Por: Fredy Horacio Chinchilla Vélez/ Una gran preocupación que nos asiste a muchos verdaderos demócratas es que, por pensar distinto, se nos tilda de tener una actitud de polarización, terroristas, guerrilleros o comunistas, muy lejos de la realidad y no deja de ser una infamia, pues automáticamente se nos coloca una lápida a espaldas.
Como si fueran poco las masacres de líderes sociales asesinados y que vilmente y sin el más mínimo escrúpulo actores de extrema derecha y de derecha ideológicamente hablando desde lo político no reparan en señalar y resultan siendo estos más polarizadores que aquellos que señalan como tal.
Es decir, de lo anterior surge una conclusión sencilla, si piensas distinto eres comunista, guerrillero, recostado, vividor etc. Aunque en este caso, ¿quién sería el recostado?, ¿quién se roba cientos de miles de millones e incluso billones o aquel que lucha día a día para alcanzar una vida digna y de forma honesta?
Son tan graves los señalamientos que esgrimen irresponsablemente estos mal llamados actores políticos que incluso se atreven a decir que quienes piensan distinto son enemigos de la democracia, cuando es precisamente eso lo que se defiende desde una óptica distinta, y de esto se debe destacar que quienes tienen el poder en Colombia han pretendido imponer una verdad absoluta, pero que si fuese tan absoluta no sería objeto de ser controvertida, cuestión de sentido común, ¿no creen?
Ahora bien, otro aspecto a considerar tiene que ver con señalamiento de ser adoctrinados o ser adoctrinadores, y no hay cosa más alejada de toda realidad cuando por pensar distinto se sataniza y ponen en riesgo la vida e incluso la libertad de quienes asumen otras posturas y todo por defender el derecho a pensar libremente y que nuestra constitución así lo determina.
Un cuestionamiento claro y es que ¿una democracia estable es en la que se asesinan a 300 o más líderes o ciudadanos que discrepan de lo que se pretende imponer como única y absoluta regla de ser y vivir en todos los aspectos de la vida?
De todo esto nace una nueva pregunta: Quienes piensan distinto a los gobiernos que nos han manejado, ¿han controlado el poder absoluto del país? Y esto tiene una respuesta clara y contundente, simplemente no. Y esto nos lleva a un nuevo enfoque el cual mira el aferramiento visceral y hasta criminal al poder de forma enfermiza y de paso querer hasta controlar la forma en que se piensa.
Entonces, ¿quiénes son los que polarizan? Quien tiene el poder controla todo, las comunicaciones como punta de lanza en primer lugar para manipular conciencias débiles y de otra parte imponer un “orden” conveniente a una pequeña elite que se extasía y se sacia hasta mas no poder de los frutos producto de pervertir el poder y de no querer, si precisamente no querer generar un entorno de real y verdadera prosperidad y esto ha quedado al descubierto con la actual emergencia que estamos viviendo, mostró y desnudó la verdad verdadera y la realidad puramente real.
Quienes desde lo que creemos y pensamos distinto, nuestro deseo es construir verdaderas democracias y entornos de bienestar para todos, si bien en una sociedad no todos pueden ser caciques, pero algo si es muy cierta, esa concentración de poder y riqueza es totalmente contraria a una democracia y un estado de bienestar, que es en ultimas lo que pretende una democracia real y verdadera y no una pseudodemocracia como la que nos quieren hacer creer.
Democracia es cuando el bienestar general se irradia a todos los ciudadanos, cuando se es libre para disentir y pensar distinto, y no terminar siendo perversamente un número más de cifra de muertos y no precisamente por una pandemia, sino por pensar distinto, por tener el valor de confrontar ideas y ser capaz de hacer valer las propias o de reconocer que en los contrarios hay una poderosa y valida verdad, así no sea absoluta -claro que no hay verdades absolutas- y lo que hoy es válido, tarde o temprano, simplemente no lo será.
La hecatombe del país la deben asumir quienes han gobernado y no señalar otros responsables, así como en uno de sus postulados de manipulación de las masas Joseph Goebbels lo determinaba.
Es tan ruin achacar a otros los errores -si así se pudieran llamar- pues es realmente de cobardes y menesterosos quienes señalan a otros de lo que es hoy el país y no lo expreso por lo relacionado con la pandemia, sino por la realidad que quedó al desnudo.
*Ingeniero de mercados, docente universitario, asesor empresarial y capacitador.
Twitter: @fredy_asesor