Por: Diana Ximena Carreño Mayorga/ En la década de 1950 y 1960, la población LGBTIQ+ estadounidense enfrentaba un sistema hostil que lastimosamente era legal. Aquellas primeras luchas donde se pretendía mostrar que pertenecíamos a la sociedad. Sociedad civil con valores humanos y éticos como el perfil de un buen ser humano cualquiera.
Sin embargo, en los últimos años de la década de los 60 se aumenta el nivel de protesta y resistencia en función de la existencia de diferentes movimientos sociales, como la contracultura de los 60, el movimiento hippie, manifestaciones contra la guerra de Vietnam, la revolución urbana sexual y feminista, el consumo de drogas y música psicodélicas, el movimiento afroamericano, entre otros tantos fenómenos revolucionarios y luchas por los derechos civiles que surgieron.
En aquel momento, eran muy pocos los establecimientos que acogían a las personas de la población y por obvias razones, quienes abrían estos espacios eran personas con OSIGD (Orientación Sexual e Identidad de Género Diversa) o aliades. En aquella época el Stonewall Inn, le pertenecía a la mafia porque su dueño mantenía una relación romántica con un hombre trans. Servía a diversos clientes, pero popularmente era conocido entre las personas marginadas como las personas Transexuales, Drag Queens, jóvenes con su expresión de género femenino, trabajadores sexuales masculinos y jóvenes olvidados por el mundo.
Durante los 60 eran bastante rutinarias las redadas, los sobornos semanales a los que le denominaban ‘‘la galoya’’. Por días consecutivos las tensiones estaban en cuestión. En estas redadas se encendían las luces, los clientes debían formar filas y se revisaban documentos de identidad. Quienes no tenían documento, usaban ropa del sexo opuesto, o no llevaban un mínimo de 3 prendas de su género asignado al nacer, eran arrestados, el resto estaba en libertad.
Violencia en aumento, la vida misma vulnerada y el miedo asechando las calles sin dejar de un lado aquella hegemonía del terror como dominio político. Este ambiente tosco, negligente y la cultura liberal del barrio Neoyorquino, influyó para que se produjeran los disturbios en aquél pub.
Honrar la memoria de los que luchan, de los que alzan la voz en libertad de expresión, aquél ideal central que hoy rigen las constituciones de las democracias liberales del mundo. Los que sobrevivimos, actuamos, nos movilizamos, amamos con miedo en esperanza de ser libres, en memoria a los que fallaron en el intento de amar y proteger su vida, el mes de junio es el Mes del Orgullo nace universalmente hablando en honor inicialmente al 28 de junio de 1969, cuando la policía allanó el Stonewall Inn, comenzando a expulsar a sus clientes hacía la zona exterior del lugar de forma más violenta de lo habitual.
Aquella madrugada irrumpieron 4 policías en uniforme de patrulla, entraron de manera posesiva anunciando su presencia a gritos. Esta vez la redada no sucedió como se esperaba, las personas resistieron y se negaban a irse con la policía, los hombres con expresión de género femenina también resistieron en protesta. Las mujeres lesbianas fueron cacheteadas, aumentó la tensión y la multitud indignada por los malos tratos se congregó hasta llegar a 100 y 150 personas. Uno de los presentes gritó ¡Poder gay!, alguien más empezó a cantar We Shall Overcome de Oete Seeger y posteriormente una persona transexual le dio un golpe en la cabeza con su bolso a un agente. De manera espontánea deciden arrojar monedas, botellas y alzar su voz de protesta contra la redada de policías, las riñas afirmaban un hito histórico de enfrentamiento.
Varios relatos sobre los detalles de los disturbios afirman que esta noche fue violenta y frenética, crucial para la vida y los derechos de la población LGBTIQ que decidió luchar contra un sistema que los perseguía. Las noticias anunciaban, se extendieron rápidamente por todo Greenwich Village. En el transcurrid del día, durante este sábado 28 de junio la gente acudió a ver el Stonewall Inn, quemado y graffiteado. Decían ‘‘Drag power’’ ‘‘They invaded our rigths’’ ‘‘Support gay power’’ ‘‘Legalize gay bars’’ junto con otras acusaciones hacía el estado.
El primer aniversario de los disturbios de Stonewall se celebra con la primera marcha del orgullo gay de la historia en homenaje a la liberación de la calle Christopher del barrio neoyorquino West Village del Borough de Manhattan. La cultura amable empieza a surgir, The New York Times informaba en su portada que los manifestantes habitaban a lo largo de 15 manzanas. The Village Voice informó positivamente de la marcha, llena de colores, pancartas, ambiente pacifico y alegre.
El legado tuvo victoria y los disturbios que sucedieron en aquel día fue el ejemplo explícito de la lucha y el logro, de una simbólica llamada a encender alarmas para mucha gente más del mundo que hoy por hoy resiste, ama sin miedo y sale a manifestarse pacíficamente.
Este mes rinde homenaje a las arduas raíces de grupos minoritarios que han luchado durante décadas para superar los prejuicios, los estereotipos, el sistema patriarcal heteronormativo, y su simple existencia en el mundo en ánimo de SER.
La Alcaldía de Bucaramanga y el Programa de Diversidad Sexual y Población LGBTIQ+ invita a toda la ciudadanía a ser parte de la agenda productiva del Mes Pride 2024 proyectada en las redes sociales institucionales de @secdesarrollosocialbga @laemabga y @dianacm26 como cuenta personal de activista.
Nos vemos pronto amable población.
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*Psicóloga del Programa de Diversidad Sexual y Población LGBTIQ+ de la Secretaria de Desarrollo Social, alcaldía de Bucaramanga.