El Ministerio de Educación Nacional, en cabeza de Alejandro Gaviria, cerro el 2022 con un trabajo decidido hacia una educación equitativa, inclusiva y de calidad, la cual traerá consigo una serie de reformas estructurales que requiere el sector en el 2023.
“Quisiera que todos habláramos de educación de calidad, no de calidad de la educación y cuando hablemos de educación de calidad debemos tener en cuenta el bienestar de los estudiantes y los maestros. La educación de calidad tiene que incluir necesariamente un tema que ha salido y otra vez y es la salud mental», dijo el ministro de Educación, Alejandro Gaviria.
El ministro indicó que es necesario que las escuelas y colegios se conviertan en centros comunitarios donde la comunidad se fortalezca y se ofrezca una educación para la vida.
«Para resolver un problema hay que entenderlo plenamente y estudiarlo. De allí que las cifras juegan un papel muy importante. El 55% de las sedes educativas no cuenta con agua potable, el 11% tienen energía eléctrica intermitente, el 60% no tiene conexión a internet, el 47% tienen accesos vehiculares sin pavimentar y así sigue una larga lista, entonces el país tiene el desafío inmenso en materia educativa», sostuvo Gaviria.
El alto funcionario agregó que «en la educación media sobre todo en las áreas rurales casi el 50% de los estudiantes se va inexorablemente para siempre del sistema educativo, cosa que parece haber aumentado con la pandemia, después en el tránsito inmediato hacia la educación superior vuelve a retirarse casi el 50% y después quien no termina sus estudios universitarios es el 50%. Eso es básicamente lo que estamos enfrentando», reportó.
El ministro de Educación fue enfático en señalar que para cambiar dicho panorama se requiere de una buena política pública en donde la educación sea el centro de la sociedad.
«Quiero hacerles un llamado para trabajar juntos por la educación. En reformas como la Ley 30, Icetex, al Sistema de Aseguramiento de la Calidad. Los maestros de Colombia, los padres de familia, estudiantes, las comunidades educativas tienen que ayudarnos a que nuestro país sea para siempre un ejemplo también de reconciliación y paz», precisó.
«No es solamente ser un buen profesional, ya no es solamente dedicarse cuatro o cinco años a estudiar, tener un título y después ocupar una profesión. La educación es para toda la vida», concluyó.