A tan solo tres días de que se reabra la frontera entre Colombia y Venezuela, después de cerca de cuatro años de intermitencia, el ministro de Comercio, Germán Umaña, afirmó que el cierre es un episodio que no se debería volver a repetir por la hermandad y comercio que existe entre los dos países.
Los beneficios, según el jefe de la cartera, se verán de inmediato. El comercio y las condiciones sociales, que asegura son el punto más importante, se verán beneficiados al pasar de US$700 millones de ventas anuales, a más de US$1.100 millones.
“En estos últimos sietes años se amplió la brecha en los indicadores sociales entre Norte de Santander y Colombia, en general. Lo primero que buscamos es que la reapertura cierre esa brecha a través del flujo inmediato de mercancías e inversiones”, comentó el ministro frente a lo que se espera de la reapertura, más allá del comercio.
Frente a las cifras preliminares que maneja el gobierno para lo que queda de 2022, Umaña precisó que es difícil volver en el corto plazo al nivel de 2008, cuando el comercio con Venezuela representaba US$7.800 millones.
“Si bien ya se ha trazado una hoja de ruta y se ha avanzado en el camino, las proyecciones para este año, con la frontera cerrada, era de entre US$600 y US$700 millones”, indicó.
Ahora con la reapertura, el gobierno de Colombia espera cerrar este año en el orden de los US$1.000 o US$1.200 millones, lo que significa, no los niveles de 2008, pero sí una recuperación importante.
Con respecto a los productos que están siendo los más demandados, el jefe de la cartera de comercio exterior aclaró que en la bandeja están los del sector agrícola, agropecuario, agroindustrial, médico, siderurgia, papel como industrias primarias y de medicamentos en primer lugar. “Pero los bienes intermedios como las autopartes e insumos finales para el sector eléctrico también están tomando relevancia”, resaltó.
El Ministro Umaña también reveló que, con respecto a las empresas que están teniendo un mayor protagonismo frente a la reapertura, dijo que están algunas muy conocidas como Colombina, Súper Alimentos, Nutresa, Acesco, Grupo A, las dedicadas a los medicamentos y las que fabrican insumos para el mercado energético.
Frente a lo proyectado para próximo año, el ministro comentó que el panorama es bastante bueno. “Hay una característica importante y es que Venezuela está recuperando toda su producción energética. Vale aclarar que la capacidad instalada de ellos es cinco veces la de Colombia”.
Esto significa que la reapertura beneficiará a las industrias en Venezuela como la petroquímica, siderúrgica y alimentos, en las que su participación en los costos es de 40%.
“Esto beneficiará no solo la producción del país vecino, sino que también lo hará con la economía colombiana. Recordemos que en el pasado nos complementábamos entre los países, entonces desde la industria petroquímica de allá, salían insumos hacia los plásticos, textiles y fertilizantes de acá. Todo era una cadena virtuosa”, explicó.
Y analizó que en 2023 va haber una recuperación de US$2.000 o US2.200 millones, “pero todo dependerá de la recuperación económica y productiva de ellos”.