Por: Martin Camilo Carvajal Cámaro/ La movilidad se ha convertido en uno de los mayores retos que tienen gobernantes y ciudadanos, quienes con la implementación y acatamiento de alternativas eficaces para el desplazamiento vehicular y de las personas en el espacio urbano, llegan a la consecución de un transporte sostenible, generando crecimiento económico, incrementando la cohesión social y mejorando la protección del ambiente.
La movilidad urbana en el área metropolitana de Bucaramanga, constituye una prioridad frente a las diversas dificultades existentes en el diario acontecer de los asuntos públicos y privados, razón por la cual, el control de la densidad vehicular, la promoción del uso de medios de desplazamientos alternativos, como son los peatonales, senderos ecológicos, red de ciclorrutas, permitirán mejorar los indicadores de velocidad promedio en desplazamientos, en los tiempos de recorrido y en el impacto negativo frente a las condiciones ambientales de la ciudad.
Un plan de movilidad sostenible debe considerar categorías que respondan a las condiciones de conectividad, accesibilidad y desplazamiento, dando prelación a los medios de transporte no motorizado, a la movilidad activa y al transporte particular y público con tecnología de baja o cero emisiones contaminantes, buscando un cambio avanzando para llegar a contar con un territorio con mayores y mejores estándares de calidad de vida, disminución en contaminación y de accidentes de tránsito.
El documento de planeación que estructura y fundamenta los requerimientos en materia de movilidad para el Área Metropolitana de Bucaramanga es el Plan Maestro de Movilidad 2010-2030, este instrumento requiere que algunos de los proyectos existentes en infraestructura, tránsito, transporte y movilidad, que no han sido ejecutados, se actualicen bajo la premisa de garantizar movilidad urbana sostenible, priorizando a la ciudadanía y no a los vehículos, incluyendo lineamientos para la ejecución y definición de las políticas de movilidad a partir de objetivos y metas sostenibles articuladas a los respectivos Planes de Ordenamiento Territorial.
Fortalecer el transporte alternativo, generar sensibilidad y cultura ciudadana hacia el respeto del espacio público, fomentar el uso de la bicicleta, que valga decirlo, es uno de los mejores, más viable y más económico ejemplo de movilidad urbana sostenible, son acciones que debemos seguir implementando con el compromiso y la participación de todos, en síntesis, debemos comprender que la solución a los problemas de movilidad, está en el accionar de los gobiernos, con el apoyo de los ciudadanos, quienes deben asumir un papel activo en la transformación de sus desplazamientos.
*Abogado, Especialista en Gerencia Pública.
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