Menos de una semana después de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos, su Administración ha chocado frontalmente con el Gobierno de Gustavo Petro.
El mandatario colombiano ha anunciado que no permitirá el ingreso de vuelos militares norteamericanos con colombianos deportados, a lo que la Secretaría de Estado ha respondido horas después con la suspensión por tiempo indeterminado el trabajo de la sección de visas de su embajada en Bogotá.
El endurecimiento de la política migratoria fue uno de los ejes de la campaña del reelecto presidente estadounidense y uno de los asuntos que concentraron el aluvión de órdenes ejecutivas que han marcado sus primeros días en la Casa Blanca.
Colombia es uno de los principales orígenes de migrantes a Estados Unidos, y Petro ha exigido un “tratamiento digno” a quienes sean enviados de vuelta al país. En concreto, desautorizó los vuelos que volaban con decenas de colombianos en esta madrugada.
En respuesta, la Secretaría de Estado en cabeza de Marco Rubio anunció en la mañana de este domingo que suspenderá temporalmente el trámite y expedición de visas en Bogotá, medida que afecta a miles de colombianos.
Petro, a su vez, respondió recordando que hay 15.560 establecidos de forma irregular en Colombia y exigiendo que se presenten a las autoridades locales. Aunque no anunció consecuencias en casos de que no lo hagan, quedó sentado un choque migratorio cuyas consecuencias son aún impredecibles.
A través de X, el mandatario colombiano trinó sobre las 3: 41 am., un mensaje en el que rechazaba contundentemente las condiciones en las que llegarían los migrantes.
Al inicio del mensaje, el mandatario afirmó que “los EE. UU. no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos” y exigió que se haga un protocolo digno.
“Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio”, anunció Gustavo Petro.
Además, agregó: “EE. UU. debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes de que los recibamos nosotros”.
A las 9:30 a.m., el mandatario reveló que regresó los aviones militares estadounidenses, que se cree llegarían en la mañana de hoy.
“Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece. Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos”, escribió.
El presidente manifestó que su decisión no se opone al regreso de los deportados nacionales, sino que pide un protocolo digno para ellos en el que sean regresados en aviones civiles.
«No puedo hacer que los migrantes queden en un país que no los quiere; pero si ese país los devuelve debe ser con dignidad y respeto con ellos y con nuestro país. En aviones civiles, sin trato de delincuentes recibiremos a nuestros connacionales. Colombia se respeta».
Desde que asumió la presidencia, el pasado 20 de enero, Donald Trump mostró su severa postura y firmó una serie de órdenes. Entre ellas, prometió tomar medidas enérgicas contra la inmigración.
Dichos decretos le darían a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos más libertad para llevar a cabo acciones de cumplimiento en áreas sensibles.
Incluso, en cumplimiento de sus medidas, el viernes 24 de enero se registró la llegada de los primeros vuelos de Estados Unidos a Guatemala, dos operados en aviones militares y uno chárter, según el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).
De acuerdo con información del canal NBC News, México negó desde el pasado jueves 23 de enero el aterrizaje de un avión militar estadounidense.