Por: Adriana María Barba/ El martes 6 de noviembre del 2018 se llevarán a cabo las elecciones de medio término en Estados Unidos. En estas elecciones se renueva un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes, se eligen también gobernadores y parlamentos locales.
Debido a la polarización política de ese país, que parece ser el tono político de todos los países actualmente, en estas elecciones no sólo se elegirán los mencionados representantes, sino que el resultado de las elecciones determinará la verdadera aceptación de las políticas del presidente Donald Trump, ya que si los republicanos, partido al que pertenece el presidente, resultan vencedores, la posibilidad de poner en marcha políticas insignia de su campaña política como el negar servicios sanitarios para personas con condiciones pre-existentes, disminuir aún más los impuestos a las grandes empresas y la construcción del muro fronterizo, seguirán vigentes.
Por el contrario, si los demócratas recuperan la mayoría de alguna de las dos cámaras, es muy posible que un juicio político esté en el futuro cercano del presidente.
Ante esta posibilidad los republicanos han hecho uso en su campaña anti demócrata, para infundir miedo entre sus votantes, de un grupo de aproximadamente 4000 personas que están caminando desde Honduras y a la que se ha unido gente de toda Centro América con el objetivo de llegar a la frontera de México con Estados Unidos para solicitar asilo político. (Ver: ¿Es la inmigración un derecho o un privilegio?)
Los líderes republicanos, incluyendo al presidente Trump, se han referido a este grupo cómo “La Caravana” y se han utilizado en los medios todo tipo de adjetivos negativos para calificarlos, cómo, por ejemplo: Son criminales; son terroristas; hacen parte de ISIS; traen enfermedades como viruela, tuberculosis y difteria (por cierto, varias de ellas ya erradicadas); son mayoritariamente hombres fuertes (implicando que pueden cometer crímenes cómo violaciones en Estados Unidos); “Son gente mala, muy mala”: Presidente Trump.
Es evidente que el objetivo de repetir este tipo de frases en los medios es el infundir temor en los votantes republicanos para que uno de los motivantes más fuertes, el miedo, mueva a los votantes a apoyar a los republicanos, para que la posibilidad de un juicio político que puede terminar en acusaciones y en la destitución del presidente no sea una posibilidad.
Pero ¿si pensamos en el impacto de la política de desnaturalizar a otro ser humano?
A través de la historia, por diferentes condiciones, pueblos enteros han tenido que desplazarse lejos de su lugar de origen. Lo que parece increíble es que a 2018, cuando este es un fenómeno que se remonta a tiempos bíblicos todavía se pueda manipular la opinión de un grupo de tal manera que se sienta amenazado por el grupo migrante para que, en lugar de recibirlo y sentir compasión por él, le tema.
Nadie deja la comodidad de su hogar, si no se ve obligado a hacerlo para tener un mejor futuro.
Si en este caso específico analizamos a La Caravana, nos podemos encontrar con personas como José Santos, 27 años, que viaja con su hijo pequeño y que declara en entrevista a NBC News. “Yo no me quería ir, pero tengo que alimentar a mi hijo pequeño y no hay ningún tipo de trabajo para mí en mi país, además la violencia nunca cesa”, o Guillen un campesino de 23 años que parado a descansar en México, cómo varios campesinos atendidos por la Cruz Roja por heridas en los pies después de caminar por semanas declara: “Me están amenazando las mismas personas que mataron a mi padre hace 18 años”.
Es casi imposible no simpatizar con el drama humano de estas personas, sin embargo, partidos políticos están capitalizando su historia para mantener el poder. Desafortunadamente, no es una historia extraña.
Gregory H. Stanton, en su estudio, Los 8 Estadios del Genocidio, explica cómo cada paso es necesario para que se dé el siguiente y que hay maneras de prevención que se pueden aplicar en cada paso para prevenirlo. Los ocho estadios son: Clasificación, simbolización, deshumanización, organización, polarización, preparación, exterminio y negación.
El primer paso, que es bastante fácil de distinguir, es el crear una retórica en la que sea fácilmente justificable el definir un nosotros y unos ellos. En este caso, nosotros los ciudadanos de Estados Unidos y ellos, las personas que vienen de fuera de este país. Una política de separación para crear miedo del otro y negar nuestras características comunes cómo seres humanos.
El segundo en asignarles un nombre, anteriormente se ha usado Judío, Gitano, Negro, Indio, en este caso es Ilegal, aunque los migrantes no están en una situación en Estados Unidos, porque ni siquiera han llegado ahí, el nombre ya está asignado, en este caso los migrantes serán: Los Ilegales y ya los políticos republicanos se han referido a ellos como tal.
El tercero es la deshumanización, es en esta parte en la que comentarios cómo que están llenos de enfermedades o que son gente muy muy mala juegan un rol. En casos como en el genocidio de Ruanda, los agresores se referían a las personas víctimas del genocidio como cucarachas.
El cuarto es la organización, el gobierno de Estados Unidos ha enlistado a más tropas que las que actualmente tiene en Irak. El presidente Trump ha dicho que enviará a la frontera a 15.000 soldados.
El quinto es la polarización, política con la que el partido republicano ganó las elecciones presidenciales y que ha resultado en la división del pueblo de Estados Unidos al punto que los crímenes de odio han llegado al extremo de fuego abierto en una Sinagoga durante el servicio religioso. Ya hay personas que se sienten con legítimo derecho de ser “estadounidenses” y con la autoridad de destruir y eliminar a las que no lo son.
Como humanidad, ¿vamos a permitir que esto llegue al sexto paso? ¿Para después tener que escucharlos negarlo?
Localmente, especialmente Santander, Colombia. No olvidemos que actualmente tenemos personas de un país inmediatamente vecino pasando por el mismo drama de tener que abandonar su lugar de origen. Si a este artículo le cambiamos el nombre al líder político que usa esa retórica, cambiamos los países y decimos venezolanos en vez de Centroamericanos muchos aspectos aplican.
Seamos mejores que nuestros vecinos del norte en mostrar compasión a quien ahora la necesitan.
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