Por: Carmen Elisa Balaguera Reyes/ Hablar de Educación y preparar las nuevas generaciones para el futuro, es una apuesta que le corresponde al Estado y a quienes ejercen esa noble tarea, pero que tipo de educación ofrece con base en las nuevas tecnologías y en los nuevos desarrollos en el despertar que generan estas mismas?
Reinventarse en estos tiempos es la tarea que tienen los que despliegan esta profesión, una oportunidad para que los educadores, exploren nuevos formatos y metodologías, con el objetivo de mejorar la educación que pues hoy estamos viviendo una transición y se muestra rasgos de hibridismo.
Según el estudio presentado con 645 expertos internacionales definen las aulas del futuro “Así será la escuela en el 2030”. Cree que las habilidades personales o prácticas serán más valoradas que los conocimientos académicos. Las llamadas soft skills -como la capacidad de hablar en público, de trabajar en equipo, de adaptarse a los imprevistos…- son cada vez más importantes en el entorno profesional, pero los expertos españoles coinciden en que, por sí solas, no suplen una buena preparación académica.
«Aprender a aprender está bien, pero primero hay que saber de matemáticas, ciencias o Historia. Lo que nos sirve es el conocimiento, porque no se aprende fuera de él», indica Carmen Rodríguez, profesora de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga. «Se dice que ésta es la generación mejor preparada, pero los universitarios españoles no saben lo que es el Barroco y nunca han leído a Cervantes. Si lo que pretendemos es formar tecnócratas, primarán las habilidades y los conocimientos quedarán reducidos», afirma Felipe de Vicente, presidente de la Asociación Nacional de Catedráticos de Instituto (Ancaba).
Francisco López Rupérez, presidente del Consejo Escolar del Estado, cree, en este sentido, que, a la hora de evaluar, y aunque en el ámbito laboral las certificaciones profesionales adquieran cada vez más valor, «éstas no sustituirán a los títulos académicos, particularmente a los emitidos por instituciones universitarias de prestigio».” (Ver más).
La enseñanza basada en principios y valores y en desarrollo de la modernidad es lo que garantizará que esta mezcla entre lo antiguo y lo actual se priorice para formar generaciones que puedan innovar y competir con un mundo tan acelerado en nuevas tecnologías.
Encontrar aplicaciones para casi todo es un gran reto. Un maestro que sepa a qué horas sus alumnos repasan lo visto en clase, en que momentos puedan acceder en sus móviles a investigar sus trabajos y si realmente aprendan con base en ese híbrido que hoy se les presenta.
El mundo está cambiando alrededor nuestro si pensamos en los nuevos sistemas de enseñanza, esos son los indicios de la educación del futuro. Formar en pensamiento crítico, ellos ahora sólo copian lo que les muestran las redes sociales, los youtubers; siendo que pensar críticamente pensamiento crítico es el proceso de proponer, analizar, entender y evaluar la manera en la que se organizan los conocimientos que interpretan y representan en el mundo, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas.
Un maestro que repite y repite lo mismo durante mucho tiempo, prepara sus clases con los mismos apuntes y herramientas con los que él o ella aprendieron, está mandado a recoger si queremos que nuestras juventudes avancen y puedan ponerse a tono con las nuevas tecnologías.
“Atendiendo al avance de las tecnologías y las sociedades y proyectándonos hacia cómo sería el mundo y la educación en 2035, se plantea que ser bilingüe será tan básico como aprender a sumar.
También que los futuros alumnos estudiarán en un ambiente con mayor inteligencia artificial, desarrollos tecnológicos y en espacios abiertos, aunque ello no supondrá la pérdida de valor de la educación cara a cara”. (Ver más)
¿Estamos formando para el futuro? Pareciera que no, repetir las mismas lecciones aprendidas del siglo XXI para preparar estas generaciones en un mundo tan competitivo, donde escuelas de formación en otros continentes preparan para la competencia, la habilidad y el desarrollo de la inteligencia y lo que se hace en nuestras universidades sigue siendo el conocimiento basado en la repetición y repetidera de cosas que en estos tiempos se volvieron anacrónicas.
La sociedad nunca dejara de cambiar y nunca dejaremos de aprender. Como resultado, nuestros sistemas educativos están bajo una presión constante para incorporar nuevas ideas y tecnologías, lo que en última instancia nos permite desarrollar medios innovadores para inspirar a la próxima generación.
Nuestro empleo no será un trabajo, tendremos que aprender constantemente. Acceder constantemente a toda la información del mundo a través de nuestros dispositivos confundidos en nuestro cuerpo, por lo que la educación se volverá más omnipresente a medida que sigamos evolucionando, pues estamos viendo muchos jóvenes que desconocen nuestra identidad, nuestra historia y han hoy han cambiado hasta la manera de expresarse. Un ejemplo lo demuestra esta chica en esta fotografía, tomada en los últimos días.
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