Por: Ruby Stella Morales Sierra/ Colombia Humana lanzó a la ciudadanía la propuesta del Pacto Histórico, con diversos colectivos y al lado de movimientos como el Mais, Unión Patriótica y Polo Democrático. Ya cuenta en sus huestes con personajes emblemáticos y críticos como el profesor Gilberto Tobón Sanín, quien acaba de anunciar su adhesión. Él ha dicho con desparpajo que la derecha colombiana le tiene pavor a Gustavo Petro.
También llegaron personajes de partidos tradicionales como Armando Benedetti y nuevos alternativos como los Comunes y hasta personajes de la farándula como Margarita Rosa de Francisco, quien leyó el documento el pasado 11 de febrero.
Toda esta apertura tiene como lectura que se prevé una campaña inclusiva de diversos sectores políticos y con ello le da un giro más tradicional.
Ponerle dientes y alma al Pacto en las regiones está en las manos también de los integrantes, simpatizantes y electores de Colombia Humana, como herramienta aglutinadora de ciudadanos esperanzados y anhelantes de ser constructores del cambio de la historia y del futuro de Colombia.
El objetivo del pacto busca unir voluntades y trabajar conjuntamente en la elección como presidente al actual senador Gustavo Petro Urrego y lograr elegir a 55 Senadores y 86 Representantes a la Cámara a partir del año 2022.
El Pacto Histórico abandera el principio de la defensa de la vida y del ser humano, como centro de las acciones políticas, de gobierno y de Estado.
Este es el proyecto social y político que se construye desde hace varias décadas y que vive y crece alrededor del sentimiento comunitario y las propuestas liberales y progresistas, democráticas y constitucionales por el que votaron 8 millones de colombianos en 2018. El reto para las próximas elecciones de senado y cámara pasa por lograr más de cinco millones de votos.
El momento justo
La profundización del derrumbe económico y la hecatombe sanitaria provocada por la pandemia, contrasta con la desarticulada respuesta gubernamental de privilegios dirigidos con descaro al sector bancario y de poder, mientras la industria y el comercio a toda escala quedó en el desamparo. El rescate económico resultó una infame y desafiante injusticia otorgada en bolsillos de quienes no requerían la ayuda.
La misma política de clases privilegiadas que nos lanzó a la mayoría de hogares a la crisis económica y social, al desempleo y a la michicatería de ofertas institucional de bienes y servicios para las poblaciones necesitadas. A las que le fue negado el ingreso básico de supervivencia.
Se ha configurado entonces la tormenta perfecta para la unidad de todo el pueblo perseguido, excluido, ignorado y abusado, alrededor del ideario que ha respaldado al excandidato presidencial y actual senador Gustavo Petro Urrego.
Trabajo dignificado
El sentimiento de Colombia Humana propende por una economía que dignifique el trabajo humano y la generación de riqueza mediante el apoyo estatal a través de la pequeña, mediana y gran industria, financiación pública para el desarrollo de la agricultura, seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental.
También privilegiará la generación de energías limpias, lejos de los combustibles fósiles, como lo viene haciendo los países desarrollados del mundo, como Finlandia, Francia, Alemania, Inglaterra, países que cada día se alejan más de la explotación minero energética.
Con las mujeres
Y por supuesto, que el papel de las mujeres en el derecho de la política de paridad tenga unas participaciones y representaciones auténticas. Será esta vez, más que nunca, fundamentales para dejar de ser rellenos en las listas.
A las mujeres que han participado de una u otra forma, les llega el deber de asumir los compromisos de reflexión y deliberación. Con valor y sin bajar la voz ni la mirada, ante tanta misoginia y machismo enquistado en todos los escenarios públicos y privados.
El Pacto Histórico invita a las familias y a las mujeres de todas las condiciones en su dimensión sensible, participativa y transformadora; convoca a las poblaciones originarias, los desposeídos, vulnerables y víctimas de la violencia social y armada, a los sufrientes por la violencia generada por los cultivos ilícitos y el narcotráfico, a las víctimas de masacres, menores obligados a la guerra, a los huérfanos y viudas, los desplazados por el despojo de tierras y la desigualdad social.
El pacto convoca a todo el sufrimiento solidario por el dolor de las madres de Soacha y de Antioquia de los más de 6.000 falsos positivos. A toda la ciudadanía que apoya el proyecto de una Colombia más humana.
La propuesta abandera la educación pública universal y la formación de las nuevas ciudadanías comprometidas con los valores de cooperativismo, la solidaridad, la reciprocidad y la compasión.
Sus seguidores se reflejan en el sentimiento de un país mejor para todos. Anhelos necesarios que revitalizan las ilusiones y los sueños de millones de colombianos por una vida digna y el propósito del bien común.
Construyendo la casa
Hace varias semanas empezó en todo el territorio nacional el proceso de convocatorias y realización de asambleas municipales y departamentales de Colombia Humana.
En medio de la pandemia y sus limitaciones y restricciones, como en todo el país, en Santander se avanzó con la realización de asambleas en los diferentes municipios, de las cuales se eligieron delegados de aquellas localidades de más de 10.000 votos. Ello, con el fin de representar a los municipios en la asamblea departamental de Santander realizada el pasado 13 de marzo, con miras a las acciones integrativas a nivel nacional.
Con el acompañamiento de la líder nacional de Colombia Humana, Gloria Flórez Schneider y del también referente regional, Juan de Dios Tarazona, la asamblea departamental se llevó a cabo en el salón comunal del barrio Paragüitas Real en Floridablanca. La convocatoria previa se publicó a través de redes sociales y grupos de interés simpatizantes de este colectivo.
Cumpliendo con los protocolos sanitarios exigidos, contó con la asistencia de más cerca de cincuenta delegados provenientes del área metropolitana de Bucaramanga, Barrancabermeja, Barbosa, Charalá y otros municipios cercanos.
La Asamblea Departamental de Colombia Humana se transmitió de manera virtual brindando el derecho de participación de los delegados municipales que no pudieron asistir de forma presencial. Esto para complementar y superar las limitaciones del aforo permitido.
Fueron elegidas 11 representantes correspondientes a Bucaramanga, Floridablanca, Girón, Barrancabermeja y de cada uno de las provincias. También se nombró un Comité de Amigables componedores y además se propuso la conformación de una comisión de ética.
Este ha sido un arranque organizativo previsto para operar un año. Tiempo en el cual quienes no han podido participar tendrán la oportunidad de integrarse a través de sus grupos de interés o causas sociales en aspectos ambientales, productores, mujeres, minorías, etc.
Se prevé que se establecerá un espacio virtual de comunicación, contacto y socialización de las diversas acciones constructivas, además de las convocatorias para echar a andar toda la estructura para conocer y buscar objetivos comunes entre quienes se suman al pacto en la región.
Reflexión y deliberación
El Pacto Histórico aglutinador brinda, ahora más que nunca, la oportunidad y el deber de desarrollar los ejercicios políticos más importantes: la reflexión y la deliberación participativa para construir acciones democráticas conjuntas que perduren más allá de las agendas electorales de 2022.
Se espera el establecimiento de reglamentos de participación y de los espacios necesarios de construcción comunitaria, además del cumplimiento de normatividad mínima y estatutaria interna para los consensos y operaciones locales y regionales.
Se recuerda que el Movimiento Colombia Humana realizó una multitudinaria asamblea funcional en Bogotá en septiembre de 2018, y pese a ello le fue negada su personería jurídica en una batalla jurídica y constitucional discriminatoria. Por ello, la cohesión por las causas comunitarias de los territorios sigue en las agendas de la gente, muy a pesar del distanciamiento sanitario, que deberá superarse con esfuerzo, voluntad y entusiasmo.
Colombia amplia
Si la adhesión de personajes de política tradicional a nivel nacional hace abrir los ojos de algunos, no menos inquietante es el caso de las regiones y los municipios.
Lo cierto es que tanto a quienes los anima las ideas progresistas, como a quienes sucumbieron por décadas al discurso de la política del engaño tradicional, tanto los unos y los otros, están en la misma situación de sufrimiento social, exclusión y tiranía económica.
En el caso de Floridablanca, tuve la responsabilidad de ser candidata a la alcaldía por la alianza Colombia Humana-UP, en las pasadas elecciones de octubre de 2019. Un esfuerzo político contra viento y marea, acompañado de 16 candidatos al concejo, haciendo presencia y representación de la Colombia Humana que sueña y lucha en las regiones y municipios absorbidos por la politiquería y compra venta de votos.
Tras un año de distanciamiento obligado por el Covid-19, las quejas y denuncias ciudadanas en el municipio dulce son alarmantes. Se quejan de un mandatario invisible, subordinado a su antecesor y a los intereses de los financiadores de la campaña.
Como es arriba es abajo, indican los místicos de las energías universales. Igual que en Floridablanca sucede en todo el orden nacional donde el nivel de desgobierno, denuncias por corrupción galopante y conflictos sociales desbordados, sigue siendo la tarea conjunta para reconocer, reflexionar, debatir y transformar.
Separar y tener claridad sobre los intereses privados de los intereses colectivos de quienes llamen a la puerta, dilucidar si pesan más las representaciones de intereses de grupo que los intereses de toda la población. Identificar y promover las necesidades de minorías y población vulnerable.
Ningún tema puede ser tabú y ningún llamado de atención o voz divergente puede ser descalificada ni callada. En las pequeñas deliberaciones se muestra cómo se analiza y se aborda lo grande.
Y claro, tener el valor y la mano de seda para entender con compasión el conflicto psicológico de una ciudadanía sufriente y perturbada por décadas de manipulación y sometimiento. Al que le llega la oportunidad de revalorar su poder individual como parte de un colectivo poderoso.
La unidad colectiva consciente del Pacto Histórico nos puede evitar “resbalar en lo seco y parar en lo mojado”, como dice el popular adagio llanero.
Unidad, unidad, unidad… La tarea ya empezó.
*Periodista
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