La Procuraduría General de la Nación abrió investigación disciplinara a Carlos Fernando Sánchez, Daniel Enrique Valencia y María Eva Bermúdez, exdirectores ejecutivos del Parque Nacional de Chicamocha (Panachi), por presuntas irregularidades en su administración.
El órgano de control busca determinar la ocurrencia de posibles faltas disciplinarias debido al presunto otorgamiento de bonificaciones extralegales denominadas “de mera libertad” por parte y en favor de los exdirectores de Panachi, lo que supone una aparente vulneración de las funciones establecidas en los estatutos de la corporación.
Así mismo, la Procuraduría investiga presuntas irregularidades en la ejecución de la concesión de los tres parqueaderos del complejo ecoturístico (Cerro del Santísimo) a un operador privado, y en la administración de la boletería de los parques Panachi, Acuaparque y Cerro del Santísimo.
De mal en peor
La investigación de la Procuraduría se suma a la que el pasado mes de marzo la Fiscalía había aperturado, cuando formuló cargos a los mismos tres exdirectores de Panachi, por presuntas irregularidades en el manejo administrativo y financiero del parque desde el año 2007.
La Fiscalía identificó tres líneas de investigación: Bonificaciones: beneficios económicos que no fueron aprobados por la junta directiva y que ascendieron a trescientos cincuenta millones de pesos ($350.000.000). Al parecer, los tres directores participaron en la asignación de estas bonificaciones, y el dinero solo habría llegado a dos de ellos, Daniel Enrique Valencia Gómez y María Eva Bermúdez.
Parqueadero: hay dos eventos detectados por la Fiscalía, uno que tiene que ver con la concesión de este servicio a un operador particular sin, presuntamente, hacer los estudios previos para asignar el contrato; el otro caso, es el arrendamiento de un lote para cumplir con el área que la ley exige para el uso de parqueadero. Este último trámite habría presentado inconsistencia en la etapa precontractual.
Compra de bienes: la fiscalía constató que Daniel Enrique Valencia habría comprado unos muebles para adecuar un local en el parque y posteriormente vendió estos bienes a un valor inferior al que fue adquirido.