Esta semana se dieron a conocer los resultados del sondeo de percepción realizado por Invamer para el mes de febrero que, entre otros aspectos, preguntó a los encuestados sobre su opinión respecto a algunas entidades judiciales, categorizando las respuestas entre favorables y desfavorables.
Así, se evaluó la percepción sobre el sistema judicial colombiano, que no solo aumentó en opiniones desfavorables, pues subió de 78% a 80% frente a diciembre, sino que además cayó cuatro puntos en opinión favorable y esta se ubicó en solo 13%.
En los últimos dos febreros la favorabilidad no fue tan cambiante; en el de 2020 esta fue de 12% y en 2021 tuvo un ligero avance hasta 16%.
Este comportamiento se puede explicar si se observa con más detenimiento a algunas de las entidades que conforman el sistema.
Por ejemplo, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pese al trabajo que realiza sobre esclarecer los hechos del conflicto armado en el país, mantiene una imagen desfavorable por encima de 50% y se ha mantenido prácticamente invariable desde 2018.
Por su parte, la Corte Constitucional cada vez más se aleja del punto de equilibrio, pues su desfavorabilidad creció y su favorabilidad bajó, a 62% y 25%, respectivamente.
Si se compara el histórico de percepción de Invamer desde el año 2000, esta es la cifra más baja de imagen favorable para la Corte en más de 20 años. La última vez que la entidad registró una percepción más favorable que desfavorable fue en agosto de 2020.
Lo mismo sucede con la Corte Suprema de Justicia, la cual, manteniendo la tendencia general, también redujo su percepción favorable al pasar de 21% a 18% entre diciembre y febrero. A su vez, la opinión desfavorable escaló de 70% a 72% en este último bimestre.
Estos resultados demuestran que la credibilidad de la Rama Judicial está comprometida.