Por: Holger Díaz Hernández/ Si triunfa Kamala Harris, sería la primera mujer presidenta de este país, ella ya tiene en su historia haber sido elegida vicepresidenta, algo inédito hasta ese momento y el hándicap de logros más rápidos en una carrera política en mucho tiempo, para alguien que llegó a ese cargo, viniendo de una vida pública hecha desde la rama judicial.
Es una outsider, como encanta hoy a los votantes de la mayoría de los países occidentales, a quienes figuras de este corte convencen mucho más que los políticos de carrera, uno de sus lemas de campaña invita: a “no volver atrás”, en clara alusión a Donald Trump, quien en su momento capitalizó contra Hillary Clinton, el hecho de ser una figura nueva en el ámbito político y ser un empresario exitoso, cualidades que hoy le cobran factura porque su paso por la presidencia dejó más sinsabores que logros.
Da el primer paso con fe, no necesitas ver el camino”: Martín L. King Jr.
Las elecciones presidenciales en los EEUU distan de parecerse a las nuestras, son complejas en sus mecanismos electorales e arrancan varios meses antes, con la contienda dentro de la estructura de cada partido.
Los demócratas y republicanos constituyen el 95% de los votantes, los restantes representan a los Verdes, Comunistas, Libertarios y de la Constitución que son considerados partidos irrelevantes por su muy escasa presencia en el logro de escaños legislativos.
Existen diferentes niveles de gobiernos: condal (municipal), estatal y federal, en un país que tiene cincuenta estados y cuenta con 100 senadores (dos por cada estado), cada dos años se elige al 33% de los mismos, para un periodo que abarca seis años. Para la cámara son 435 representantes, el número por estado se define por la población de cada uno de estos y se eligen para un periodo de dos años, el sistema se divide en distritos electorales que escogen solo al candidato de más alta votación.
El poder ejecutivo está representado en el presidente de la república que lo es por cuatro años, en un proceso que abarca varias etapas, que inician entre 6 y 9 meses antes, con las famosas elecciones primarias, también llamadas “caucus”, que son un proceso indirecto donde los votantes escogen un número de delegados que los representaran en una convención y definen el candidato que será nominado por cada partido.
Es aquí en este momento, donde empieza la parte final de la elección y se realizan los debates presidenciales, que son fundamentales para que los 158 millones de ciudadanos americanos que acuden a las urnas, tomen su decisión.
Las elecciones se realizan siempre el primer martes del mes de noviembre y el ganador no es definido por el número de votos totales que obtenga sino por el número de delegados que logre sumar, que mínimo deben ser 270.
Son en total 538 delegados, elegidos entre los 50 Estados de la Unión y el Distrito de Columbia, cada estado aporta los votos de sus senadores (2), más uno por cada representante a la cámara (435) y 3 delegados de Washington D.C. que no tiene senadores, pero si delegados por la ser la sede del gobierno central.
El candidato que gane en un estado, con un voto o más que su contrincante, se lleva la totalidad de los delegados del mismo. Este sistema de elección indirecta no siempre es lo más democrático, ha permitido que en cuatro ocasiones haya sido presidente, el candidato que menos votos totales ha obtenido. El último de ellos fue Donald Trump quien perdió en 2016 por 2.8 millones de votos contra Hillary, pero obtuvo 301 votos electorales contra 227 de ella.
Los delegados o compromisarios conforman el Colegio Electoral y son quienes validan el resultado de la elección del presidente, el vicepresidente y el partido al que pertenecen.
Si hubiese empate, algo que jamás ha ocurrido, los miembros de la cámara de representantes decidirán quién es el nuevo presidente de la república y el senado el vicepresidente.
Este sistema que está vigente desde el siglo XVIII, tiene como objetivo la preservación de la autonomía de los estados y su poder dentro de la Federación; con frecuencia no es lo más democrático, pero así funciona, en la considerada mayor democracia del mundo.
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*Médico cirujano y Magister en Administración.