Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ En Colombia estamos viviendo estos últimos días momentos difíciles, debido a la situación de orden público, a la situación económica, los altos contagios y muertes por el Covid, para nombrar sólo algunos de los tantos problemas que aquejan a nuestra bella nación; pero lo más triste, es que todos somos conscientes que estos problemas que afronta el país son producto de las malas administraciones, de los malos gobiernos todos ellos envueltos en corrupción, amiguismo y desgobierno.
Sin embargo, pese a ser conscientes de ello, la gran mayoría toma partido personal de acuerdo a su preferencia política, se escuchan voces de “vándalos, violentos, vagos, paracos, asesinos etc.” Nadie reconoce que todos somos culpables de ello, desde quienes han y están gobernando hasta quienes los hemos elegido.
Por culpa de lo anterior afloran las discusiones echando culpas, que es por culpa del acuerdo de paz, que es culpa de Petro, que es culpa de Santos, que es culpa de la guerrilla, que fuera el socialismo, el comunismo, que es culpa de Uribe, de Gaviria, estas discusiones en nada solucionan nuestros problemas, necesitamos hacer un alto en el camino, despojarnos de odios, de resentimientos, de culpas y proponernos trabajar por un mejor país.
Sabemos que no hemos tenido los mejores dirigentes, desde la presidencia hasta perpetuos senadores y congresistas que como lirones durante años acuden al recinto del Congreso sólo a responder a lista y legislar para sus amigos, de acuerdo a las indicaciones del gobierno de turno para seguir como abejas al panal recibiendo la mermelada por sus servicios.
Por nuestra irresponsabilidad como ciudadanos, la gran mayoría de los que vamos a las urnas, vamos sin saber por quién vamos a votar, otros van pensando en el tamal, en el ladrillo, en los $50.000 o en el mercado que el candidato corrupto les prometió, lo que en ventas decimos pan pa hoy, hambre pa mañana, a eso se le llama egoísmo y falta de lectura o no tener memoria, de pensar solo en mí y no en los demás, es más, sabiendo que ese candidato corrupto llegará a robar para recuperar su inversión, aun así, vamos al cubículo y votamos por él, no entiendo como nos encanta salir a marchar por nuestros derechos cuando en las urnas no nos hacemos valer como ciudadanos.
La otra parte radica en querer que el Estado sea la vaca lechera o ese papá que todo nos da, y creemos que ese candidato al que le vendimos el voto, dizque nos va ayudar, sin saber que ellos van a velar por sus intereses personales y de sus gremios y no por los de los ciudadanos, porque cuando llega alguien con buenas ideas e intenciones y no ofrece plata, mercado, licor y cemento lo miramos como poca cosa y nos vamos para donde si dan, porque nos comemos el cuento de que van a conseguirle un trabajito a nuestros hijos o nosotros mismos y sobre todo porque somos víctimas de nuestra propia ignorancia.
Jamás me cansaré de decir que somos un país inmensamente rico desde su posición geográfica, hasta sus recursos naturales, hídricos, minerales, diversidad de clima fauna y flora y de sus gentes, ¿entonces por qué no somos Japón, Suiza o Noruega? Pues por nosotros mismos que no votamos, que evadimos impuestos, que cohonestamos con la corrupción, que vendemos el voto, es decir hemos patrocinado esta situación.
Por esto cada campaña política se alimenta de esa situación con promesas e ilusiones de cambio, que nunca se dan y por el contario esas brechas se amplían; si nosotros tomamos los discursos de las ultimas 8 campañas presidenciales si sólo una décima parte de esas promesas se hubiese cumplido, hoy seríamos otra Colombia.
Este es un país que lleva años sin legislar, sin trabajar por el bien común, por su crecimiento, por eso cada gobierno llega a realizar reformas y reformas con el mismo argumento “esta reforma nos sacará adelante” es así como hemos llegado ser un país lleno de impuestos, lo que a su vez ha hecho que sea un país evasor de impuestos, sumado a la falta de una verdadera justicia, basta ver lo que acaba de suceder con la Ley 1952 donde más de 10.000 procesos van a la caneca de la basura y no son cualquier proceso están: Reficar, Odebrecht, la Ruta del Sol, los Carteles de la hemofilia y todos los demás Carteles, lo del Ñoño, el del sr Londoño con Invercolsa, en fin se premia la corrupción.
Todo esto es lo que hace que la gente esté en las calles protestando, considero que es una protesta justa, mal llevada y a la vez innecesaria porque considero que la mejor forma de protestar y hacerlo de forma masiva es en las urnas, votando a conciencia, con información, protestas como estas se prestan para una violencia que genera heridos, muertes de quienes de una u otra forma se involucran en ellas, además de perjuicios para comerciantes que en nada son culpables.
Considero que este paro está infiltrado por fuerzas violentas que lo aprovechan para generar caos, un caos que como dice el dicho Río revuelto ganancia de pescadores y acá hay muchos pescadores ganando sin importarle las muertes y la afectación de los empresarios.
Apoyo el descontento juvenil, así como las protestas pacíficas, veo muchos jóvenes, trabajadores honestos que se lanzaron a la calle buscando una Colombia mejor, todo ellos cansados de tocar puertas para trabajar o estudiar y llegar a casa con la desilusión de ver como todas las puertas están cerradas.
Ese esfuerzo realizado por culminar una carrera, una especialización o una maestría, para aportarle al país sus conocimientos y crecer profesionalmente, laboralmente, y económicamente al lado de sus familias y amigos se ve truncado, algunos pueden aun contar con el apoyo de sus padres para salir al exterior, con la excusa de estudiar un idioma e ir a realizar trabajos cuidando niños, o lavar baños o en construcción, labores estas que les permiten un mejor ingreso que con sus estudios en Colombia, pero quienes no cuentan con ese apoyo, les toca quedarse, se ven obligados a buscar un trabajo con la famosa frase lo que les salga, ya que no pueden acceder a un crédito para realizar un emprendimiento.
Hago un llamado a los jóvenes para que se unan, para que lo hagan en forma proactiva, usando esos conocimientos, con propuestas, para lograr un verdadero cambio, que ignoren todo lo que dicen estos políticos que siembran miedo y ellos siembren esperanza, que conformen sus propias listas, que se unan, que usen las redes sociales para actividades útiles, y hagan un solo país, un país que no solo es el de ellos, será el de sus hijos, el de sus nietos, vea como los llamados milenians hoy ya están sobre los cuarenta.
Jóvenes no permitan que siga pasando, lo que está pasando en el país y que ojo no es solo culpa de este gobierno, todos nos lamentamos, lloramos nos rasgamos las vestiduras, echamos madrazos y denigramos de quienes están en el poder y se nos olvida que esos que están y han estado en el poder nosotros los elegimos para que lleven las riendas de este país; y es así como nunca para la corrupción, todos los días hay un caso, y ese caso se tapa fácilmente con otro caso más grande, y con todo y las pruebas existentes, nuestra justicia los premia con mansión por cárcel, y mientras tanto nosotros los de a pie seguimos, trabajando no solo para mantenernos sino para mantener a esta élite politiquera que lo único que hace es que hace es mantenernos sumisos, en discusiones sin sentido, generando división, para que ellos no pierdan los privilegios.
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*Profesional en Mercadeo
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