Por: Yuli Metaute Londoño/ Después de años y años, de ligas a medias, rogar por recursos, recibir el desdén de los dirigentes de varios clubes en Colombia, chocarse con ideas caducas como que “no hay público”, finalmente el país podrá contar este año con una Liga de Fútbol Femenina más larga y con varios costos cubiertos.
Sin embargo, hay varias cosas con las que estoy en desacuerdo y sigo pensando que aún falta mucho para brindarle las plenas garantías a nuestras gladiadoras, que se parezcan una “pizca” a las condiciones favorables que hay en la liga masculina.
Pero el cimbronazo de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) en septiembre del año pasado que comunicó los procesos administrativos contra la Dimayor, la Federación Colombiana de Fútbol y más de 25 clubes por las pésimas condiciones contractuales de las jugadoras, cartelización de los contratos de las futbolistas, negación a recibir los fondos, dineros del gobierno Nacional y la falta de transmisiones por el canal Win Sports de los partidos de mujeres, pareciera que comienza a dar algunos frutos.
Recuerdo que el organismo público detectó entre muchas cosas, por ejemplo, que la FCF y la Dimayor, con la anuencia de los clubes investigados, habrían sido renuentes a recibir los recursos que ofrece el Gobierno Nacional para la promoción y el desarrollo del fútbol femenino en Colombia.
Los directivos de las instituciones investigadas se habrían negado a recibir o utilizar esos fondos, aunque uno de los principales argumentos que han referido para explicar las condiciones del mercado del fútbol femenino es la falta de patrocinio y presupuesto.
De conformidad con las pruebas recaudadas, la explicación de esa renuencia en realidad habría sido que la recepción y la utilización del dinero público habría implicado que las instituciones quedaran sujetas a la vigilancia y auditoría de los entes de control. ¿Cómo la ven?
Además de los acuerdos de los clubes en los contratos que estarían vigentes únicamente por un término igual al de la duración de la Liga pues como históricamente esa competición ha durado entre 1 y 4 meses y se ha realizado una vez al año, las jugadoras solo tendrían contrato laboral y recibirían remuneración por ese periodo, y el sueldo ni lo escribo. ¡Hágame el bendito favor!
A diferencia de lo que pasó en casos anteriores, cuando la Liga tuvo formatos de grupos zonales o de fases principales y llaves finales, ahora se tendrá un formato similar al del fútbol masculino en Colombia. Se jugarán todos contra todos, con cuadrangulares y finales. Fueron 15 clubes que, al salir esta junta de competencia, acordaron participar y acordaron el formato del campeonato.
Pero hay tres casos que no me gustaron, la primera, que por las malas decisiones de sus directivos Once Caldas, que hizo convocatoria de jugadoras, participó en torneos preparatorios, tuvo jornadas de entrenamientos y hasta incluyó en su plan de abonos los partidos del equipo femenino finalmente no estará en la Liga Betplay de este año.
Segundo caso, el del Junior de Barranquilla, que en años anteriores había tenido nóminas fuertes y con grandes nombres (Daniela Montoya, Yoreli Rincón, Karla Torres), y para 2024 va a tener un equipo sin figuras ni inversión.
Y es que, a pesar de que es el año del centenario del club y en la rama masculina la conformación del plantel ha sido multimillonaria, para el equipo de mujeres solo se han conocido contratos terminados.
No se puede olvidar que Junior va a participar en la Copa Libertadores 2024 masculina y la Conmebol obliga a que tenga un equipo femenino participando a nivel local. Esa es la explicación que dan para que mantengan al equipo, a pesar de dejarlo desarmar. Insólito.
Y tres, que sólo dos partidos finales del torneo contarán con la herramienta VAR, seguimos retrocediendo…
Amanecerá y veremos… Esperaré si las promesas se cumplen para el fútbol femenino y si el plan de mejorar las condiciones realmente tiene efecto, porque no se ve el desarrollo de la liga local a pesar de que la Selección Colombia, en todas sus categorías, hizo historia en los últimos años.
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*Comunicadora Social y Periodista, locutora, presentadora de televisión. Adscrita a la Asociación Colombiana de Periodistas de Bogotá. Periodista del noticiero Alerta Paisa en Medellín de RCN Radio y capitana del deporte en el fútbol profesional femenino para Antena 2 Colombia.
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