Una controversial constancia dejó el senador Gustavo Petro al inicio de la plenaria del Congreso de este jueves, en la que arremetió fuertemente contra la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez.
Petro aseguró que la vicepresidenta pagó en Estados Unidos la fianza de su hermano, Bernardo Ramírez, quien fue capturado en ese país por el delito de narcotráfico.
“La vicepresidente de Colombia, Marta Lucía Ramírez, pagó la fianza ante la justicia de Estado Unidos para liberar a su propio hermano, Bernardo Ramírez Blanco, de la cárcel por el delito de narcotráfico de heroína”, indicó.
“El hermano de la vicepresidenta introdujo a los Estados Unidos más de 100 cápsulas de heroína utilizando a dos mulas, desde el Urabá hasta el Estado de la Florida, y la misma vicepresidenta en ese momento pagó 150.000 dólares a la justicia norteamericana para la liberación de su hermano. Esta investigación la hicieron los periodistas Julián Martínez y Gonzalo Guillén”, añadió.
Ante esta situación, el líder de Colombia Humana le solicitó a la dirigente renunciar a su cargo en el Gobierno Nacional.
“La señora vicepresidente de Colombia debería renunciar. Como segunda mayor votación a la Presidencia de la República y como dirigente de la oposición al frente de lo que fueron 8 millones de ciudadanos quisieron cambiar al país, yo solicito la renuncia de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, por no haber hecho público que pagó esa fianza desde 1997, no haber dado a conocer a la sociedad que había, quizás con buenas intenciones, participado en la liberación de un narcotraficante de una de las peores drogas que existe en el mundo, como lo era su hermano”, dijo.
El senador Petro también lanzó una fuerte acusación y dijo que el narcotráfico tiene permeados a los sectores políticos del país y al propio Congreso de la República.
“La sede del narcotráfico no es la choza del campesino al cual fumigan y golpean, al cual sindican y llevan a las cárceles; la sede del narcotráfico se ubica en el Congreso de Colombia, en los clubes sociales, en el Estado, en los Gobiernos. Muchos presidentes han pasado por la historia del país haciendo nexos y contactos para comprar votos”, afirmó.