«América Latina vive un nuevo renacer feminista», fueron las palabras pronunciadas por la escritora chilena de 72 años, Diamela Eltit, hace apenas una semana. Como ella, otras intelectuales de la generación del 1980 lucharon y abrieron el debate sobre temas como los derechos sexuales de las mujeres, la identidad de género y las políticas feministas.
Su generación y las que vendrían después no solo influyeron en las chilenas, sino que dejaron huella en muchas mujeres de América Latina. Desde entonces, el movimiento feminista ha ganado cada vez más apoyos, con manifestaciones masivas en gran parte de la región.
Para todas las que se han sumado a la lucha, la ley de la interrupción del embarazo aprobada en Argentina en diciembre de 2020 supuso una victoria mayúscula para el colectivo y un punto de inflexión para los derechos reproductivos en la zona. Algo que se suma a la reciente decisión de la Suprema Corte de México, que declaró inconstitucional castigar el aborto con cárcel.
Estos pasos en pro de los derechos sexuales de las mujeres en la región han dado esperanza al movimiento feminista. No obstante, en muchos países latinoamericanos el aborto seguro y libre todavía no se contempla o está restringido, razón por la que las mujeres de toda la región salieron a las calles este 28 de septiembre, Día de Acción Global por un aborto legal y seguro.
Chile, un paso más hacia la despenalización del aborto
Este martes las chilenas estaban de celebración. Justo en el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, la Cámara Baja del país votó por despenalizar el aborto hasta las 14 semanas de embarazo, una decisión que genera mucha controversia en el país y que todavía tendrá que enfrentar un largo recorrido legislativo.
Pero las chilenas salieron a celebrar igualmente el paso hacia la despenalización del aborto. De hecho, miles inundaron las calles de la nación -especialmente de la capital-, pañuelo verde en mano.
Con la insignia de «¡Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo!», la mayor concentración tuvo lugar en Plaza Italia, en Santiago de Chile. Una ubicación muy simbólica para las mujeres, ya que fue allí donde se dieron las manifestaciones del 2019 y donde nació el himno de ‘Un violador en tu camino’.
Chile es un país profundamente religioso y la interrupción del embarazo solo está permitida bajo tres preceptos desde 2017: inviabilidad fetal, violación o riesgo para la vida de la madre. De lo contrario, la mujer que lo practica se enfrenta hasta a cinco años de prisión.
«Tenemos la esperanza de que con el avance de hoy las mujeres podamos por fin decidir sobre nuestro cuerpo», dijo una manifestante.
Según varios estudios, de la media de 70.000 abortos que se llevan a cabo en Chile, solo 1.827 se realizaron legalmente entre 2018 y 2020. Una cifra que habla por si sola de la realidad social de las mujeres del país: la gran mayoría se ven forzadas a interrumpir su embarazo clandestinamente, con los riesgos que ello conlleva.
«Abortos hay, abortos hubo y abortos van a seguir habiendo, hoy día no votábamos por terminar con los abortos, estábamos votando si las mujeres pueden abortar sin miedo a ser encarceladas. Hemos dado un paso tremendo», apuntó la diputada Maite Orsini, del partido Revolución Democrática (RD).
Chile destaca desde 2019 por ser uno de los países más combativos en materia de derechos de las mujeres.
Colombianas por el aborto seguro y feminista
«¡Pañuelo verde arriba!», gritaban muchas de las presentes. Este martes, cientos de feministas marcharon en Bogotá hasta la Plaza de Bolívar a favor del «aborto libre, feminista y antirracista». En un país en el que, como muchos de sus vecinos, la interrupción del embarazo solo está permitido en tres causales.
Estas restricciones y la desinformación generalizada, afecta especialmente a las mujeres que viven en zonas rurales, afectadas por el conflicto armado y sus secuelas. Allí, los estigmas son mayores y persiste incluso la oposición de conciencia por parte de los sanitarios para realizar este tipo de intervenciones.
La ONG Profamilia lanzó un informe sobre las dificultades de acceso que enfrentaron mujeres y niñas a la hora de solicitar una interrupción voluntaria del embarazo en 2020, en medio de la pandemia. Los datos que arroja son preocupantes: más de 71.000 embarazos no deseados no pudieron evitarse y más del 40% de mujeres tuvieron que interrumpir sus métodos anticonceptivos por motivos relacionados con la pandemia -hospitales abarrotados o miedo al contagio, entre otros-.
En septiembre del año pasado 91 organizaciones sociales y 134 activistas interpusieron una demanda ante la Corte Constitucional para eliminar el delito de aborto del Código Penal, ya que consideran vulnera los derechos fundamentales de las mujeres.
«Eliminen el delito del Código Penal», pidieron las manifestantes ante el Palacio de Justicia este martes.
Enfrentamientos entre la policía y las feministas en México
Este año, las marchas a favor del aborto han tenido un matiz distinto para las mexicanas. Y es que la decisión que tomó hace tres semanas la Suprema Corte de Justicia al declarar inconstitucional la penalización del aborto ha generado muchas esperanzas, especialmente puestas en el sistema judicial.
“La celebración de hoy es muy diferente a los años anteriores porque ya tenemos el techo”, afirmó Verónica Cruz, directora de Las Libres, organización civil por los derechos de la mujer en el estado de Guanajuato.
Este fallo, considerado histórico, es una victoria para las miles que, año tras año, tienen que enfrentar abortos clandestinos que terminan en complicaciones médicas.
Hasta la fecha se ha aprobado la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 12 de gestación en los estados de México, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz, mientras que en los restantes 28 estados es considerada un delito con algunas excepciones.
No obstante, no todo fueron celebraciones este 28 de septiembre en México. Durante la jornada, se registraron enfrentamientos entre la policía y algunas manifestantes frente al Palacio Nacional de México, en Ciudad de México. Según testigos, los enfrentamientos terminaron con lanzamiento de gases lacrimógenos contra las protestantes que intentaban derrumbar una valla en torno al organismo gubernamental.
Según fuentes locales, los enfrentamientos fueron puntuales a lo largo del día; aunque los choques entre las feministas y las fuerzas de seguridad son habituales durante las marchas en el país.
Muchas de las presentes coinciden en el motivo de que las lleva a protestar: cada año, miles de latinoamericanas mueren debido a abortos inseguros mientras los embarazos no deseados y la violencia sexual aumenta en la región.