuerdo de La Habana y pasado el tiempo ha ido superando esas situaciones que despertaron en el país tanto odios como amores, para configurarse hoy como una candidata madura que ha aportado en la defensa de los derechos de los niños, víctimas de violencia sexual durante el conflicto armado, de los paneleros, los pequeños empresarios y el medio ambiente.
Para resumir, tenemos un diverso ramillete de aspirantes que en su mayoría también son empresarios que cuentan con talento, conocimiento, experiencia, carisma, carácter, autenticidad y credibilidad, quienes con todas estas cualidades podrían aplicar muy bien para que nos representen con mano firme y corazón grande y le devuelvan al país, como rezan nuestros pilares, la seguridad democrática, la confianza inversionista, la cohesión social y un Estado austero, descentralizado y transparente, donde exista un verdadero diálogo popular.
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Asesora en Sistemas Integrados de Calidad
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