Por: Leonardo Vásquez/ El Sábado Santo mientras todos los habitantes de la ciudad respetaban la cuarentena y tuvieron que limitar su fe a ver por redes sociales y televisión los eventos de la Semana Santa, en la Alcaldía de Bucaramanga se estaba cocinando un milagro: Se preparaban para resucitar el patrimonio de uno de sus aliados políticos en campaña: El pastor y excandidato a la Alcaldía de Floridablanca apoyado por el Movimiento ‘La Liga’, Ricardo Parra.
Sorpresivamente para el momento en que se suscribió el contrato es evidente que el aliado político del alcalde de Bucaramanga y del mismo Rodolfo Hernández tenían información privilegiada que junto a la bendición de la Administración, llevaron a que el pastor Ricardo se hiciera con el contrato de tres mil doscientos once millones ochocientos tres mil seiscientos veintiocho pesos ($3.211’803.625) para la adquirir 44.999 kits de mercados.
La predicción
Si bien en época de Urgencia Manifiesta los entes territoriales tienen un régimen especial para celebrar contratos sin acudir a la licitación pública y pasar a realizar contratación directa, no quiere decir que no haya unos requisitos mínimos por cumplir.
Uno de ellos tiene relación con el certificado de disponibilidad presupuestal que, al provenir de una entidad como la Secretaría del Interior, esta maneja es un presupuesto de recursos de inversión y por ende debe esperar para su expedición a que el proyecto sea aprobado en el banco de proyectos.
La fe en la Alcaldía de Bucaramanga es tan grande o quizás porque de por medio había un pastor ayudando con sus oraciones, que un día antes que se aprobara el proyecto por parte de Julian Silva (Secretario de Planeación) se expidió el CDP ¡Aleluya hermanos! ¡Sabíamos que ocurriría esa aprobación! ¿Ah no? Es mas…
La predicción fue de tal maginitud, que el Consejo de Seguridad en el cual se abordó el tema de la compra de mercados se realizó el 8 de abril. Pero videntemente el contratista presentó la oferta un día antes, es decir el día 7 de abril.
El ‘mico’
Como si fuera poco, el contrato incluyó una clausula que le permite ajustar los precios cotizados. ¡Momento! ¿Reajuste de precios?
Si estamos hablando de un supermercado que goza de un staff de proveedores para poder asegurar que al momento de cotizar tendrá la existencia de la mercancía, ¿por qué debemos hablar de reajuste de precios?
Los reajustes de precios normalmente son utilizados en los contratos de obra cuando al momento de suscribir el contrato y llegado el día de la finalización, por el transcurrir del tiempo, los valores con los que se contrató se modificaron y esto no puede ser en perjuicio del contratista y de ahí el deber de reajustar los precios. Pero en un contrato de alimentación de solo 15 días de ejecución, ¿por qué reajustar precios?
¡Sencillo! En la práctica hay municipios donde el contratista para hacerse con el contrato, envía una oferta por debajo del precio de sus competidores y luego por ‘el mico’ que le introducen al contrato, tiene la posibilidad de reajustar y vender al mismo precio o superior de su competencia.
Para que esto no ocurra en el municipio de Bucaramanga, es necesario que los veedores mantengan los ojos abiertos e inclusive, que los otros dos establecimientos que cotizaron, denuncien si los productos comprados por la alcaldía de Bucaramanga, terminan siendo adquiridos por un valor mayor al que ellos cotizaron.
Ahora sí, pasemos al fondo del asunto.
El bendecido de la estampilla
El error más grande que le constará el cargo y la libertad al Alcalde de Bucaramanga, tiene que ver con el entramado que realizó para beneficiar al aliado político del movimiento ‘La Liga’ con la exoneración del pago de la estampilla del adulto mayor y del sector cultura. Me explico:
Juan Carlos Cárdenas el día 8 de abril con la expedición del Decreto 121 de 2020 redujo a cero pesos la tarifa de la estampilla ProCultura y la del Adulto Mayor amparado en la facultad que -según el Kinder que asesora al Alcalde- le da el Decreto Ley 461 de 2020.
El artículo segundo de la norma en mención refiere que el Presidente de la República faculta a el alcalde para reducir las ‘tarifas’ de los ‘impuestos de sus entidades territoriales’ y acaso: ¿Quién dijo que las estampillas municipales son impuestos? ¡Ah, el kinder!
Para resolver lo que la guardería de asesores que el Alcalde de Bucaramanga tiene con onerosos salarios en la Administración, basta con acudir a la Sentencia C768 de 2010, donde la Corte Constitucional definió las estampillas como tributo dentro de la especie de ‘tasas parafiscales’. Esta tesis además fue convalidada en el año 2014 por la misma Corte Constitucional en sentencia C503. Luego, una cosa son los ‘impuestos’ y otras muy diferentes las ‘tasas parafiscales’.
En consecuencia, el Alcalde de Bucaramanga no podía por vía Decreto reducir la tarifa de un tasa parafiscal creada y reglamentada por el Concejo Municipal ¡Prevaricó el Alcalde!
A propósito ¿y los concejales? ¡En total silencio!
Pero esto no termina acá, sigamos…
Las redes sociales debieron entran a justificar lo que el Decreto no mencionó. Falta ver si lo que la Secretaria de Hacienda de Bucaramanga expresó, se cumple y como ella ya puede observar: “Le tenemos los ojos encima”.
Cuando una renta municipal se modifica, debe crearse una ‘renta sustituta’. Es decir, los beneficiados de las estampillas no pueden dejar de percibir su ingreso, para ello entonces el municipio debe garantizar que no van a resultar afectados.
De ahí es que se genera una sustitución de esa renta, la cual, en ninguna parte del decreto se mencionó como se iban a sustituir esos ingresos con destino al sector cultural y a nuestros abuelitos, quienes no debemos olvidar que es el sector más vulnerable en esta pandemia.
Entonces, acudiendo a la advertencia que veedores de la administración hicieron en redes sociales, se logró obtener la manifestación de la Secretaría de Hacienda Municipal, Saharay Rojas, que efectivamente habían sustituido la renta.
Es decir, tomaron los recursos de ingresos corrientes de libre destinación (recursos propios del municipio) para sustituir lo que dejará de ingresar por el recaudo de las estampillas. Guarden este trino:
El pago de las estampillas de cultura y adulto mayor esta a cargo de las personas naturales o jurídicas que celebren contratos con la Administración.
Entonces, si la Administración acaba de manifestar que sustituyó la renta con dineros propios, quiere decir que el sector cultura y nuestros adultos mayores no estarán desprotegidos: ¿pero entonces quien se beneficia con hacer ese movimiento administrativo? Sigamos…
La tarifa que el Concejo de Bucaramanga señaló es del 2% por cada estampilla, luego, en plata blanca lo que ocurrió fue:
El polémico contrato de los mercados que se suscribió con el Pastor Ricardo Parra, al haber sido por un monto de $3.211’803.625, quiere decir entonces que el Pastor debía cancelar $64’236.072 por cada estampilla para un total de ciento veintiocho millones cuatrocientos setenta y dos mil ciento cuarenta y cinco pesos ($128’472.145) y al haberlos asumido la alcaldía:
¡Aleluya hermanos, nuestro pastor bendecida y afortunadamente se los ahorro!
Coda: En manos de la Contraloría queda que dentro de los 10 días que tiene la Alcaldía para remitirles el contrato de Urgencia Manifiesta. Analicen los detalles denunciados y, que vincule a los establecimientos que cotizaron, no hay sea que nos llevemos la sorpresa que estos cotizaron incluyendo el valor de las estampillas, mientras que al no haberlo hecho el pastor eso lo llevó a ser escogido.
*Abogado, Especialista en Derecho Penal y candidato a Magister en Derecho.
Twitter: @Leobukaro
Correo: Leonardo.vasquez@hotmail.com