Por: Jhon F. Mieles Rueda/ Mucho se ha hablado en los últimos meses acerca de la denominada ‘Primera Línea’ un grupo de jóvenes que se comenzaron a formar en 2019 y que tiene como finalidad repeler los ataques y la violencia por parte del Escuadrón Móvil Antidistubios (Esmad) para proteger a los manifestantes que salen a pronunciarse contra el Gobierno Nacional.
En las últimas semanas los grupos de primera línea han estado en el centro de la atención en diferentes ciudades del país, especialmente en Bogotá y Cali, donde se les ha llamado a negociar con las autoridades para detener las manifestaciones violentas en las calles.
Sin embargo antes de referirnos a las acciones violentas y a la estructura de la primera línea, no hay que desconocer los abusos ocasionales por parte de integrantes de la Policía Nacional y en especial del Esmad quienes en ocasiones reprimen violentamente las manifestaciones.
Según el excandidato a la Alcaldía de Bogotá Miguel Uribe Turbay, la ‘primera línea’ es el resultado de tres elementos: la intención la intención de grupos armados al margen de la ley de trasladar la guerra del campo a las ciudades, el segundo es que hay un adoctrinamiento de una cultura anárquica en la que se busca la destrucción de cualquier símbolo de autoridad del Estado.
Y el tercer elemento, una alianza explícita con grupos delincuenciales “para extorsionar y perseguir a los ciudadanos con un propósito económico”.
Pero la primera línea no actúa sola, pues esta es solo la encargada del combate directo con la fuerza pública, la segunda es la encargada del ataque, de usar las bombas molotov, las tachuelas, etc.
La tercera línea es de apoyo, encargada de neutralizar los gases lacrimógenos que utiliza la fuerza pública y de llevar las piedras y demás insumos a los demás.
La cuarta línea es la del apoyo médico que atiende a los vándalos que resultan heridos y le quita cualquier material para hacerlos pasar como civiles. La quinta línea se encarga de la logística ya que son los proveedores de insumos y alimentos.
Y la sexta línea difunde la información falsa a través de redes sociales, para desinformar y hacer ver a la fuerza pública como los causantes de los enfrentamientos o los villanos del cuento.
Estos jóvenes suelen preparase y ser entrenados en tácticas de combate urbano y en emplear acciones violentas contra la fuerza pública, incluso se entrenan para que no les afecten los gases lacrimógenos que les son lanzados por el Esmad.
Lo preocupante del asunto es que se presume que este próximo 20 de julio, día en que se conmemora la independencia de Colombia, las primeras líneas de diferentes ciudades planean unirse en Bogotá para llevar a cabo un desfile y un “Combate épico” contra la fuerza pública.
El desfile militar que suele hacerse en esa fecha fue cancelado por la pandemia y la capital se prepara para la primera gran jornada de protesta después del final de un paro que duró más de dos meses.
El Director de la Policía Eliécer Jorge Vargas, dijo en redes sociales que tienen una información clara, hallada en computadores de un cabecilla del ELN, sobre instrucciones a través del Frente de Guerra Urbano para que se realicen actos de terrorismo en varios puntos del país este 20 de julio». La Policía lo tiene previsto. Por eso, para ese día se dispondrá de 4.200 uniformados de la Policía más la fuerza disponible.
Es totalmente contradictorio que jóvenes que supuestamente luchan por los derechos de los ciudadanos causen tanta destrucción en los bienes públicos y privados, que se alíen con grupos criminales para atacar a la fuerza pública y a quienes no les sean partidarios.
Supuestamente exigen educación y utilizan lenguajes inapropiados y degradantes, no les da ni la más mínima vergüenza insultar y denigrar a cualquier funcionario que no atienda sus incumplibles exigencias o a cualquier persona que no comparta sus ideales.
Creen que el estado les debe algo solo por el simple hacho de existir, pero la verdad su aportación al desarrollo de nuestra nación es prácticamente nula.
Por ello es que esta llamada ‘primera línea’ es un riesgo especialmente este 20 de julio para la sociedad colombiana ya que intenta desestabilizar el estado y así mismo hacen ver a nivel internacional que el estado colombiano es represivo y que vulnera los derechos de los manifestantes cuando la verdad no es del todo así.
Y esto hace perder la confianza en los inversionistas extranjeros y al reducirse la inversión en Colombia, esto repercute enormemente en nuestra economía causando desempleo y crisis económica.
Muchos jóvenes y ciudadanos en general no han entendido que bien o mal estamos en una democracia y si un gobierno no cumple las expectativas o hay inconformismo social, se tiene el derecho constitucional de elevar peticiones por medios oficiales, se tiene el derecho a la protesta pacífica y lo más importante, se tiene derecho al voto.
La mejor manera de lograr cambios no es causando caos o destruyendo el inmobiliario público, sino dejando de votar por los incompetentes de siempre y votar no por emociones políticas o por lo que otros nos digan sino con conciencia.
Así mismo Muchas de las personas inconformes y que a diario se quejan, ni siquiera salen a votar el día de las elecciones. Lastimosamente muchos en Colombia todavía no han entrado en razón ante algo tan simple y básico.
No obstante, al mismo tiempo, hay otros grupos de jóvenes que esperan que la marcha sea pacífica y que ese día puedan entregar un pliego de peticiones al Gobierno de Iván Duque.
Esperemos que este 20 de julio se proteste de forma pacífica y que a su vez el Esmad no reprima de manera violenta sin motivo legítimo, y que este 20 de julio, una fecha que históricamente nos hace sentir orgullosos de ser colombianos por haber declarado la independencia de España, no se convierta en un día de infamia y de protestas violentas que lo único que hacen es enlodar el nombre de nuestro hermoso país en la palestra global.
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*TG. Agroforestal, pensador y político.
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