Lucila Franco Castillo es una simacotera por adopción, nació el 19 de agosto de 1968, con el don de servicio, su gente la califica como una lideresa emprendedora, con capacidad de decisión. Su tenacidad le ha permitido destacarse en la política, pese a que su tarea durante su vida ha estado ligada a lo social.
Nos contó que su hogar está conformado por Ernesto Cristancho, a quien cataloga como “un esposo activo y emprendedor con una capacidad excepcional de servicio a las comunidades y a los más necesitados” y de sus hijos Cesar Augusto, Leidy Maritza, Lucy Paola, Julián Ernesto y Valentina, “identificados con los mejores quereres para nuestro Municipio, ya que durante 37 años hemos logrado conocer e interpretar que la política, es el más eficiente instrumento de servicio social a las comunidades”.
Lucila es hoy -entre los cinco aspirantes a la alcaldía- la que tiene mayores opciones de triunfo. En la contienda de 2019, alcanzó la segunda mejor votación, 825 sufragios, después de Nelson Orlando Ortiz Beltrán, a quien el Consejo de Estado le anuló la elección por doble militancia. Ella superó por menos de 100 votos a Carlos Fernando Quiroga, quien obtuvo 738 tarjetones. Lo sorpresivo es que ahora Quiroga se le unió a su candidatura.
Además del apoyo de Quiroga, quien llega con la fuerza política del Partido de la U, además del liberalismo que es la colectividad que la avaló, Lucila cuenta también con el respaldo del Centro Democrático, el Partido Conservador y los líderes independientes.
Una vida dedicada a lo social
Lucila Franco Castillo realizó los estudios de Bachiller en el Colegio Integrado Blanca Duran de Padilla (en el corregimiento El Centro, Barrancabermeja), donde, a su criterio “edifiqué mi liderazgo, en los diversos quehaceres de la vida estudiantil, cuyos cimientos de formación ciudadana fueron determinantes para transitar por nuestras tierras simacoteras”.
Ha realizado seminarios de formación y un sinnúmero de capacitaciones que le han permitido avanzar con paso firme para coadyuvar al progreso y desarrollo de las comunidades.
“El querer de la ciudadanía, el apoyo sólido de mi familia y el permiso de la divina providencia, me llevó a ser electa concejala de nuestro querido Simacota, donde he conocido las múltiples necesidades de las comunidades urbanas y rurales del alto y el bajo, donde logré identificar el sufrimiento del olvido, la extrema pobreza de unos y otros, ante la mirada indiferente de quienes reciben el voto popular para regir los destinos de la población”, dijo a Corrillos.
Relata que ha recogido los sueños de sus gentes y sus justas aspiraciones, “por un mejor mañana lleno de propósitos altruistas, dadivosos, que nos lleven por el cambio del bien, teniendo la familia como base fundamental de una sociedad”.
Propuestas que fortalezcan las familias
La aspirante a la alcaldía de Simacota, Lucila Franco Castillo, tiene claro que las familias deben tener una mejor calidad de vida. “Ellas deben tener mejor salud, calidad alimentaria, calidad en seguridad, en bienestar en vivir más y mejor y ello se consigue cuando hay voluntad de servicio, cuando se tiene conocimiento que los recursos son sagrados, enmarcados en el principio de la honestidad, responsabilidad, conocimiento, fe y esperanza”.
En ese sentido -agregó- dijo que su compromiso y guía de acción, como candidata a la alcaldía están ligados a su lema: ‘La fuerza del cambio’, la cual -explica ella- “se basa en trabajar y unir esfuerzos entre todos para beneficiarnos todos, porque Simacota es una sola”.
Cree necesario en especializar la Administración municipal en gestión, de manera que se logre vincular al Municipio en los procesos de desarrollo local, regional y nacional y gestionar con proyectos, ayudas del orden internacional en importantes embajadas ubicadas en la nación.
También propone “consolidar lazos estratégicos con los municipios vecinos y sus comunidades de manera que asociados se logre el fortalecimiento de los diferentes sectores económicos”, además, hacer de la Administración municipal un agente de cambio, para que los funcionarios públicos trabajen de la mano con las comunidades, haciendo un puente directo entre el gobierno y la comunidad.
“Vamos a administrar el Municipio con visión de concertación a largo plazo, de tal manera que se trabaje con una administración basada en políticas públicas y vamos a gestionar la información de forma efectiva para que esta cumpla con los principios fundamentales de la administración pública”, agregó.
Una mujer de grandes retos
Lucila reconoce que gobernar a Simacota en las actuales condiciones será una tarea compleja, pero no se arruga. Ella conoce que detrás existen oportunidades que deben ser aprovechadas.
“Nuestro municipio presenta una gran riqueza cultural y natural, su ubicación geográfica lo perfila como potencia en turismo de naturaleza, porque aún no ha sido aprovechado en su máxima potencia, ello será un enorme desafío para esta administración”.
Ella tiene el deseo de servir con ahínco a las comunidades, es conocedora plena de las necesidades más apremiantes, cuenta con una experiencia social muy sólida y eso le ha permitido recibir el querer de los simacoteros, conformado por líderes urbanos y rurales, campesinos, empresarios y clase obrera, que sueñan con un municipio próspero, reconocido y en paz.
“Por ellos entregaré los mejores momentos de mi vida, para que las comunidades puedan comprender que cuando se actúa con responsabilidad, honestidad y sentido social, se puede vivir en mejores condiciones, con un desarrollo equitativo e incluyente, que genere fortalecimiento de la democracia participativa”, concluyó.