La multinacional Minesa anunció que solicitará otra vez la licencia ambiental para el proyecto de megaminería que tiene planeado en la región de Soto Norte, en Santander.
Así lo hizo saber la compañía, al tiempo que anunció que creó un programa de transición laboral que supera ampliamente los mínimos legales, en el que todos los empleados que resulten afectados recibirán apoyo de servicio de colocación y asesoramiento profesional.
La decisión, según explicó Minesa, se da en razón a su decisión de archivar la solicitud de licencia ambiental en la que, además, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Ania) profundizó sobre los resultados técnicos adicionales necesarios para la aprobación del proyecto.
De acuerdo con lo proyectado la multinacional no podrá continuar con el proyecto, según lo planeado.
Minesa enfatizó que logró conservar su equipo humano completo de 250 empleados, entre directos y temporales, todos radicados en Santander, durante el cierre obligado por la pandemia en 2020.
Asimismo, se diseñó un programa de transición laboral que supera ampliamente los mínimos legales, al tiempo que todos los empleados que resulten afectados recibirán apoyo de servicio de colocación y asesoramiento profesional.
Además, se confirmó que en la zona de influencia de Minesa se mantendrán los principales proyectos económicos y sociales con la comunidad de Soto Norte, entre los que se encuentran la iniciativa de formalización minera ancestral con calimineros y varios proyectos de formación.
Mayerly López, integrante del Comité Prodefensa del páramo de Santurbán, señaló en su cuenta de Twitter que ante el anuncio de Minesa de presentar el EIA (Estudio de Impacto Ambiental) “ya habíamos señalado por qué la ANLA archivó el proceso de licenciamiento y no negó la licencia”.
“Minesa no pasará y seguiremos defendiendo el páramo de Santurbán hasta donde nos sea posible”, puntualizó.
Otro escollo que tiene Minesa para lograr la licencia tiene que ver con el trámite de un proyecto de acto legislativo que ya fue aprobado en primera vuelta, que prohibiría las actividades mineras en los páramos y sus zonas de amortiguamiento.
El proyecto deberá superar cuatro debates de aquí al final de esta legislatura. Su futuro será igualmente determinante para el proyecto, pues buena parte de las discusiones sobre Soto Norte tienen que ver, justamente, con que está ubicado en la zona de amortiguamiento de Santurbán.