Por: Juan Camilo Revelo/ “Lo más importante en la comunicación es escuchar lo que no se dice”: Peter Drucker.
¿En qué momento deja de ser legítimo que un colegio encause todos sus esfuerzos hacia la consecución de resultados académicos para figurar en un escalafón?: en el momento en el que los seres humanos que allí asisten se convierten en un código cuyos problemas intra e interpersonales forman parte del paisaje.
Hace una semana hice una publicación alusiva al suicidio en hombres, en la que entre dibujos y textos se leía “Los Hombres no lloran, pero se suicidan cuatro veces más que las mujeres. Por tanto, deseo que sane aquello de lo que no habla con nadie”.
Casi al mismo día, un estudiante real de un colegio real me escribió en medio de la frustración del silencio por no sentirse lo suficientemente importante como para ser escuchado.
Por ello dedico hoy el espacio de esta columna en nombre de aquellos que se sienten sin voz frente a sus instituciones educativas, y con el fin de compartir las palabras de una persona que puede ser nuestro alumno, nuestro hijo, hermano, primo, sobrino, amigo o compañero.
Estas fueron sus palabras:
“Es interesante porque conozco varios del (colegio x) que lo intentaron más de una vez y el colegio ni sabe.
Tal vez académicamente sean muy buenos, pero literalmente les dije que una compañera se estaba envenenado en clase y lo olvidaron a la semana.
Siempre he querido decirlo como con más voz, pero me da mucha pena saber que el colegio está así.
Hace poco una niña de 9 me pidió ayuda porque un compañero de 11 de mi salón les había pasado a todos sus contactos videos íntimos, y es de las más recientes porque es muy usual, y nada de esto se sabe. Y me da rabia porque listo lo del tema de drogas ya es como muy conocido, pero nada que ver con los otros problemas.
1- No me extraña que algún alumno salga muerto por varias razones.
– El acoso escolar que permiten es tan libre y prolongado, que ya los mismos que deben proteger al estudiante normalizan la violencia.
Ej: cuando estaba como en 10 un compañero me golpeó con fuerza en la cara sin motivo, le dije al actual coordinador y él dijo que con unas simples disculpas se solucionaba todo.
No creo que eso lo eduque para que no me vuelva a pegar después.
– Aparte de la presión social, porque todos quieren aparentar riquezas, existe mucha discriminación.
De hecho, varios estudiantes homosexuales constantemente se sienten oprimidos por sus compañeros hostigados por palabras y comentarios que más que burlas inofensivas son hirientes, a tal punto que crean una barrera para alejarlos.
– El respeto por la mujer es tan Nulo que ya van más de 14 niñas que tengo idea de que fueron expuestas sus partes íntimas, niñas de 12-15 años y aparte de que defienden al acosador las tildan de putas o fáciles, incluso entre ellas mismas.
– Van serios casos donde el acoso es tan grave que los estudiantes tienen miedo de contar porque el mismo colegio tapa tal como pasó con la niña “x”.
-Te llegan varios mensajes si te atrasas con la pensión, pero el colegio no tiene idea de la cantidad de gente que está medicada con antidepresivos.
– Piensan que el colegio está limpio, pero en repetidas ocasiones me encuentro a muchachos desde séptimo fumando. Incluso es gracioso porque en el salón acostumbraban a meterse popper en el baño.
– El canal de comunicación del estudiante se reduce a un maestro que no está informado de cómo ayudar.
– El colegio no tiene idea de la cantidad de intentos de suicidio que los alumnos tienen.
De hecho, había una niña con cortadas visibles y nunca le dijeron nada.
– La educación sexual bajó de nivel, por eso hay más grooming y casos de niñas que acceden a placeres de hombres mucho mayores.
Es gracioso que sirve más de soporte un maestro como “x” que en sí el personal para la salud mental.
Pero si yo les digo todo esto no lo van a tomar en cuenta.
Lastimosamente debes ser alguien más importante.
2- Más que la educación, es que más que una institución para estudiar debería convertirse en un lugar cómodo para todos.
Dejar claro que no se tolera a los abusadores sobrevalorados en popularidad
– Que a mí no me dices gordo
– Marica
– Huesuda
– Puta
Porque eso no es burla sana. Nunca sabemos cuánto se hiere a alguien y nunca sabemos cuándo alguien se quiere matar.
Y ya eso es todo”.
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