Por: Manuel Fernando Silva Tarazona/ Las protestas, marchas y todo tipo de manifestación colectiva para expresar el desacuerdo de cierto grupo bien sean minoritario o mayoritario en contra de cualquier índole de poder, son la esencia de una democracia, un derecho y un deber que tenemos como ciudadanos para manifestar nuestra inconformidad frente cualquier decisión o personaje que nos afecte como ciudadanos y país.
La persecución exhaustiva a los manifestantes por parte de los entes del estado, es una total falta a la democracia, cualquier gobierno que evite, denigre o perjudique una manifestación, paro, marcha o protesta, solo deja ver que es un gobierno caprichoso al cual no le gustan las críticas, por lo tanto, sus acciones autoritarias solo pueden ser vistas como un ataque directo a la constitución y a los derechos de los ciudadanos.
Colombia tiene la fortuna de ser un país libre de pensamiento, por lo tanto también como ciudadanos se nos exige estar a la altura de este escalón, me refiero que cuando un país es de libre pensamiento, significa por lógica, que no todos los ciudadanos pensaremos igual y para estar a la altura de esta situación, se requiere poder respetar las posiciones de los demás y de igual forma ser respetados en nuestros pensamientos, por lo tanto si un grupo mínimo de ciudadanos está inconforme con cualquier situación se le debe dar voz y que sean escuchados, exponiendo sus ideas y posiciones, claro está que también somos un estado democrático, por lo tanto se le respetara su posición pero las ponencias mayoritarias serán las realmente acatadas.
Los colombianos durante los últimos 60 años hemos sido testigos de esta persecución, señalamiento, asesinatos y atropellos por parte de los gobiernos de turno en contra de toda oposición, pero hablando exactamente de las marchas y protestas, en Colombia, no se conocía lo que era una protesta en contra del gobierno sin presencia del Esmad, sin jóvenes asesinados, policías asesinados, barrios, niños, adultos de la tercera edad gaseados por parte del Esmad como daño colateral; los protestantes y marchantes en contra de cualquier gobierno jamás conocimos que era terminar una jornada de marchas sin que a las 5:30 de la tarde los agentes del Esmad comenzaran a lanzar gases y a dispararnos, tampoco conocimos que fue una marcha sin enfrentamientos entre la primera línea (marchantes que se enfrentaban contra los entes del gobierno) contra el Esmad y la policía.
Año tras año los defensores de la constitución y democracia, exigíamos una libertad para protestar, pero lo único que podían darnos de respuesta es que toda marcha debe acabarse a las 5:00 de la tarde y si no era así, simplemente enviarían al Esmad para que de esta forma se logre disipar la marcha y darla por terminada.
Años atrás los jóvenes movilizamos a todo un país en contra del entonces presidente Iván Duque y las acciones que tomó el gobierno en contra de los marchantes no nos sorprende para nada, a pesar de ser la movilización más grande de toda la historia del país y además de ser el gobierno con mayor desaprobación con un 60% desfavorable para el mismo, siendo sincero, no me sorprendió la violencia, el uso de armas de fuego por parte de uniformados e incluso de ciudadanos “de bien” realmente unos payasos, el uso desmedido de la fuerza y la ignorancia del gobierno frente al tema; lo que si me tomo por sorpresa fue ver un pequeño porcentaje de la población y del congreso, diciendo y casi usándolo de eslogan, la famosa frase “yo no marcho, yo produzco” o “yo no paro, yo produzco”, dado que en su mundo fantasioso los que salíamos a marchar éramos unos vagos sin nada que hacer, claro Duque el 60% del país que esta contra suyo, se la pasa acostado sin hacer nada, pese a la situación era increíble ver como habían personas defendiendo al estado y a la fuerza pública, culpando a los manifestantes de todo, la frialdad con la que decían “un balazo y se le quitan las ganas de machar” y miles de frases sumamente ignorantes y carecientes de razón, de igual manera los objetivos del paro se lograron y a su vez el país en su mayoría se cansó del mismo establecimiento que nos ha gobernado por más de 20 años.
Al sol de hoy, los colombianos votamos, logrando sacar al establecimiento y con apenas un mes y unas semanas, este “establecimiento” organizo una marcha, si, los mismos del “yo no marcho, yo produzco” estaban hablando de hacer marchas, ¿gracioso, no?, pero respetable, están en todo su derecho, a pesar de lo mal informados y cegados por el fanatismo si se realizaron las marchas, con la única diferencia que el Esmad nunca intervino sin importar de la hora, ninguno de los marchantes se vio agredido a diferencia de los periodistas que iban a preguntarles el porqué de la marcha, dado que en múltiples ocasiones fueron empujados y echados del sitio de la marcha, se vieron reflejados en múltiples intervenciones el racismo, xenofobia, odio e incluso el deseo de revivir los grupos paramilitares, pese a esto jamás la marcha se vio afectada o violentada por el estado.
El nuevo gobierno ya se enfrentó a su primera marcha opositora y el cómo reacciono, deja un alivio que todos nuestros gritos, fueron escuchados, pero ojo, con esto no quiere decir que sea perfecto, desde el periódico estaremos ejerciendo una crítica objetiva frente a todos los movimientos del mismo, pero en mi corazón me alegra que aunque hayan sido pocos los manifestantes, ninguno tuvo miedo de morir, de recibir una bala o de ser gaseado y no encontrar como frenar esa sensación de asfixia, me alegra que hayan podido exponer sus ideas sin tener que correr, me alegra que el presidente a los pocos días de la marcha, se reunió con los líderes de oposición como lo es, Álvaro Uribe, demostrando que no generaran persecuciones a la oposición como la que sufrimos por tantos años.
…
*Estudiante
Facebook: Manuel Silva
Twitter: @soymanuelsilva_
Instragram: manuel_fsilva