Por: Sergio Julián Santiesteban Herrera/ ¿Qué tanto sabemos a ciencia a cierta del nuevo orden mundial? ¿Qué un grupo de personas burocráticos quieren reducir la población? Porque, según ellos, el pueblo es una carga para el estado. Aquí todos somos y tenemos los mismos derechos a la vida, a vivir, cada cual es libre de ser quien quiere ser.
Si ellos, quienes son billonarios, han amasando grandes fortunas, su éxito se lo deben al pueblo, a las diferentes cadenas productivas, comercializadoras, consumidores… ¿O es que ellos no viven y conviven en nuestra sociedad llamada mundo?
Los avances tecnológicos nos han permitido llegar a una globalización de las comunicaciones, explorar el mundo, el cosmos, ir a la luna, desarrollar la tecnología de punta para el bien de nuestra sociedad.
Es inaudito, insólito que, en lugar de ser más humanos, solidarios, éticos, morales y que nos apropiados de valores desde todas las clases sociales, el individualismo, el egoísmo llegue a destruir la raza humana.
Hemos reflexionado en este tiempo de confinamiento, de pandemia y no se escapa ninguna clase social, siempre hay lugares o eventos negros, ¿será que el sentido común, sentido de pertenencia de quienes encaminamos nuestra sociedad no vamos a dar ejemplo?
Y, ¿quiénes somos? Pues todos, todos tenemos responsabilidades desde nuestro núcleo familiar, como hijos, padres, hermanos, familiares, empleados, empleadores, pastores, sacerdotes, concejales, alcaldes, gobernadores, en general todos y nadie se escapa, así que a generar nuestra verdadera imagen de personas racionales o le seremos el raciocinio a los animales. Porque ellos nos están dando ejemplo o nos quedan dudas, para la muestra analice su mascota y comprenda que actuamos como salvajes, para educar, corregir, guiar, dar ejemplo. ¿Qué ejemplo estamos dando?
No ser conejillos de indias
Como sociedad debemos decidir qué es lo bueno, lo mejor. La tecnología 5G facilita la velocidad en las redes inalámbricas, pero también se dice que si nos dejamos instalar el chip por ello nos hablan de distanciamiento social, para que no halla interferencia, pues yo hago distancia social para no contagiarme del virus del Covid, no tengo instalado ningún chip, que salieron las vacunas para evitar contagió del Covid, que es para dejar las personas estériles, que es para matarnos, me pregunto si esa es la función de una vacuna, hemos visto que gracias a personas con dedicación y estudio han desarrollado o inventado vacunas y gracias a ellos y las vacunas han detenidos la Malaria para citar la que inventos el grupo de profesionales del cientifico Manuel Elkin Patarroyo, para beneficiar a nuestra sociedad a nivel mundial.
Conocí cómo realizaban estudios en “primates” micos en el Amazonas, a cargo del biólogo y amigo Raúl Rodríguez, quienes hacían pruebas o ensayos en esos conejillos de indias, antes de inyectar o vacunar a la raza humana. No creo que nuestros gobernantes sean indolentes o no tengan familia para permitir tal crueldad, yo creo que si se denomina vacuna es porque es para prevenir dicho desarrollo del virus y brindar inmunidad.
El mundo necesita ser vacunado
Claro que sí, se requiere una vacuna para evitar, prevenir la pobreza mental e intelectual, la desidia, la indolencia, el odio, rencor, prejuicios, la maldad en términos generales, en ella se incluye todo lo que nos hace tanto daño como personas y por ende sociedad.
¿Cómo considera que debemos llamar esa vacuna? Si miramos esos antivalores, tendríamos que desarrollar infinidades de vacunas, que tal si pensamos en una sola que nos cure de todo mal -y por qué no- de todo peligro.
Si, ¿en cuál está usted pensando? Será que estamos conectado nuestro sentido común, ese amor, ese sentimiento que realmente es nuestra esencia, ¿usted está pensando en lo mismo que yo?
Se da cuenta que sí somos seres racionales, pues claro por Dios somos creados a imagen y semejanza y quien no cree en Dios que se explique el cual es la fuerza o esa actitud positiva que le brinda pensar, actuar, querer, desear, sentir… Que se explique el que es el alma o ese soplo divino llamado vida.
Llegó diciembre y con ellos las reuniones familiares
Por fin la época que nos permite pensar en cerrar un año en familia, dando gracias a todos y cada uno por esa fraternidad, en celebrar la Navidad, saber que somos seres humanos y en nosotros renace nuestra esperanza, en el nacimiento de nuestro señor Jesucristo, que los valores, que el amor que su hijo nos dejó, que las bendiciones de Dios así como las que deseamos y recibimos nos permite ese sentimiento de gratitud a la vida, a nuestros seres queridos, a nuestros amigos… Si decimos que somos una familia en el trabajo, en el colegio, universidad, que los amigos son hermanos, es porque esa fraternidad nos la dejó y nos la brida a diario Dios.
Les propongo hacer videollamadas, reuniones virtuales en zoom, conferencias en WhatsApp, que los familiares nos reunamos con protocolos de bioseguridad, reuniones familiares a sabiendas que no estamos con síntomas, eso es amor, si querernos de verdad.
¿De qué nos sirve todo un año de confinamiento de cuidado para ir a bajar la guardia por un momento y si hacer o propiciar un contagió? Si nuestros jóvenes estudiantes así pasaron el año, en clases virtuales, pues hagamos uso de la tecnología, conectemos los televisores al computador y en zoom desde casa reunamos la familia, no solo para Navidad sino el día que deseemos brindarnos ese espacio, que tal organizar la novena de aguinaldos, cantar villancicos, hacer la lectura de la novena, orar en familia, en definitiva, quienes podamos evitar, evitemos, si nos reunimos que sea en familia.
Fraternidad y desarrollando actividades que realmente nutran el alma, la vida, recordemos que es una sola y no tenemos oportunidades como en los juegos de video juegos ósea como decíamos, Atari, Nintendo, Play Station, como pasan los años, la edad son la gracia de haber vivido, las arrugas, las canas el tiempo marcado en nuestra piel y cabello de los años vividos, es una escritura de nuestro diario vivir, así como piel de tigresa de aquellas mujeres que decidieron dar vida, esa virtud divina de procrear, a ellas mis y nuestros elogios por ser el prodigio de la humanidad, madres anegadas que en su piel se figuró esa piel de tigresa en el vientre luchando para ganarse la dicha y satisfacción y sentir la felicidad al oír de su hijo ser llamada madre.
Se dan cuenta que no cuesta elogiar, admirar y en especial a quien nos trajo al mundo. Gratitud es lo que debemos sentir y con ello ser humanos al generar sentimientos desde el corazón.
El Covid está entre nosotros
Tenemos que aprender a vivir con este virus, es muy agresivo, yo sé que muchos no creen en ese virus, pero si estas leyendo esta columna, recuerda que yo doy fe de haber tenido Covid-19, estuve en UCI, por descuido me contagie y por no acudir al médico casi muero, gracias al amor de mi madre, de mis hijas, de mi familia, amigos y a mi propio amor y amor a la vida, sigo batallando entre las secuelas que deja, a todos no nos da igual, unos son asintomáticos, otros con menor gravedad. Otros superamos y aquellos que partieron de este mundo, imagínese lo que sufrieron y el dolor a sus familiares y amigos, sigo delante de la mano de Dios en mi deseo y diario vivir.
No nos confiemos, no bajemos la guardia, aprendamos a respetar nos y a respetar con amor a los demás.
Que esta Navidad sea para celebrar el nacimiento del Niño Dios, ese niño de nuestro interior para vivir alegres, saludable, en fraternidad, con la esperanza de ser mejores cada día por nosotros mismos, por nuestra familia que tanto amamos y nuestros amigos…
Quien vive para servir y les desea lo mejor de lo mejor, un fraternal abrazo que Dios nos bendiga.
*Mecánico de mantenimiento de plantas industriales y docente industrial.
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