Por: Paola Guarín/ El año 2020 nos dejó grandes enseñanzas, conclusiones, incertidumbres y entre otras sensaciones, de las cuales debo celebrar un paso muy importante dado en el Congreso de la República donde históricamente se aprobó en el mes decembrino, en último debate, nada más ni nada, una reforma en las listas al legislativo, asambleas departamentales y concejos municipales, las cuales, en los próximos escrutinios, deben estar conformadas por mitad de hombres y la otra mitad por mujeres, lo que se conoce como paridad de género o equidad electoral.
Podemos predecir nuevos fenómenos naturales, como también poco a poco, nuevos cambios en nuestra exótica pero admirable legislatura de nuestro musculo o porque no llamarlo poderosa rama legislativa, donde una vez más nos enseña los humildes pero poderoso progreso a favor de lograr lo icónico en una sociedad machista, ganando terreno en el poder femenino al enrolar en la contienda electoral (deuda social debido a que el voto femenino fue permitido solo hasta el año 1954) la equidad de género en la democracia en la elección de cargos públicos.
El pequeño empujón para que esta lección de equidad sea un hecho es la revisión de la Corte Constitucional y la sanción presidencial, cuyas intenciones marchan con entusiasmo Congreso, a tal punto de acervar su legalidad sin ningún tipo de reproche con el hecho de regir con ansias a partir del 2022, fecha en la cual se estará implementando pues en uno de sus artículos prevé la “revocatoria de inscripción de las listas que no cumplan con la cuota de género”.
Por ello las listas paritarias Colombia demuestran un avance en la lucha de la equidad de género paritario, la cual no debe entenderse como un todo absoluto o fanatismo feminista, pues las sociedades cambian y también sus democracias, la cual no solo busca un aire fresco, sino también la reciprocidad social en la participación política de la mujer de manera activa, donde próximamente podemos ver postulaciones de Mujeres Superpoderosas tal como lo exalta uno de los medios más importantes como la Revista Corrillos, a todas aquellas mujeres que llenan de orgullo y tensión nuestra femenina política regional.
Grandes pasos de están dando y la coyuntura nos muestra una vez más, los grandes avances en las políticas paritarias de nuestro país, donde se espera un protagonismo que sorprenderá las próximas elecciones nacionales y regionales.
*Abogada.
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