Miembros de una pequeña asociación de productores de San Jacinto (Bolívar), región golpeada por la violencia de las últimas décadas, se inventaron, con el apoyo de Agrosavia, un abono para alimentar los suelos y hacer rendir los cultivos del ñame costeño.
Mujeres cabeza de familia y personas de la tercera edad son los miembros de una pequeña asociación del municipio de San Jacinto (Bolívar) que se le midieron a la creación de un abono completamente orgánico para dar rendimiento a los cultivos de ñame en esta región del país y, para hacerlo, contaron con el acompañamiento técnico de Agrosavia (Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria).
Este grupo poblacional ha sido el motor de dicha innovación en esta región del territorio colombiano afectada permanentemente por el conflicto armado del país.
Se trata de la Asociación Municipal para el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Agricultores de San Jacinto Bolívar – Asomudepas –, que cuenta con 23 miembros y ya completa 20 años de actividades, la mayoría de ellos, dedicados a trabajar procesos de producción sostenible y de promover la conservación y protección del medio ambiente.
De la mano de Agrosavia los integrantes de la mencionada Asociación pusieron en práctica en sus predios la elaboración de abonos a partir de restos vegetales y subproductos agroindustriales.
“El abono se produce mediante la técnica del compostaje, proceso biológico que se produce en condiciones aeróbicas, en las que es necesario el oxígeno, y una correcta relación Carbono / Nitrógeno, humedad y temperatura”, aseguraron Diana Beatriz Sánchez López y Carlos Andrés Espitia Romero, del Centro de Investigación Turipaná.
“Lo que se consigue es que los restos orgánicos vegetales se conviertan en un material homogéneo y apto para las plantas”, explicaron.
La tecnología
Agrosavia en post del desarrollo del proyecto “Implementación de tecnologías para el desarrollo agroindustrial del ñame cultivado en el departamento de Bolívar”, vinculó a los productores de San Jacinto a la investigación y les enseñó a producir el abono.
Durante 10 meses, lograron desarrollar la respectiva estandarización de la producción para que la calidad de este abono se mantenga en el tiempo y permita el aporte de nutrientes al suelo, incremente la retención de humedad y mejore la actividad biológica.
Con ello, se aumenta la fertilidad del suelo, y, por tanto, su productividad. “El uso de este abono orgánico permitirá a los agricultores producir alimentos más sanos, de mejor calidad y a menor costo, lo que contribuirá a la seguridad alimentaria de sus familias y comunidades”, dijo Sánchez López.
El abono orgánico como producto final se encuentra ampliamente certificado con la norma Técnica Colombiana NTC 5167, que garantiza ser libre de patógenos como Salmonella spp., huevos de helmintos viables y Coliformes totales <1000 UFC/g. “Esto se hace necesario para garantizar la calidad y no generar contaminación cruzada a los alimentos y finalmente a los consumidores”, resaltó.
Además, el nuevo abono orgánico cumple con los parámetros químicos Fósforo (P2O5), Cenizas, Nitrógeno (N), Potasio (K2O), Contenido de Humedad Carbono Orgánico Oxidable (CO), Capacidad de Retención de Humedad, Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC), pH, Conductividad Eléctrica (C.E.) y Relación Carbono/Nitrógeno (C/N).
“La Corporación realizó la prueba de fitotoxicidad más común utilizada que es la prueba de germinación”, puntualizó Diana Beatriz Sánchez López, investigadora máster asociada de Agrosavia.
En efecto, en adelante los pequeños productores del municipio de San Jacinto (Bolívar) reunidos en Asomudepas, en su mayoría mujeres cabeza de hogar y personas de la tercera edad, podrán en adelante elaborar o producir este abono en sus parcelas.
APN Noticias