La española Beatriz Mesa, instalada en Marruecos como corresponsal para varios medios entre ellos RFI, lleva más de diez años estudiando el Sahel. Como fruto de esa investigación acaba de publicar en francés ‘Les groupes armés du Sahel’ (Editorial Halfa, 2022), que se puede traducir en español como ‘Los grupos armados en el Sahel’. En este extenso libro analiza los conflictos que azotan a esta compleja parte del mundo y la economía criminal que los mueve.
«Detrás de esos grupos que se asientan sobre la ideología del yihad o la ideología independentista hay toda una configuración de actores que trabajan codiciosamente», explica Mesa, investigadora en la Universidad Internacional de Rabat y en la Universidad Gaston Berger de Dakar, en Senegal.
Apunta en su investigación que lo que buscan estos actores es principalmente el control territorial “porque es un espacio floreciente en términos económicos”, dice. “Por esa zona transita todo tipo de lícitos y de ilícitos como drogas y tráfico de personas”, destaca Mesa.
Efecto mariposa: la cocaína viaja de América Latina a Europa por el Sahel
En el Sahel, los grupos armados aprovechan de la inmigración clandestina para traficar con personas y se lucran con el secuestro y el narcotráfico. De este libro se desprende un dato: el 35% de la cocaína producida en Latinoamérica pasa por África del Oeste para luego ser transportada a Europa.
El paralelo 10 norte pasa a la vez por Suramérica y atraviesa el continente africano de lado a lado, por lo que se convierte en una vía marítima para transportar la cocaína producida en Colombia hasta las costas de África del Oeste. Se le apoda la “autopista A-10”.
“Mali no es un productor de cocaína, pero sí una zona de tránsito fundamental de esos recursos ilícitos. Se transforma así toda la región”, explica la autora.
A la vía marítima se añaden incluso pistas de aterrizaje dedicadas exclusivamente al narcotráfico. “El norte de Mali, una zona constituida por zonas grises sin representación estatal está en mano de grupos armados. Durante todos estos años, han tenido la capacidad de abrir pistas de aterrizaje en pleno Sahel. Desembarcan estos aviones con grandes volúmenes de droga”, detalla Mesa.
En el Sahel también abundan los secuestros como sistema económico para los grupos armados, que cobran hasta dos millones de euros por rehén. La religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez fue secuestrada por Al Qaeda en Mali por cuatro años.